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Introducción a la Teología Cristiana
Justo L. González y Zaida Maldonado Pérez
INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA CRISTIANA
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Library of Congress Cataloging-in-Publication Data
González, Justo L.
[Introduction to Christian theology. Spanish] Introducción a la teología cristiana / Justo L. González y Zaida Maldonado Pérez.
p. cm.
Includes bibliographical references.
ISBN 0-687-07427-4 (pbk. : alk. paper)
ISBN 13: 978-0-687-07427-3
1. Theology, Doctrinal. I. Maldonado Pérez, Zaida, 1957- II. Title.
BT65.G6618 2003
230--dc21
2003000131
08 09 10 11 12—12 11 10 9 8 7 6 5 4
HECHO EN LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA
Prefacio
Este libro fue escrito a petición de la Asociación para la Educación Teológica Hispana (AETH). Esta organización, que recoge en su seno a unas setecientas personas de habla hispana o de origen latino en los Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico, se interesa entre otras cosas en proveer materiales para el estudio de las diversas disciplinas teológicas. Lo que se nos pidió fue que preparásemos un texto introductorio que la vez fuera sencillo y académicamente responsable. Este proyecto nos interesó de inmediato, pues en los años que llevamos enseñando teología en diversas instituciones y contextos, todavía no hemos encontrado un libro de texto de carácter introductorio que nos satisfaga.
Lo que nos propusimos, entonces, fue producir un libro que llenase ciertos requisitos que nos parecían necesarios.
1) En primer lugar, el libro debía ser relativamente fácil de entender. Hay muchas introducciones a la teología tan extensas y densas, que no son verdaderamente accesibles a quienes empiezan sus estudios de teología.
2) En segundo lugar, el libro debía estimular el pensamiento más que ofrecer respuestas que los estudiantes pudieran aprenderse de memoria. Ciertamente, uno de los problemas que hemos encontrado en muchos de los libros más sencillos que pretenden ser introducciones a la teología es que ofrecen respuestas ya hechas, tajantes, dogmáticas, sin advertirle al lector que existen otras alternativas.
3) En tercer lugar, el libro debía servir como introducción, no a una teología denominacional particular, sino a la teología que la iglesia universal ha ido forjando a través de los siglos. No era, por tanto, cuestión de expresar nuestras opiniones y respuestas, sino más bien las de los cristianos en general, lo que ha venido a ser la ortodoxia cristiana a través de los siglos. Ciertamente, como nuestro que es, el libro reflejará algo de nuestras predilecciones e inclinaciones teológicas. Sin embargo, hemos tratado, hasta donde hemos podido, de ofrecer vistas amplias y equilibradas más bien que argumentos que prueben nuestras ideas.
4) En cuarto lugar, como introducción, el libro debía hacerle ver al estudiante que hay mucho más que estudiar, que apenas ha tocado la superficie. Pero debía hacer esto sin hacerle sentir que no entendía lo que leía, y sin aburrirle a fuerza de complicar las cuestiones.
Un modo en que hemos tratado de hacer esto es usando dos tamaños de letra. Hemos tratado de escribir de tal modo que quien así lo desee puede leer solamente lo que se encuentra en letra de tamaño grande sin perder el hilo del argumento; y quien quiera saber más, puede leer lo que está en letra menor, donde encontrará detalles que le ayudarán en la continuación de sus estudios. Además, hemos incluido al final del libro un «elenco» en el que se dice algo de cada uno de los teólogos mencionados, de modo que el lector o lectora pueda colocarlos en su contexto y saber algo más acerca de ellos.
El lector o lectora fácilmente comprenderá que no es fácil alcanzar en un solo libro todas las metas que nos hemos propuesto. Empero si logramos solamente despertar su apetito hacia los estudios teológicos, y mostrarle que la fe se enriquece y se define en el curso de tales estudios, daremos nuestros esfuerzos por bien compensados.
I. ¿Qué es la teología?
Cuando preguntamos «¿qué es la teología?», la respuesta más común e inmediata es ir a las raíces de la palabra. Decimos entonces que «teología» viene de dos raíces griegas: «theos», que significa «Dios», y «logos», que significa «estudio, razón o tratado». En conclusión, la teología es la disciplina que estudia a Dios. Eso es lo que dicen muchos manuales introductorios, y hasta cierto punto es correcto.
Empero la realidad es que cuando afirmamos que la teología es «la disciplina que estudia a Dios» no hemos dicho gran cosa. Cada disciplina define su método en base al objeto de su estudio. Así, por ejemplo, la física se basa en la observación del modo en que los cuerpos físicos se comportan, y la astronomía se basa en la observación de los movimientos de los cuerpos siderales. En cambio, la matemática es una disciplina abstracta, que no requiere la observación de cosa alguna, sino solamente de cantidades aritméticas, formas geométricas, etc. La historia no puede observar directamente los acontecimientos de que se ocupa, y por tanto estudia los documentos, restos arqueológicos y otros indicios que dan testimonio de esos acontecimientos. En resumen, cada disciplina tiene su método propio, y ese método tiene que concordar, en algún modo, con el tema u objeto de su estudio.
Llevando esto al campo de la teología, vemos entonces que no basta con decir que es «la disciplina que estudia a Dios», sino que es necesario tomar en cuenta quién es este Dios a quien la teología estudia, y cómo le conocemos. Sobre esto trataremos en el próximo capítulo, aunque podemos adelantar que a Dios le conocemos por su revelación, lo cual es de suma importancia para la teología.
Pero hay más. Los métodos que cada disciplina emplea tienen mucho que ver con sus propósitos. Muchas disciplinas tienen a la vez un propósito puramente intelectual o cognitivo, y otro propósito práctico. La meteorología, por ejemplo, estudia los fenómenos atmosféricos para entenderlos mejor, pero también para poder predecirlos y así ayudarnos a prepararnos mejor frente a las tormentas, las sequías, etc. La historia, que frecuentemente se presenta a sí misma como el estudio desinteresado de los acontecimientos pasados, en realidad tiene también el propósito de entender e interpretar el presente, y de señalar pautas hacia el futuro. Hasta la astronomía, que se dedica a estudiar cuerpos lejanos, tiene también el propósito de ayudarnos a entender las mareas, la radiación, las tormentas solares y su impacto en las transmisiones radiales y otros fenómenos.
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