Francisco Martín Antúnez Soria

Organización y montaje mecánico e hidráulico de instalaciones solares térmicas. ENAE0208


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de un determinado acero, se conseguirá hacer uso de todo el potencial de resistencia a corrosión que puede ofrecer dicho acero, si tal selección viene acompañada por buenos detalles constructivos. Las medidas anticorrosivas a adoptar deberían estar presentes en la fase de planteamiento del proyecto y obra y en el desarrollo y diseño de todos los detalles constructivos.

      Los problemas debidos a la corrosión pueden ser eliminados frecuentemente, modificando de forma apropiada el diseño sin necesidad de cambiar el tipo de acero.

      Algunos de los parámetros de diseño a tener en cuenta son: la forma de las juntas, la continuidad de la superficie y la concentración de las tensiones. Las soldaduras a tope son preferibles a las soldaduras en solape, y es imprescindible utilizar buenos métodos de soldadura. Se reducirá al mínimo el uso de piezas complementarias, tales como planchas o placas de refuerzo rodeadas de costuras o cordones de soldadura para evitar tensiones biaxiales que resultan difíciles de eliminar por tratamiento térmico.

      Todo el equipo deberá limpiarse meticulosamente para eliminar toda contaminación producida por óxidos, polvo de hierro, partículas procedentes de las herramientas, fundente de soldadura, suciedades y substancias orgánicas.

      Estas substancias extrañas pueden ser eliminadas limpiándolas a chorro o por decapado.

      Una buena solución para el decapado consiste en el 10 % de ácido nítrico y el 1 % de ácido fluorhídrico.

      Los resultados de los ensayos de laboratorio solamente podrán servir de guía debido a la dificultad de reproducir las condiciones que se presentan verdaderamente en la práctica.

      Los datos publicados sobre la corrosión como resultado de distintos ensayos, pueden estar basados en unas condiciones químicas, temperaturas, velocidades y aireación que difieran de las reales. Por este motivo, y siempre que sea posible, se deberá utilizar, para los ensayos prácticos, procedimientos similares o comparables a los que se darán en la realidad. Convendrá realizar ensayos de fatiga a probetas con corrosión, sometiéndolas a varios niveles de esfuerzo o tensión con el fin de poder apreciar la susceptibilidad del acero al agrietamiento una vez terminadas de fabricar.

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       Sabía que...

      Los tornillos, arandelas y elementos de anclaje de la estructura normalmente están hechos de acero inoxidable.

      Uno de los objetivos que debe perseguir cualquier técnico es conseguir que la instalación de energía solar térmica esté integrada en la fisionomía del edificio. Para ello, el técnico debe estudiar correctamente la ubicación de todos los equipos de la instalación, buscando la mejor posición para cada uno de ellos sin que esto suponga una pérdida de las prestaciones de la instalación.

      Durante este estudio se debe prestar atención a los siguientes criterios:

      1 Ambientales y estéticos, con el interés de minimizar el impacto visual.

      2 Técnicos, buscando maximizar el rendimiento de la instalación, minimizando las pérdidas de la misma (tuberías, equipos, accesorios, proyecciones de sombras, etc.).

      3 Arquitectónicos, obedeciendo al diseño estructural de los paramentos o elementos que van a sustentar los materiales y equipos de la instalación solar térmica, en función de la normativa correspondiente.

      Conjugar lo más acertadamente posible los criterios anteriores va a determinar el tipo de montaje y el rendimiento de la instalación. Está claro que esta operación no es una tarea sencilla al depender de las características técnicas del edificio, costes e intereses de los agentes intervinientes.

      A la hora de dar prioridad al criterio que debe prevalecer, el criterio técnico prevalece sobre el resto, pasando a un segundo plano el resto de criterios, dependiendo del tipo proyecto del edificio.

      En general, la integración arquitectónica de una instalación consistirá en determinar las zonas adecuadas para cada uno de los diferentes elementos de la instalación.

      Como norma genérica a la hora de realizar una instalación con la mayor integración arquitectónica permitida, se pueden establecer los siguientes procedimientos:

      1 Instalar los equipos (acumulador, sistema de intercambiador de calor, equipos de control, cuadros eléctricos y parte correspondiente de tuberías) en sala diseñada para tal fin o, en su defecto, utilizar zonas comunes que permitan su ubicación, teniendo en cuenta los factores medioambientales y de seguridad que puedan afectar a dichos equipos y zonas.

      2 Instalar las tuberías de unión, así como los conductores eléctricos de control entre el campo de captadores y los equipos anteriores en zonas comunes interiores o, en su defecto, en shunts de obra civil preparados para ello.

      3 Instalar el campo de captadores en la cubierta de acuerdo a las características de las mismas.

      De estos procedimientos se observa que el que puede presentar mayores problemas de organización y ejecución es el correspondiente al campo de captadores solares. Por ello, y tomando como referencia el Código Técnico de la Edificación (CTE), se desarrolla este apartado.

      6.1. Métodos de instalación del campo de captadores solares térmicos

      El CTE contempla tres posibles montajes del campo de captadores solares:

      1 Caso general.

      2 Superposición.

      3 Integración arquitectónica.

      Dado que cada uno de estos posibles montajes debe quedar integrado adecuadamente en el edificio, se describen a continuación en detalle.

       Caso general

      Nos referimos a este sistema cuando el campo de colectores se encuentra sustentado sobre una estructura metálica que le confiere la inclinación correspondiente a la latitud del lugar, que se encuentra sobre un plano situado a ras de suelo o sobre una cubierta de un edificio.

      El método más fácil para esta instalación es determinar una superficie plana y adecuada en la zona común de la parcela comunitaria ubicada a nivel de suelo, donde instalar el campo de colectores. Esta zona deberá permitir la correcta orientación del campo y no contener la proyección de ninguna sombra de objetos existentes a su alrededor.

      En función de las dimensiones del campo solar, el soporte de los colectores puede ser realizado mediante zapata de hormigón o mediante solera continua, mientras que las tuberías y conductores eléctricos se pueden situar en atarjea o canal realizado en el suelo o sobre superficie, mediante la sustentación adecuada.

      Se aconseja introducir las tuberías en el suelo, debido a que el terreno circulante actuará como colchón térmico respecto a las variaciones de temperatura exterior.

      Es posible que esta situación obligue, como norma de seguridad y para evitar robos, que el campo esté protegido mediante valla perimetral, la cual debe ser la adecuada para que apenas proyecte sombras.

      Por otro lado, si es posible, se aconseja instalar el campo solar junto a uno de los elementos perimetrales de la propiedad (muros, vallas, etc.), con lo que se puede reducir el impacto visual.

      A continuación, se describen las ventajas y desventajas de este montaje:

      1 Ventajas:Buena orientación e inclinación del campo solar.Mantenimiento del campo solar fácil y rápido.Mínimas pérdidas producidas por orientación, integración y por proyección de sombras.Estructuras soporte de tipo común y sin grandes complicaciones, lo que supone ahorro en costes.

      2 Inconvenientes:Impacto visual alto, lo que puede provocar cierto rechazo.Realización de zanjas, atarjeas, canales, etc., para instalar las tuberías y conductores eléctricos.El