Ofelia Brown

Sin comunicación no hay liderazgo


Скачать книгу

y el liderazgo. En mi opinión, la habilidad de comunicación explica buena parte del éxito en el liderazgo. Planteo la interrogante: ¿primero eres líder y después te comunicas bien o es porque te comunicas bien que eres percibido como líder? Basada en mi experiencia de más de treinta años de trabajo en este campo, formando y asesorando líderes, puedo afirmar que las personas que tienen buenos hábitos de comunicación alcanzan mejores resultados como gerentes o administradores y son percibidos como líderes por sus colaboradores, pares y superiores. A lo largo de este libro, buscaré convencerte de ello y te brindaré herramientas para que fortalezcas aquellos aspectos que solo tú puedes detectar como oportunidades de mejora.

      Mi objetivo es contribuir a que fortalezcas las competencias comunicativas que necesitarás en cada nuevo estamento que recorras en tu carrera directiva. Debes tener en cuenta que, en el transcurso de tu carrera profesional y directiva, cada día, cada nuevo reto, cada nuevo nivel jerárquico aportará sus propias demandas. En consecuencia, las habilidades de comunicación que te sirven para un contexto no necesariamente te servirán para el siguiente. Considera que las habilidades de comunicación son evolutivas, cambian y se adaptan al contexto. No puedes ni debes pensar que tu forma de comunicación es estática; te servirá mucho más pensar que eres flexible, que te adaptas, que cambias según los ambientes en los que te debes desempeñar.

      Cuando nos ascienden a ser un supervisor o una supervisora, los colaboradores están cercanos a nosotros físicamente. Los vemos todos los días e interactuamos constantemente con ellos. La habilidad de comunicación más utilizada es la comunicación oral, cara a cara. La forma de hablar, las palabras y los gestos serán los canales a través de los cuales expresaremos nuestros pensamientos y actitudes. Luego, al ascender a jefe es posible que no podamos interactuar oralmente uno a uno con nuestros colaboradores, por lo que el correo electrónico y la mensajería instantánea se convertirán en los canales de comunicación. Tu habilidad para comunicarte por escrito en forma tan eficiente como lo haces de manera oral se convierte en tu reto. En el nivel siguiente, cuando ocupas una gerencia, necesitarás saber analizar problemas en equipo, en reuniones, así como preparar actas e informes, formular propuestas, sustentar avances, defender iniciativas y realizar presentaciones orales persuasivas. Finalmente, en el nivel de la alta dirección tendrás que ser capaz de tomar la palabra ante grupos numerosos, elaborar discursos, presentarte en entrevistas de televisión o pódcast, realizar videoconferencias. Es evidente que cada nivel directivo añade complejidad y exigencia.

      Para desarrollarlo en forma ordenada, el tema ha sido organizado en dos partes. La primera se ha dedicado a sentar las bases de conceptos y fundamentos de la comunicación y cómo se experimentan en nuestra cotidianeidad. La segunda parte sustenta la propuesta de que sin comunicación no hay liderazgo; se asume, para ello, un enfoque basado en reconocer que los líderes son comunicadores por excelencia. Comunicación y liderazgo se entrelazan al punto que, en situaciones de dirección, prácticamente son lo mismo.

      En el primer capítulo, encontrarás los principios de la comunicación: la base sobre la que deberás fundamentar tus hábitos comunicativos si quieres ser reconocido como líder. Muchas veces no comprendemos qué características debe tener la comunicación para ser realmente efectiva. Por ello, en el segundo capítulo, buscaremos tomar conciencia de las barreras que se nos presentan a diario al comunicarnos y que requerimos detectar para hacerles frente en forma acertada. Las barreras que más afectan actualmente las comunicaciones son las psicológicas, entre las que se incluye las emociones. Trataremos extensamente sobre estas barreras y acerca de otras como las fisiológicas, las semánticas, las administrativas y las socioculturales.

      El tercer capítulo está dedicado a presentar recomendaciones para lograr la comunicación asertiva, un estilo de comunicación asociado con el liderazgo que se caracteriza por ser firme sin ser autoritario, y honesto sin ser agresivo. Luego, ingresaremos al cuarto capítulo, dedicado a ayudarte a reflexionar sobre la comunicación como mecanismo de autoexpresión. La premisa, en este caso, es: «A través de la comunicación percibimos quién eres». Es la manifestación de tu ser. Por tanto, se requiere realizar un trabajo de autoconocimiento, autoconciencia y autocontrol. En el quinto capítulo, se ingresa a explicar qué comunica: el lenguaje corporal, el paralenguaje, la palabra y los aspectos físicos, a fin de que puedas identificar y dominar los mecanismos por los cuales exteriorizas tus mensajes.

      La segunda parte de la obra se denomina Comunicación y Liderazgo. En el sexto capítulo, se explica la relación directa que existe entre el modo en que te comunicas y el liderazgo que ejerces. Actualmente, se promueven modelos de liderazgo, como el transformacional (Bass, Avolio & Atwater, 1996), el carismático (Conger & Kanungo, 1987; Salvaggio & Kent, 2016), el servicial (Stone, Russell & Patterson, 2004) y el auténtico (Avolio, Gardner, Walumbwa, Luthans & May, 2004). Estos modelos están asociados con comportamientos comunicativos también. Es importante que seas consciente de que cómo te comunicas influye en la percepción de los demás sobre tu estilo de liderazgo. En concordancia, el séptimo capítulo explica cuáles son los componentes del estilo de comunicación de los líderes para que puedas identificar qué rasgos determinan tu propio estilo.

      El octavo capítulo está dedicado a presentar cuáles son las habilidades de comunicación que debes trabajar: desde las básicas (hablar, escuchar, escribir y leer) hasta las más sofisticadas, requeridas en los niveles de alta dirección. No podemos dejar de reflexionar sobre el impacto que ejercen las tecnologías de información sobre la manera en que nos comunicamos actualmente. Este tema es tratado a modo de reflexión en el noveno capítulo.

      Sin duda, la humanidad se ha beneficiado en forma enorme con el avance las TIC, pero también debemos ser conscientes de sus impactos negativos. Si eres un líder y ocupas un cargo directivo, debes contribuir a minimizar las consecuencias negativas de las tecnologías de la comunicación digital o virtual. Finalmente, el décimo capítulo está dedicado a la gestión de la comunicación interna, debido a que los líderes no solo son responsables de su propio estilo de comunicación, sino de la comunicación de sus áreas. El objetivo es que seas consciente de que eres responsable de gestionar la comunicación dentro y fuera de tu área para que se genere una cadena de valor virtuosa.

      Este libro está dirigido a afianzar la capacidad de interactuar de quienes desean seriamente dejar una huella positiva e importante en su paso por sus organizaciones. Confío en que en esta obra encuentres la motivación para despertar tu interés en el tema comunicacional. Tener dominio de las comunicaciones puede ser el factor clave que te diferencie como un líder extraordinario, capaz de influir de forma contundente en el desarrollo de tu empresa o institución. Con esas cualidades, te convertirás en un agente de cambio y alcanzarás las metas que te propongas.

      Tus opiniones y comentarios sobre esta obra serán bienvenidos y bien valorados. Puedes comunicarte conmigo escribiendo a <[email protected]>.

      Primera parte

      Comunicación

      1. Entendiendo la comunicación

      La comunicación es un elemento fundamental de nuestras vidas, tanto en el plano personal como en el profesional. Aunque no nos percatemos de ello, en el desempeño de nuestras labores pasamos gran parte del tiempo comunicándonos. Te invito a que anotes qué actividades realizas a lo largo de una semana de trabajo y a que analices cuáles de ellas son actividades comunicativas: te sorprenderás del alto porcentaje de tiempo que utilizas en comunicarte.

      Nos comunicamos todo el día al realizar las actividades cotidianas y desde el momento mismo en que saludamos al llegar a la oficina. Cuando coordinamos actividades, al informar a un cliente, al consultar un dato, al negociar un precio, al motivar a nuestros colegas o colaboradores para un esfuerzo conjunto, al conversar con nuestro superior, cuando participamos en reuniones, y un largo etcétera. Sin embargo, a pesar de que la comunicación está presente en la mayoría de las actividades, muchos profesionales no son conscientes del impacto que su forma de comunicarse tiene sobre los demás y cuánto está contribuyendo o no al logro de sus objetivos (Fairhurst, 2011).

      Para