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1 Es politólogo, magíster en Ciencia Política y doctor en Ciencias Económicas y Sociales con mención en Ciencia Política de la Universidad de Ginebra (Suiza). Actualmente, es profesor investigador asociado adscrito al Departamento de Ciencia Política y es coordinador del programa de Doctorado Interfacultades en Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá. Es líder del grupo de investigación Análisis de las Políticas Públicas y de la Gestión Pública (APPGP).
2 En otros textos (Roth Deubel, 2007a, 2007b, 2007c, 2008b), he expuesto los cuatro paradigmas vigentes en las Ciencias Sociales que se adosan a los distintos enfoques usados para el análisis de las políticas públicas.
3 Tal vez sea útil aclarar que se trata aquí de discutir los enfoques o marcos conceptuales construidos para analizar las políticas públicas y no para establecerlas o construirlas. Por esta razón, habría que distinguir, por una parte, los enfoques para el análisis y, por otra, las teorías, ideas, creencias e hipótesis usadas para establecer y construir las políticas públicas concretas, aunque es claro que existe una relación estrecha entre estas dos actividades. Justamente, porque señalar las variables importantes significa también indicar cuáles son las variables claves para modificar o transformar, en este caso, la política pública. Por lo tanto, la selección de un abordaje teórico conceptual frente a otro tiene una dimensión política o ideológica.
4 El término policía (en alemán, Policey) era definido por Justi como el “conjunto de las leyes y reglamentos que conciernen en el interior de un Estado y se consagran a consolidar y acrecentar su poder y hacer un buen uso de sus fuerzas” (en Foucault, 2006, p. 359).
5 Rousseau, en la Enciclopedia, definió la economía política como “una suerte de reflexión general sobre la organización, la distribución y la limitación de los poderes en una sociedad” (citado en Foucault, 2007, p. 30).
6 Esta definición hace eco de la división que estableció Jeremy Bentham entre agenda y no agenda; es decir, entre las cosas que se deben hacer y las que no se deben hacer desde el gobierno para incrementar la felicidad (citado en Foucault, 2007, p. 28).
7 El laissez-faire, el hecho de no actuar, intervenir o regular, es también una elección de política pública realizada por las autoridades gubernamentales.
8 Se puede apreciar en estas motivaciones, en particular, en el principio de la eficiencia y el uso de la experimentación científica, claras similitudes con los fundamentos que motivaron a Frederick Taylor (1911) a desarrollar sus principios de organización científica del trabajo a inicios del siglo xx.
9 Stone (2002) considera que los objetivos (goals) de las políticas públicas pueden organizarse alrededor de cuatro conceptos que las justifican: equidad, eficiencia, seguridad y libertad. Por nuestra parte, agregaríamos a estos el concepto de justicia, pues toda autoridad pública moderna, todo Estado, justifica sus decisiones y acciones en la prosecución de estos cuatro o cinco conceptos. Además, nos parece que hoy en día los derechos humanos expresan, desarrollan y buscan los mismos objetivos.
10 En Colombia, al igual que en otras partes del mundo, tanto la estructuración de los programas curriculares como los principales textos de introducción al estudio de las políticas públicas en el mercado usan generalmente también esta perspectiva. Los principales libros de texto empleados en Colombia son los de Aguilar Villanueva (1992), Mény y Thoenig (1992), Vargas Velásquez (1999), Salazar Vargas (1999), Roth Deubel (2002) y Muller (2002).
11 En el mismo sentido he utilizado la metáfora del Estado relojero para señalar esta perspectiva de soluciones mecanicistas (Roth Deubel, 2007d).
12 Retomando a Alvin Weinberg, Majone ([1989]1997) define lo transcientífico como el conjunto de “cuestiones de hecho que pueden enunciarse en el lenguaje de la ciencia, pero que, en principio o en la práctica, es imposible que esta los resuelva” (p. 37).
13 La palabra arte viene del latín ars que significa habilidad, oficio y conocimiento técnico. Durante el Medioevo no se distinguían las artes de las ciencias.
14 Majone ([1989]1997) considera que, con el paso del tiempo, “la eficiencia técnica como meta o como criterio de elección ha sido sustituida por la eficiencia económica” (p. 48).
15 Cómo lo señala Aristóteles en su Retórica, es necesario deliberar sobre “todo lo que puede ser de otra manera” (2005).
16 Se conoce esta clasificación bajo el nombre de las “tres íes”, por las iniciales de las palabras intereses, instituciones e ideas.
17 En este momento, tal vez es preciso recordar la clara relación existente entre el desarrollo de la retórica, como arte de la persuasión y del escuchar bien, y el florecimiento de la democracia. La democracia instaura el diálogo persuasivo y la deliberación como los modos de tomar decisiones, en vez de tomar decisiones unilaterales