Jorge Ayala Blanco

La khátarsis del cine mexicano


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      La khátarsis del cine mexicano

      Colección

      Miradas en la Oscuridad

      Letras Fílmicas

      Centro Universitario de Estudios Cinematográficos

      Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial

      Jorge

      Ayala Blanco

      La khátarsis

      del cine mexicano

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      Universidad Nacional Autónoma de México

      México, 2017

      A mis Chirris creciendo

      en edad y afecto.

      No calles, corazón, no olvides, no disuelvas

      la acusación en las aguas claras del “yo excuso”,

      no toleres que tibia apatía y miseria

      hagan agua bendita del ácido sulfúrico.

      Sándor Márai, ¡Tierra, tierra!

      Sombra y movimiento

      de los que consisto.

      Fernando Pessoa, Cancionero

      Prólogo

      Así pues, ni la kafkiana, ni la kilométrica, la kikirikeada, la kakancia, la karmática, la kriptonita o la kalimanía, sino simplemente La khátarsis del cine mexicano, y en ella así, durante el periodo 2010-2012 como nunca, se asoma un México con su arte y su cine que parecen estar necesitados y ávidos de catarsis / khátarsis, entre una guerra infame impuesta desde el poder y sus inevitables secuelas, como la paulatina extinción perversa de todo asomo de alta cultura, sin posibilidad de recuperación ni resarcimiento en el horizonte.

      * * *

      Deseoso de comenzar en forma sencilla, y dispuesto a hacer él mismo su khátarsis, el autor toma sus diccionarios más comunes, corrientes y vulgares, o sea fáciles, antiguos, útiles y prácticos, de consulta rápida, a la mano, Sopena o Salvat, y lee, evitando comillas.

      Catarsis, del griego khátarsis, depuración. Khátarsis: depuración de los sentimientos, de las sensaciones o del gusto. Khátarsis: periodo de purgación a que, según algunas escuelas, como el orfismo, el pitagorismo y el platonismo, eran sometidas las almas de los difuntos, antes de ser admitidas en el reino de los bienaventurados o antes de dar vida a un nuevo cuerpo. Khátarsis: origen de los medicamentos purgantes. Khátarsis: procedencia química de un ácido que se encuentra en las hojas del sen y que parece ser el principio activo llamado creatina, manifiesto en una masa amorfa, insoluble en agua y en el éter, pero soluble en el alcohol. Khátarsis: liberación o cura de los males del espíritu merced a las emociones producidas por uno u otro arte. Khátarsis: sentimiento de purificación o liberación suscitado por algunas vivencias. Khátarsis: expulsión, espontánea o provocada, de sustancias nocivas al organismo. Khátarsis: liberación de una fuerte carga emotiva asociada a algún recuerdo reprimido y que retorna a la conciencia, dándosele también el nombre de abreación. Khátarsis: fundamento de la franca libertad psíquica o determinante de ella. Khátarsis: evacuación de lo que molesta o perturba: pasiones, ridiculeces, emociones, traumatismos (aunque “es dudoso que eso sea suficiente”: Comte-Sponville).

      Hay más. Khátarsis: noción central en la teoría estética de origen helénico, usada primeramente por Aristóteles en su Poética, donde la definió como el proceso de excitación y liberación de las pasiones propias sufrido por el espectador que las contempla representadas en la escena. Khátarsis: finalidad y sentido último de todo arte trágico o cómico (incluyendo el cine, la música y la novela contemporáneas) para purificar las pulsiones fundamentales del alma, como el deseo de amar, dar muerte, morir y demás. Khátarsis: valor de la estética clásica, en contra de la romántica, reivindicado y defendido por Goethe, ya que el arte provoca y libera las pasiones humanas, al representarlas de manera objetiva, no con el fin de excitar al espectador exigiéndole su realización, según pretendía el romanticismo, sino por el contrario, restituyéndole, luego de la representación, su equilibrio anímico.

      Sensacional. De todo eso quisiera tratar este libro, ese enfoque particular que hoy semeja adoptar el propósito último del cine mexicano, ya que éste no puede ser ni la rentabilidad ni la conquista artística del público culto, de suyo impedidas.

      * * *

      Para qué engañarnos: el cine mexicano de este periodo ya no es ni un buen negocio (salvo para los productores que inflen presupuestos y los que se benefician –o lavan– gracias a la exención 226), ni una industria, ni un mecenazgo, ni un espectáculo masivo, acaso sí un arte: el arte de la khátarsis.

      Para qué engañarnos: el cine mexicano de este periodo ya sólo puede cumplir una función catártica. Catártica para los que lo conciben, los que lo realizan, los que lo protegen, los que lo consumen y los que lo comentan. Es el residuo (el emisario habríase dicho en épocas menos heroicas) del pasado de un país devastado económica, moral y por ende culturalmente, en los albores del nuevo presidencial priista.

      Khátarsis de películas muchas veces inviables porque su decisión de financiamiento se basó juzgando guiones y eligiendo carpetas de rodaje más que en la imaginación y talento cinematográficos específicos demostrados en los anteriores trabajos de sus realizadores (así se tratara de humildes cortos).

      * * *

      En La khátarsis del cine mexicano el crítico de cine realiza también, su muy particular khátarsis. La khátarsis de la crítica comienza desde la elección de la materia, a la que debe considerar única e insustituible, aunque voluntaria y violentamente restringida, independientemente de su deleznable o sublime índole recóndita. La khátarsis de la crítica crea expectativas e intenta cumplirlas de mil maneras, por todos los caminos del entendimiento, incluyendo los más intrincados y los más obvios. La khátarsis de la crítica consiste en acometerla desde la sinopsis de la trama o la síntesis de sus contenidos audiovisuales aderezados, condimentados, condicionados, contaminados, conmocionados por algo más. La khátarsis de la crítica comprende que hacer la exégesis de una película jamás será platicarla de manera neutra, imparcial y desindividualizada, sino al contrario, polarizada, parcial, personalizada. La khátarsis de la crítica sabe que su proceso creativo depende primordialmente de ese algo más. La khátarsis de la crítica se despliega en varias, numerosas direcciones a la vez. La khátarsis de la crítica busca operar transmutaciones incesantes e interminables, ininterrumpidas pero necesariamente inconclusas de los temas de base, con todos sus componentes, que dieron origen a las imágenes sonoras en apariencia siempre nuevas, incluso novedosas y con vocación primigenia, por derivativas que sean. La khátarsis de la crítica organiza su proceso de elaboración bajo premisas posibles de identificar, deslindar y formular. La khátarsis de la crítica cree firmemente en la posibilidad de actuar sobre el estado psicológico del lector como sobre el de ella misma, excitando en ellos una memoria lejana, sumergida, olvidada, almacenada en el inconsciente. La khátarsis de la crítica semeja una piedra de intelección que se arroja al río del discurso para crear ondas de lectura para cada film cada vez más amplias y abarcadoras. La khátarsis de la crítica procede por círculos concéntricos, cada vez más distantes por el núcleo e incontrolados por él, y en consecuencia cada vez más difíciles de percibir y leer. La khátarsis de la crítica no rechaza parecer que se dedica, muy propositivamente, a esclarecer lo oscuro y oscurecer lo claro. La khátarsis de la crítica pretende que las reminiscencias travestidas de los mismos estímulos y temas causen la impresión de lo ya escuchado y la sensación de lo nunca oído a la vez. Y la khátarsis de la crítica tiende a preservar la participación creadora de espectador / lector movido por un imperioso deseo de sondear aspectos de la obra aún inexplorados.

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