Autores Varios

Guerra y viaje


Скачать книгу

El tipo de público que asiste a estas sesiones (que suelen durar un promedio de tres jornadas) está en su mayoría vinculado a esferas profesionales y/o universitarias. Un público al que prestamos una especial atención. Por descontado, los ponentes son siempre cuidadosamente propuestos por el equipo coordinador, de acuerdo con sus especialidades y méritos.

      Queda claro, pues, tras todo lo expuesto, que las publicaciones constituyen un dominio que consideramos muy relevante, tanto respecto a la imagen de seriedad y coherencia del MuVIM como en relación con el aporte cultural y científico que lógicamente supone esta tarea continuada de riguroso incremento investigador y bibliográfico, en cuyo marco dialogamos museo y universidad.

      Como es natural, las estrechas relaciones que mantiene el Museo Valenciano de la Ilustración y de la Modernidad con el mundo universitario no sólo se han convertido en uno de sus ejes funcionales más sólidos, sino que también, desde su refundación, con la llegada del nuevo equipo directivo al museo, tales vinculaciones formaron parte explícita y definitiva de sus fundamentos programáticos.

      Se entenderá, por lo tanto, que la identidad del centro, por su claro carácter diferencial frente a los museos de nuestro entorno, apunte esencialmente a mantener –como «museo de las ideas»– sus líneas de intervención, distendidas y abiertas de cara a reforzar las conexiones entre el mundo de la Ilustración y las subsiguientes «modernidades», que han tejido el cuerpo y la fuerza de nuestra historia.

      Finalmente, a la hora siempre básica e imprescindible de los necesarios agradecimientos respecto a la publicación del libro que el lector tiene entre las manos, queremos comenzar mencionando, con sinceridad, la continuada, efectiva y experimentada labor de Berta Raposo y Eckhard Weber, auténticos motores de este proyecto, en quienes el MuVIM y su dirección han encontrado siempre, por fortuna, la mejor predisposición y una plena dedicación, nunca carente de entusiasmo, para llevarlo a cabo. Otro tanto cabe afirmar respecto a Publicacions de la Universitat de València, que mantiene un convenio con el museo y, a través de él, se ha comprometido a editar estos volúmenes periódicamente. Tampoco agradeceremos lo suficiente su respaldo.

      Por otra parte, el personal del museo, como viene siendo ya habitual, desarrolla un puntual seguimiento y pone en marcha su total respaldo a cualquier iniciativa que se asuma en el MuVIM. De ahí nuestro reconocimiento a su labor.

      En cuanto a las instituciones involucradas y a los ponentes que han participado, sólo nos queda manifestarles la gratitud que merecen.

      Romà de la Calle

      Director del MuVIM

      INTRODUCCIÓN

      La tradición cultural y literaria, la memoria colectiva de Occidente, comienza con una guerra y con un viaje. La guerra de Troya en la Ilíada, el viaje de regreso de Ulises a su hogar en la Odisea, cada uno por su lado, han alimentado la imaginación de generaciones enteras y han nutrido de temas y motivos innumerables obras de creación artística y literaria.

      Esta idea inicial fue la que guió la colaboración de nuestro grupo de investigación con el MuVIM (Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad), cuyo director y colaboradores se prestaron amablemente a acoger un congreso internacional que tuvo lugar del 14 al 16 de abril del 2008, en el marco de las celebraciones del segundo centenario del estallido de la Guerra de la Independencia española. Dado que el campo de investigación preferente de nuestro grupo son las relaciones culturales hispano-alemanas, la temática del congreso se ocupó de la guerra y del viaje en la literatura y en la realidad partiendo del punto de vista alemán, buscando una relación con la realidad española a partir de la época de la Guerra de la Independencia.

      La palabra alemana actual para «viaje» –Reise– significaba en alemán medieval ‘expedición guerrera’, ‘incursión’, ‘invasión’. De esta breve nota etimológica se pueden extraer algunas ideas para lanzar una rápida y ligera ojeada a dos fenómenos muy dispares, pero no siempre inconexos, ni en la literatura ni en la vida real. La guerra no sólo se nos puede presentar como viaje hacia el terreno enemigo, o hacia un espacio por conquistar, sino que ella misma provoca muchas veces grandes viajes forzosos en las poblaciones afectadas: en forma de huida masiva o de exilio individual. No es casualidad que las figuras del fugitivo o del exiliado suelan ser parte integrante de la épica heroica de tradición oral, hasta el punto de que la palabra para «exiliado» (wreccheo en alto alemán antiguo) pasará luego (recke en alto alemán medio) a significar simplemente ‘guerrero’ o ‘héroe’. La imagen literaria y el testimonio de la realidad se unen aquí, y ellas serán las dos vertientes entre las que se moverán los artículos de este volumen.

      Los dos primeros se ocupan de guerras medievales. Partiendo de la teoría de la memoria cultural, según la cual la literatura es un medio de formación de la memoria colectiva, en la que el pasado se actualiza mediante reconstrucción y el presente se proyecta hacia el pasado, Eckhard Weber muestra en su artículo cómo el recuerdo de las guerras de la época de las migraciones germánicas está en el centro del interés que guió la plasmación por escrito del Cantar del Hildebrand en el siglo IX. Ya en el apogeo de la Edad Media, con el surgimiento de la épica de las Cruzadas en el siglo XII, la temática de la guerra se une a la del viaje en la forma del peregrinaje, como lo explica Berta Raposo poniendo como ejemplo el Cantar de Rolando del clérigo Konrad y el Willehalm de Wolfram von Eschenbach; dicha unión alcanza una nueva dimensión en la épica precortesana con los motivos del robo de la novia y del viaje a Oriente.

      La Guerra de los Treinta Años (1618-1648) fue el mayor conflicto bélico del siglo XVII, tanto por su duración como por su extensión, ya que implicó a todas las grandes potencias europeas. Su tratamiento literario alcanzó un punto culminante en las obras de Hans Jakob Christoffel von Grimmelshausen, cuya Courasche (traducida al español bajo el título La Pícara Coraje) es objeto de análisis en el artículo de Ingrid García Wistädt, según la cual esta obra es documento y monumento a un tiempo; la duración y las características de la guerra que describe, así como el perfil de su protagonista, la hacen especialmente apropiada para delinear una relación muy paradójica entre guerra y viaje. Por otro lado, el interés por esta guerra dio lugar a finales del siglo XVIII a una obra clásica de la historiografía literaria alemana: la Geschichte des Dreissigjährigen Kriegs (Historia de la Guerra de los Treinta Años) de Friedrich Schiller, de la cual se ocupa Rosario Martí, analizando tanto las posturas de tipo más filosófico como los procedimientos efectivos respecto de la narración histórica schilleriana, y examinando los fragmentos específicamente dedicados a describir o interpretar la acción de la guerra.

      Todavía en el mismo siglo XVIII, la autobiografía novelada de Ulrich Bräker, presentada por Isabel Hernández, describe las peripecias que hubo de vivir el autor a lo largo de los viajes que le llevaron de Suiza a Berlín, a alistarse como voluntario en el ejército prusiano y a desertar poco después; ese modo de vida está dibujado desde el punto de vista del soldado de menor categoría, algo poco usual en la literatura de la época.

      Ya en el siglo XIX, tiene lugar la guerra cuyo aniversario dio pie para la organización del congreso: la de la Independencia española (1808-1814). Como preludio a toda esta época marcada por las violentas secuelas de la Revolución Francesa, Jordi Jané presenta dos maneras distintas de verla que son testimonio del vivo interés despertado en los intelectuales