Lili Reinhart

Lecciones de natación


Скачать книгу

alt=""/>

      Espero que me mires como

      miras el cielo.

      En pie,

      extasiado,

      admirando mis colores.

      Hoy siento grávido mi corazón

      pero no de tristeza.

      Lo siento lleno

      o hinchado.

      Es como si hubiera descubierto un nuevo

      compartimento dentro de mí

      con mucho espacio libre.

      Y lo estoy llenando,

      fácilmente,

      contigo.

      Te siento

      prendido a una pieza

      de mí que sólo

      continuará creciendo,

      a medida que yo crezca.

      Estás cincelado en mí,

      cómodamente instalado en

      mis espacios vacíos.

      Para mí es más fácil hablar de para siempre

      de lo que es para ti.

      Tú eres un hombre del presente,

      con quien presencio esta inmensa,

      extraordinaria vida.

      Una parte de mí no puede evitar soñar

      en los años que están por venir,

      a causa de este amor

      que siento por ti.

      Estoy ansiosa por seguir amándote

      y crear más momentos de alegría.

      Mi futuro es hermoso

      porque veo la felicidad que es

      para mí inevitable

      contigo a mi lado.

      Desearía haberte besado con más fuerza

      antes de irme esta mañana.

      cómo puede ser amor

      si no temes

      perderlo.

      Tienes la capacidad

      de herirme más que

      nadie en este mundo.

      Lo sé

      porque ya lo he

      sentido.

      Y esta parte vengativa

      de mí quiere herirte

      antes de que puedas

      hacerme daño de nuevo.

      Siempre termino llorando

      en estas cafeterías de la ciudad.

      Lo que una vez fue hermoso,

      ahora es un día sombrío.

      Conducir a casa con un

      asiento de pasajero vacío,

      un doloroso recordatorio de

      tu abandono.

      Dijiste que yo nunca había sentido

      un sufrimiento como

      el tuyo.

      Que una vez que lo padeciera,

      me cambiaría.

      Sólo entonces yo

      entendería de dónde

      provienes.

      Ahora lo entiendo.

      Es sólo que

      ninguno de nosotros sabía

      que serías tú.

      El sufrimiento que

      me cambió

      para siempre.

      Cuando me dijiste

      que había ganado tu corazón,

      no esperaba

      tener que compartir tu

      cuerpo con otra persona.

      Tú eras mío

      y, aun así,

      eras de todas las demás.

      No necesito escuchar

      “te amo” todos los días

      o despertar a tu lado

      cada mañana.

      Dime solamente que

      ves mi rostro cuando

      contemplas el amanecer,

      entonces lo sabré.

      Конец ознакомительного фрагмента.

      Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

      Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

      Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне