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Nouvelle-Aquitaine y sus destinos


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noche, el agua de la marisma se incendiará para mantener a raya a los monstruos y otras criaturas diabólicas. Esta tierra un tanto mágica mezcla leyendas e historia real. ¿Dónde se pueden ver dragones? ¿Qué es una caracola? ¿Es cierto que Madame de Maintenon pasó su infancia en las marismas? Es cierto, como también lo es que Echiré produce una mantequilla tan buena que se sirve en el Elíseo. ¿Y sabe cuál es la especificidad del torreón de Niort? Aprenderá mucho.

       Niort, capital verde y azul

      Capital del departamento de Deux-Sèvres, en el corazón de una área metropolitana de más de 110000 habitantes, Niort es conocida por ser la sede histórica de las principales mutuas francesas. Actualmente, es reconocida por su compromiso con el desarrollo sostenible y el respeto por el medio ambiente. La ciudad potencia los viajes no motorizados y los espacios naturales. Fue elegida Capital Francesa de la Biodiversidad en 2013 por su red verde y azul y por la atención prestada a los humedales, por sus espacios verdes y su transporte no contaminante. Niort también ha recibido la etiqueta Ville et Métiers d'Art, gracias al 36 quai des Arts, situado bajo el mercado cubierto y escaparate de unos doscientos oficios. Podrá pasear por la ciudad, desde los jardines de la Brèche hasta las orillas del Sèvre, para apreciar el centro medieval de esta ciudad que prosperó en torno a sus actividades comerciales. El castillo de Leonor de Aquitania, centinela histórico que domina el Sèvre, y los mercados de estilo baltardiano son dos de las joyas de la ciudad, pero también se pueden apreciar las casas con entramado de madera, un taller de cerámica, el Pilori y su historia, la casa de la Virgen, la plaza frente al mercado y los mercados cubiertos, siempre animados.

       Siete puntos de interés

      - La Casa de la Marisma de Poitou de Coulon.

      - El parque ornitológico Les Oiseaux du Marais Poitevin, en Saint-Hilaire-la-Palud.

      - Du Coq à l'Âne, la fábrica de jabón de la marisma poitevina en Saint-Georges-de-Rex.

      - El castillo de Coudray-Salbart, en Echiré.

      - El museo Bernard d'Agesci de Niort.

      - Zoodyssée, en Villiers-en-Bois.

      - El castillo de Niort.

       www.niortmaraispoitevin.es

       www.tourisme-deux-sevres.com

      La Rochelle-Isla de Ré

      Orientada hacia el océano. La Rochelle le invita a pasear por su viejo puerto y admirar sus tres torres, verdaderos testigos de la historia de la ciudad (una de ellas lleva el recuerdo de los prisioneros que se alojaron allí con más de seiscientos grafitis en sus paredes). De hecho, han visto la partida de muchos exploradores.

      Después, nos dirigiremos a la isla de Ré, donde podremos alquilar bicicletas para recorrer las marismas salinas y continuar por el sendero de las fortificaciones de Vauban. Si tiene hambre, se impone un plato de Marennes Oléron (ostras), así como una visita a la isla del mismo nombre.

       www.islaoleron.es

       Descubriendo La Rochelle

      El itinerario comienza con la visita a las tres torres. Al pie de la torre de la Cadena (Chaîne), se puede tomar un ferri para dar un rápido paseo náutico entre dos torres. Luego, pondremos rumbo al antiguo barrio de pescadores; Gabut y sus coloridas casas de madera nos recuerdan que la ciudad fue un importante socio comercial de los países escandinavos. Otro barrio de pasado marítimo, Saint-Nicolas, pequeño pueblo dentro de la ciudad, alberga tiendas de diseño, de segunda mano, galerías de arte, librerías y librerías de viejo. Conviene hacer una parada en el bar de La Guignette, la guarida de los jóvenes de La Rochelle. Si viaja en familia, es imprescindible visitar el acuario y el museo marítimo, que también está en el fondo de la dársena de los arrastreros.

      En la ciudad, puede pasear en busca de las más bellas casas de entramado de madera y de las antiguas casas de los armadores. Se encontrará con la catedral de San Luis, el Museo de Historia Natural y el Museo del Nuevo Mundo, que acoge en su patio una majestuosa estatua de Toussaint Louverture, obra del escultor senegalés Ousmane Sow. También puede acercarse al mercado que se celebra bajo el mercado cubierto del siglo XIX, cuyos puestos se desparraman por las calles colindantes.

      A la hora de ir a la playa, puede elegir entre la de Minimes, la de la Concurrence o Chef de baie, la más lejana y la favorita de los locales. Pero lo que más atrae a los visitantes es Francofolies, el evento musical de julio.

       www.larochelle-turismo.es

       La isla de Ré, la isla blanca

      Con 30 kilómetros de longitud, la isla de Ré está unida a La Rochelle por un puente de 2,9 kilómetros. La isla ofrece 85 km² de libertad y una atmósfera salada entre tierra, mar y cielo. La mejor manera de moverse por ella es pedaleando, pues cuenta con 110 kilómetros de pistas para bicicletas que permiten descubrir Ré y sus casas bajas con persianas verdes, las malvas reales y las dunas. Aquí cultivan un hermoso arte de vivir cuyo éxito nunca ha sido negado. Puede preparar un pícnic en el bosque de pinos, volar una cometa en la Conche, probar los productos locales: patatas, piñones, coñac, cerveza, mermelada, ostras... Y luego, ir de compras al puerto de Saint-Martin y subir a lo alto del faro de Las Ballenas.

       www.isladere.es

       Un destino múltiple

      De regreso al continente, Rochefort es la ciudad elegida para sumergirse en el pasado marítimo del destino. El Arsenal des Mers permite visitar cuatro puntos principales, el Hermione, una famosa réplica de la fragata de La Fayette, el museo naval nacional, la Corderie Royale y el Accro-mâts, un recorrido lúdico de equilibrio sobre el mástil de un velero. Al atardecer, podrá pasear por las marismas o caminar por la gran playa del complejo turístico Belle Époque de Châteillaillon antes de regalarse una experiencia única de bienestar y puesta a punto en un centro de talasoterapia.

      

      Vassivière – Meseta de Millevaches

      Meseta Millevaches y lago Vassivière.

      © kikokiko23 - stock.adobe.com

      Es una región verde de valles salpicados de lagos y bosques, cerca de Limoges, que incluye el río Vézère, el valle de los impresionistas del Creuse, el Parque Natural Regional de Millevaches, el lago de Vassivière... y los mercados agrícolas. También es un paraíso para los pescadores, excursionistas y ornitólogos. El lago de Vassivière es tan grande que se puede recorrer en taxi acuático. Puede pescar, practicar piragüismo, remar, hacer wakeboard o braza. Quienes estén en forma podrán tomar la salida en la Transmillevaches —una prueba de BTT— para descubrir la meseta de Millevaches. Si usted es un artista, no olvide llevar sus pinceles al Valle de los Pintores. Desvíese a la Manufacture d’Aubusson para aprender todo sobre la tapicería.

       Un lago costero y salvaje a la vez

      Las playas de arena fina y los puertos deportivos del lago de Vassivière ofrecen una gran variedad de actividades náuticas, desde la navegación hasta las visitas a bordo de cruceros. Disfrute de los majestuosos bosques y explore sus senderos a pie, a caballo, en bicicleta de montaña o en quad. Es una tierra de leyendas que combina la creación artística contemporánea y las tradiciones locales.