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Albania


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arberechas, empiezan a implantarse en Grecia. Reconocidos como buenos guerreros, son contratados como mercenarios por los francos, los catalanes y los bizantinos. A partir del siglo XV y hasta el siglo XVIII, con la invasión de los Balcanes por los otomanos, aproximadamente 300.000 arbëresh encuentran refugio en el sur de Italia, donde participan en guerras locales junto con los reyes de Nápoles que les conceden varios pueblos. Allí van a perpetuar sus tradiciones y su religión católica, pero también a mantener su lengua, una forma de albanés antiguo que no ha sufrido la influencia del turco. En el siglo XX, tras las grandes olas de inmigración italiana hacia Europa y los Estados Unidos, casi la mitad de los arbëresh abandonan sus pueblos. Hoy sus descendientes son unos 260.000 diseminados por alrededor de unas cincuenta ciudades y pueblos del sur de Italia.

       Albaneses de Turquía – Se trata de la comunidad albanesa más numerosa fuera de Albania, con entre 1,5 y 4 millones de personas que todavía hablan la lengua y 8 millones de turcos de origen albanés. A partir de la caída del Imperio otomano y hasta la década de 1970, los albaneses musulmanes de los territorios bajo control griego y serbio, incluidos los albaneses de Kosovo, encontrarán refugio en Turquía.

       Albaneses de Egipto – originarios principalmente del sur de la Albania actual suman aproximadamente 10.000, repartidos entre El Cairo y Alejandría. Son los descendientes de jenízaros y se refugiaron allí cuando Egipto seguía bajo control otomano. La mayoría de ellos, ortodoxos, se fundieron en la diáspora griega de Egipto, mientras que los albaneses musulmanes parecen haberse integrado en la población egipcia.

       Arvanitas de Grecia – Procedentes del sur de la Albania actual, los arvanitas empezaron a instalarse en Grecia en el siglo XIII. En el Ática, la Beocia y la Tracia, pero también en las islas como Hydra, Salamina, Spetses, Andros y la Eubea. Sus descendientes, que han helenizado sus nombres, han permanecido fieles a la religión ortodoxa. Hoy son unos 200.000. Su participación en la Guerra de Independencia en el siglo XIX les ha hecho ser considerados como griegos de pleno derecho por la población. El uso de su lengua, la arvanítica (un dialecto muy parecido al dialecto tosco, que se habla en la parte sur de Albania) tiende ahora a perderse.

       Chams de Grecia – Es la otra rama de la diáspora albanesa en Grecia. Los chams (o chami) vivieron durante siglos en la costa jónica, a caballo entre Albania y Grecia. En el momento de la independencia albanesa en 1912, la división de las fronteras los obliga a emigrar en primer lugar a Albania, pero también a Turquía, donde alrededor del 100.000 de ellos encuentran refugio. Después de la Segunda Guerra Mundial, Grecia continúa con la «limpieza étnica» y expulsa a los musulmanes todavía presentes en su territorio. Hoy en día, alrededor de 40.000 chams ortodoxos viven en Grecia.

       Albaneses de Serbia – Se calcula que son aproximadamente 50.000. Principalmente musulmanes, viven sobre todo en el sur, en la frontera de Kosovo, en las ciudades de Preševo y Bujanovac. Durante la intervención de la OTAN en 1999, esta minoría tomó las armas para reclamar la unión con Kosovo. Los albaneses en Serbia tienen acceso a la educación en lengua albanesa, pero la mayoría de los estudiantes de la comunidad están matriculados en la Universidad de Pristina, en Kosovo.

       Albaneses de Montenegro – Esta comunidad de cerca de 30.000 personas (5% de la población del país) está instalada principalmente en la región de Malesija y en la pequeña ciudad costera de Ulcinj (Ulqin en albanés), cerca de Shkodra. Repartidos entre musulmanes (73%) y católicos (26%) son la cuarta etnia del país, detrás de los montenegrinos, serbios y bosnios. Tienen escuelas públicas y cursos en lengua albanesa en la Universidad de Podgorica y mantienen estrechas relaciones con Albania.

       Otros países de los Balcanes – Los albaneses están también presentes desde hace varios siglos en Bosnia y Herzegovina (10.000), Rumanía (10.000), Croacia (4.000), Eslovenia (4.000) y Bulgaria (300).

       Diáspora reciente – Los albaneses que viven en el extranjero son, por lo menos, el doble de los que viven en su propio país. El número de albaneses que han emigrado desde el siglo XIX sería de 7 a 20 millones. Sin embargo, es complicado saber su número exacto. Por una parte, a veces son considerados población local. Por otra, pueden ser originarios de Albania, de la República de Macedonia o de Kosovo. Y, según los periodos de la historia, las oficinas de inmigración de los países de acogida pueden haberlos contabilizado como serbios, italianos, yugoslavos, búlgaros o griegos. De este modo, serían 1 millón en Estados Unidos (y 250.000 en Canadá), 700.000 en Grecia, 380.000 en Italia, 350.000 en Alemania. En los países francófonos, la minoría albanesa más grande se encuentra en Suiza, con 250.000 personas mayoritariamente originarias de Kosovo. En Francia solo hay 28.000 personas (con una gran concentración en Saint Étienne) y 31.000 en Bélgica

       Minorías étnicas

      Según la postura oficial, la población de Albania sería «homogénea», es decir, un 95% albanesa. Esta posición ya fue defendida por el rey Zog antes de la guerra y después por Enver Hoxha durante el periodo comunista. Sin embargo, Albania se parece a todos los países balcánicos: es un mosaico de pueblos. Según las organizaciones que representan a las minorías, los no albaneses podrían totalizar entre el 20 y el 30% de la población. Esta falta de reconocimiento del peso real de las minorías forma parte de las razones aducidas por la Unión Europea para rechazar la adhesión de Albania.

       Griegos – Oficialmente, Albania tendría menos de 25.000 personas que se declarasen pertenecientes a la minoría griega, es decir, el 0,87% de la población total. Sin embargo, esta minoría impugna estas cifras por considerarlas «subestimadas». Instalados en el sur desde la Antigüedad, alrededor de las ciudades de Saranda, Korça y Gjirokastra, son mayoritarios en algunos pueblos de la costa jónica como Himara. Aquí el uso del griego y dialectos cercanos al mismo son muy comunes, como lo demuestran las numerosas banderas azules y blancas de la República Helénica ondeando en las fachadas de las casas. Si bien las relaciones entre los griegos y los albaneses son bastante tranquilas, a nivel político, la región de Epiro, situada a ambos lados de la frontera, ha sido objeto de un conflicto latente entre Atenas y Tirana desde hace más de veinte años. Tras la caída del comunismo, casi la mitad de los griegos de Albania emigraron a Grecia. Pero, con la crisis económica griega, algunos de ellos empezaron a regresar a Albania. Allí se organizaron en 1991 alrededor de la asociación Omonia («concordia» en griego) para defender sus derechos. Considerada anticonstitucional, esta estructura ha sido prohibida, pero sigue activa, especialmente a través de su brazo político, el Partido de la Unión por los Derechos Humanos. Junto con los eslavo-macedonios, los griegos son una de las dos primeras etnias minoritarias reconocidas por el estado albanés. En este sentido, disponen de escuelas que enseñan griego en determinadas zonas, pero siguen reclamando la creación de centros escolares en Korça, Vlora o Përmeti. Se imprimen varios periódicos en lengua griega en Albania y Grecia dispone de dos consulados en Korça y Gjirokastra.

       Eslavo-macedonios – Con el término «macedonios», Albania designa a los eslavos de lengua macedonia, en contraposición a los ciudadanos de la República de Macedonia que pueden ser eslavos, albaneses, rumanos, romaníes o turcos. Se estima que son entre 4.000 y 15.000, asentados especialmente cerca de los lagos de Prespa y Ohrid, en las ciudades de Korça, Pogradeci y Liqenas. Más musulmanes