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Víctima
sin computar
El viaje de un alma torturada
Memorias
Tal y como se las contaron a
Yael Eylat-Tanaka
Copyright © 2016 de Yael Eylat-Tanaka
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ÍNDICE
PREludio
CAPÍTULO 2- ALEMANIA INVADE FRANCIA
CAPÍTULO 3- La Traición de la esperanza
CAPÍTULO 4 - El arresto de LOS JUDÍOS
CAPÍTULO 5- Cruzando las fronteras
CAPÍTULO 6- Hora de esconderse
CAPÍTULO 7- La liberaCIÓN
CAPÍTULO 8- PalestinA
CAPÍTULO 9- EL GRITO QUE atravesó EL MUNDO
CAPÍTULO 10- TarzÁn
Capítulo 12- El corazón en mil pedazos
Capítulo 13- Madre e hija
Capítulo 17- otros hechos más recientes
Epílogo
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PRELUDIO
Estas son las memorias de mi madre, tal y como ella me las contó. He tratado de contar su historia con tanta precisión como ella solía relatarla, sumándole las partes de sus propios diarios de anécdotas, con las historias que tanto aportaron y animaron la mi vida, y evitando que mis propias interpretaciones de los hechos se interpongan o los exageren. Esta no es una novela de suspense pero, desde luego, para aquellos que vivieron los hechos que voy a contar, el suspense siempre estuvo presente y, desde luego, yo también sentí una gran incertidumbre mientras los escuchaba o los leía. Para que nadie se avergüence al leer estas palabras, en momentos puntuales utilizaré pseudónimos y me centraré sobre todo en mantener la esencia verídica de la historia.
Mi madre era francesa, por eso a lo largo del texto es posible que aparezcan palabras o expresiones en francés. He añadido su traducción para cuando sea necesario. También vivió y estudió en Italia antes de mudarse a Israel y, más tarde, a los Estados Unidos. De nuevo, aparecerán palabras o expresiones en esos idiomas, así que las he traducido lo mejor que he podido.
Ojalá el lector pudiera disfrutar de esta historia, pero admito que es demasiado dura como para que alguien la disfrute. Me duele en el alma lo que sufrió mi madre, y lo que sufrieron tantísimas personas al vivir experiencias similares, o incluso peores.
Yael Eylat-Tanaka
Tampa 2016
Prólogo
Esta no es una autobiografía. Cada una de las palabras que hay escritas es tan cierta como lo son mis recuerdos, filtrados por del paso del tiempo y mis propias vivencias. Sin embargo, por respeto a aquellos que ya no están entre nosotros para opinar sobre esos hechos que solo podrían explicarse desde su punto de vista, se han tenido que omitir muchos detalles. Otros hechos, en cambio, los he apartado para no avergonzar a aquellos que sí se encuentran aún entre nosotros.
La finalidad de estas páginas es dejar constancia de aquellas partes relevantes de mi vida que nunca pude describir en su totalidad. Pienso sobre todo en mi hija, a quien no quería aburrir con historias de cuando ella aún no había nacido o que sucedieron en su infancia. En aquel entonces, surgieron problemas más importantes que debíamos afrontar y todas esas reminiscencias quedaron relegadas a un segundo plano, pues no eran mi mayor preocupación en el momento. Aún así, tengo nuestro pasado grabado a fuego en mi memoria, a veces un poco enrevesado o distorsionado como para estar segura, pero siguen siendo esos recuerdos los que nos convierten en quienes somos hoy en día, los que se filtran hasta la última célula de nuestro cuerpo. He tratado de mirar hacia delante, en busca de un futuro mejor en vez de estancarme en el pasado, pero este siempre ha sido una parte irrefutable de la persona que soy hoy. No podemos cambiar los hechos. Como mucho, podemos cambiar de perspectiva y de opinión sobre esos hechos. Yo, no siempre he sido capaz.
Capítulo 1
Infancia
No sé mucho sobre mis abuelos, de la familia de mi madre no me quedan más que algunos vagos recuerdos. En cambio, de quien sí me acuerdo es de mi abuela por parte de padre, Memé, que siempre estuvo muy presente en nuestra familia. Mi padre y ella estaban muy unidos. Ella era la matriarca de nuestra familia y eclipsaba a mi madre cada segundo, hasta sus últimas consecuencias. El día que mi hija fue secuestrada por su propio padre, Memé me contó que ella misma se había divorciado, porque no era feliz en su primer matrimonio.
Mi familia provenía de Turquía, y mis recuerdos sobre las historias de mi infancia tienen