Информация о книге:
Аннотация:
La colección ¡IMPOSIBLE! ¿POR QUÉ? es una joya de la autoayuda bioenergética creada por el investigador de la conciencia Eric Barone. Es un pequeño microcosmos concebido para que los 7 ejercicios que contiene cada libro, activen y corrijan los 7 planos de la realidad del hombre. Por ejemplo: imprimir una remera que -mientras duerme- actuara sobre sus chakras y su kundalini, activara su PLANO BIOENERGETICO.
Modificar El PLANO CAUSAL de su vida, (es decir el origen de todo lo que le ocurrió a lo largo de los años -en bien y en mal-), se lograra visualizando arquetipos/egrégores. Es una colección para gente decidida a entrenarse para poder tomar las riendas de su propia vida. Así lo hacemos cuando vamos al gimnasio, estudiamos artes marciales o yoga; o también cuando entrenamos nuestra mente con crucigramas o ajedrez.
Vale contarle una agradable diferencia: estos ejercicios son mucho más fáciles, rápido y breves que ellos. El autor explica que no hay progresos sin cambios de hábitos, no hay cambio de hábitos sin crisis… y que las crisis, en general no son tan placenteras. Aplicando este libro, usted generará una crisis saludable y controlable en el periodo de su vida que habrá decidido.
Alcanzar el objetivo de este libro: Optimizar sus facultades de análisis y síntesis, solo puede ocurrir reordenando los 7 planos de nuestra realidad y sincronizando el fluir energético existente entre nuestros chakras, kundalini y nadis, pero polarizándolos en esta meta. La única advertencia del autor: «¡perezosos abstenerse!» debe ser comprendida en un sentido humorístico, ya que el autor explica que la inercia, la inestabilidad, la falta de voluntad y de disciplina, NO SON TEMAS DE CUALIDADES MORALES, solo denotan que, de una forma u otra, estamos todos enfermos de nuestra kundalini… la cual precisamente se sanara con estos ejercicios. Después de conocer los secretos energéticos que les revelara (entre los cuales uno que merece conocer ahora mismo: en el mundo de las energías «pensar ES actuar»), Seguramente le vendrá a la mente esta frase: «manos a la obra».