Armando González Torres

La sed de los cadáveres


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      colección la furia del pez

      14

      Primera edición, mayo de 2013

      Director general: Alejandro Zenker

      Director de la colección La furia del pez: Víctor Roura

      Coordinadora editorial: Fatna Lazcano

      Gestor de proyectos editoriales: Rasheny Lazcano

      Cuidado editorial: Elizabeth González

      Coordinadora de producción: Beatriz Hernández

      Coordinación de edición editorial: Itzbe Rodríguez Ciurana

      Portada: Shirley H. Illoldi

      Agradecemos al Centro Cultural El Juglar, A. C., el apoyo para esta publicación

      © 2013, Solar, Servicios Editoriales, S.A. de C.V.

      Calle 2 número 21, San Pedro de los Pinos.

      Teléfonos y fax (conmutador): 5515-1657

       [email protected]

       www.solareditores.com

       www.edicionesdelermitano.com

      ISBN 978-607-8312-26-9

      Hecho en México

      Índice

       Trasgo de las exudaciones

       Lastimosa lascivia

       Esmirriados montajes de concreto

       La turba se disputa la comida

       Hijos de la fornicación indigna

       Torvas tardes

       Pregones de victoria

       Por la delicada red del misterio

       Salón de té

       Gesto de hastío

       Mientras ciertas médulas le recordaban

       Como roedura de la enfermedad

       El rumor del aire

       Si lo real fuera un acopio

       Y de ahí los círculos

       ¿Será el olvido esa planicie...?

       ¿Cómo se dice algo...?

       El camino pasa por muchas palabras

       Adversidad en su faz frenética

       En ese trance extraño

       Gustar la vida

       Caminando entre la resolana

       Mas hay quienes se aferran a sus libros

       Acremente murmuran de lo nuevo

       Dicen que no hay palabras

       Se vive como si se hablara

       Naturaleza es historia

       Practicamos la rima del mozalbete

       Esta tarde, entre el aliento

       Después de un viaje tedioso

       Con trueno y con fuego

       A veces es presa de una memoria llena de agujeros

       Toda certeza es sierva de divinidades

       El sol cae pleno

       No habrá mayor solsticio

       La soledad del hombre

       Soy yo ese que descansa

       Me voy con las manos vacías

       Torpes y pudibundos espíritus

       Probó la tibia comida

       No arruines el encanto

       En vano depositamos nuestra fe

       Al despertar de otra noche vaporosa

       El olor de la comida

       Cadáveres infatuados