uso entre la población de moderados o bajos ingresos, que encuentra en la motocicleta una oportunidad para mejorar su bienestar, una posible fuente de ingresos y cobertura de transporte. Según cifras oficiales del Ministerio de Transporte, a partir del 2014 el número de motocicletas registradas superó al número de vehículos en todo el país (figura 1). Una situación similar se reporta en Uruguay, donde se registra un número mayor de motocicletas versus automóviles y camionetas.
Es importante mencionar que en Colombia circula un número mayor de motocicletas, hecho asociado a motocicletas de otros países utilizadas por colombianos en las ciudades de frontera, especialmente en la región oriente (frontera colombo-venezolana). Mientras que en el 2003 se vendieron más de 50 000 unidades, para el 2008 la cifra estuvo cercana a las 450 000 unidades (Rodríguez, Santana y Pardo, 2015). Según los reportes de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI, 2014), entre los clientes existe una marcada tendencia por motos con cilindraje menor a 135 cc. Bogotá y Medellín reportan conjuntamente cerca del 25 % de los registros en el país.
Figura 1. Registro histórico de vehículos en Colombia
Fuente: Ministerio de Transporte de Colombia (2015).
Figura 2. Matrículas por cilindraje en Colombia (2012-2015)
Fuente: Publimotos.com (2015).
De acuerdo con el anuario del motociclista presentado por Publimotos (2015), la mayoría de motos matriculadas entre el 2012 y el 2015 pertenecen al segmento de 101 cc a 150 cc, lo cual representa el 64 %; le siguen las motocicletas con un cubicaje inferior a los 100 cc, con el 19 %, y en tercer lugar están las motos entre los 151 cc y 200 cc, con el 14 % (figura 2). Estas tres categorías representan el 97 % del total de las 2 539 921 unidades matriculadas en el periodo 2012-2015.
Este mismo informe reportó que las marcas con mayores ventas para el periodo fueron Baja, con el 28 %, Yamaha, con el 20 %, y Honda, con el 15 %. Le siguen AKT, Suzuki y Kymco. Asimismo, señala que los colombianos prefieren usar la “prima” de mitad de año para realizar las compras de sus motocicletas; así, al promediar los últimos cuatro años, julio acumuló un total de 232 804 unidades matriculadas, seguido por agosto, con 223 823. Según esta consideración, la motocicleta se convierte en una inversión de sus beneficios salariales y en un activo para las familias.
Entre los principales argumentos del parque nacional de motocicletas, se identifican: el relativo bajo costo de adquisición y mantenimiento; la mayor velocidad promedio de los desplazamientos, especialmente sin atender las consideraciones de las normas de tránsito; el posicionamiento como herramienta de trabajo (servicios de mensajería, plomería, electricidad, mecánica, cerrajería, seguridad, paquetería); la competitividad y flexibilidad de este vehículo respecto al transporte público masivo; la existencia de incentivos al uso, como menores pagos de tributos e incluso la exclusión de impuestos (no asignado el pago de peajes e impuesto de rodamiento para vehículos con bajos cilindrajes).
Otras situaciones que han motivado las ventas de motocicletas son la entrada de nuevas marcas nacionales e importadas que incentivaron una reducción de precios, el aumento de las facilidades de adquisición para un mayor grupo de ciudadanos, el desarrollo de una percepción de bienestar y rapidez a bajo costo, el crecimiento de trabajos formales e informales que requieren la moto como medio de trabajo, el aumento de los precios de los pasajes, las limitaciones de calidad del transporte público y el imaginario colectivo de que la motocicleta constituye un mejor modo de transporte que la bicicleta en términos de velocidad y estatus. Es importante destacar que la política nacional ofrece incentivos a la circulación de los motociclistas asociados a la exoneración del pago de peajes e impuestos; este último beneficio es viable para motocicletas de bajo cilindraje.
En términos económicos, la industria de la motocicleta y negocios afines es un sector en crecimiento. La industria nacional se destaca en Latinoamérica y ocupa el segundo puesto en producción de motocicletas después de Brasil. Para 2012, la industria estaba conformada por 9 ensambladoras, 312 proveedores de materias primas y moto-partes, así como 1700 talleres de mantenimiento; la industria reportó para ese año cerca de 6500 puestos laborales directos (Comité de Ensambladoras de Motos Japonesas, 2012). A estas cifras se suman miles de personas que de manera informal se benefician de las motocicletas en actividades como reparación y mantenimiento. En la fotografía 2 se muestra un sector comercial formal e informal de motocicletas en la zona centro de la ciudad, localidad de Santa Fe.
Ahora bien, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), los motociclistas en Colombia son en su mayoría hombres casados y con estudios secundarios. Por su parte, una de cada cinco compradores es mujer. El nivel de escolaridad predominante en los propietarios de las motocicletas es de secundaria (44 %), seguido de estudios profesionales (23 %) (Giraldo et al., 2013).
Según el reporte presentado por los gremios en 2016, Bogotá y Medellín son las ciudades con mayor número de motocicletas nuevas registradas en ese año, con el 13,48 % y 12,38 %, respectivamente (figura 3). En Cali se registró el 9,11 % de las motocicletas, seguido por el sur del país, con el 7,28 % (conformado por los departamentos del Cauca y Nariño), y el Eje Cafetero, con 5,59 % (ANDI y Fenalco, 2016).
En este mismo informe, según el Registro Único Nacional de Tránsito (RUNT), se presentó una disminución del 14,2 % en las matrículas de motocicletas, al pasar de 661 352 motocicletas nuevas registradas en 2015 a 567 640 unidades en 2016. Asimismo, del total de motocicletas matriculadas en 2017, las de tipo street/sport participan con el 53,37 % del total del mercado; las scooter, con el 10,16 %; las moped, con el 9,55 %; las de uso deportivo Enduro, con el 9,60 %, y las de alta gama, con el 0,84 % (figura 4).
Según cilindrada, del total de motocicletas registradas a diciembre de 2017, el 35,52 % son de 111 a 135 cc, el 28,96 % son de 0 a 110 cc, el 15,57 % son de 136 a 150 cc, el 11,14 % son mayores a 180 cc y el 8,82 % son de 151 a 180 cc. Tal ha sido el crecimiento del parque de motocicletas en el país que se han superado las proyecciones realizadas para este vehículo. Según Acevedo et al. (2009), el parque de motocicletas a 2020 sería de 5,9 millones; sin embargo, esa cifra fue superada en el 2016 (tabla 1). En estas proyecciones, Bogotá y las principales ciudades concentrarán el mayor número de los usuarios.
Figura 3. Matrícula de motocicletas por región (acumulado a diciembre del 2016)
Fuente: ANDI y Fenalco (2016).
Figura 4. Matrícula de motocicletas por segmento (acumulado a diciembre 2016-2017)
Fuente: ANDI y Fenalco (2017).
Fotografía 2. Trabajadores informales de reparación y mantenimiento de motos
Tabla 1. Proyección de parque automotor en Colombia, 2010-2040*
Año | 2020 | 2025 | 2030 | 2035 | 2040 |
Población del país |
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