sabéis que os lo merecéis.
Y ahora te digo yo: ¿crees que te mereces esa plaza?
Piensa muy bien la respuesta, porque de ella dependerá que la obtengas o no.
¿Te parece interesante lo que vamos a aprender?
Y te preguntarás por qué yo y no otra persona. Pues bien, la respuesta es fácil. Mi nombre es Andrea Bertolino y con diez años me metieron en un avión y me trajeron a España donde crecí aislada de familia y amigos de la infancia. En algunas épocas con bastante dificultad para salir adelante, y eso creó en mí una actitud que no quería. Estaba enfada, triste, dolida y las cosas no marchaban como quería. Pasaron los años y todo seguía exactamente igual. De hecho, me llevé varios motes nada atractivos. Motes que por cierto me creí a pies juntillas hasta que a los veinticinco años dije: «Hasta aquí».
Y comencé un camino de crecimiento personal y de perdón. Perdón hacia los demás, pero en esencia perdón hacia mí. Me desprendí de todas las etiquetas y motes que no eran míos porque, en esencia, yo no soy así. Tal vez me comporté así en una determinada época o en ciertas circunstancias, pero esa no soy yo.
Ello me liberó tanto que jamás creí que podía sentirme así. Tranquila. En paz. Realizada, con un propósito fijo: ayudar a los demás. Ayudar a que vosotros también os sintáis así.
Empecé creando mi propia vida con la determinación y realización de objetivos. Aprobé cinco oposiciones de enfermería, tres de ellas con plaza, viajé a numerosos países, seguí formándome y creé mi negocio de joyería creativa y posteriormente mi empresa de coaching, crecimiento personal y motivación.
Toda mi experiencia la pongo a tu disposición para que te sientas poderoso, superes tus límites y llegues con todas las garantías de éxito a tu examen y tengas la firme convicción de que una plaza es tuya de antemano.
Te voy a contar una historia para que veas que todo pasa por algo. Hace unos años descubrí que había venido a este mundo a llevar a cabo un propósito. Cayó en mis manos un libro que mi madre tenía hacía siglos en su biblioteca y yo ni siquiera me había percatado. Mi norma desde un tiempo a esta parte es empezar el año en un país diferente. Por diferentes circunstancias, ese año, ese día que decidí estar en casa en Navidades mis ojos lo vieron, lo cogí y lo llevé a casa. Al día siguiente empecé su lectura y supe al instante que ese era mi libro y mi momento. Ese libro era Tus zonas mágicas, de Wayne Dyer.
De él saque muchos conceptos clave, pero dos de ellos fundamentales para la vida. Así que te los voy a explicar. Uno de ellos lo he titulado «mójate el culo».
Sí, sí…. Has leído bien, mójate el culo.
Ya es hora de dejar la pereza, creencias y ese lastre que te impide avanzar y pasar a la acción. De qué te sirve andar en el pasado, regodearte en algo que pasó, o de unas circunstancias adversas, y darle vueltas y vueltas durante años, aun a sabiendas de que el pasado no podrás cambiarlo y eso seguirá ahí. ¿Qué beneficios te reporta?
Toma las riendas de tu vida de una vez. Deja de lado el victimismo y el compadecerte, abandona el pensamiento negativo, y, sobre todo, abandónalo porque jamás podrás cambiar lo que ya ha ocurrido. Podrás aceptar, perdonar, resignarte…; lo que sea que tu corazón te dicte, pero jamás podrás borrar algo ya pasado. Afronta tu día, supera tus límites y pasa a la acción. Empodérate y mira por ti. Aquí creo necesario reforzar el concepto de que actuar en beneficio propio influirá en pro de la mejora, también, del entorno que te rodea. Mejora tu vida, es más, crea tu vida, la que desees. Diséñala a tu gusto y llévala a cabo cada día del resto de ella.
Tendrás miedo, lo sé. Pasaras días malos y épocas canutas, pero será tu crecer, será tu punto de inflexión en el que digas: «Esto es lo que quiero, y lo conseguiré».
Cuando empieces a creer en ti, a verte capaz de todo y a sentir ese empoderamiento proactivo recorriendo tu espalda, estarás despertando. Y te harás fuerte, seguro y noble y dispuesto a ir a por todo lo que quieres en la vida.
Parte de mi pequeña historia me hace volver veinte años atrás. Por aquella época tuve una pareja muy deportista y empecé a correr. Duré unos cinco o seis días. Y pensé: «Esto no es para mí. Soy muy delgada, mis músculos no pueden con esto». Y cada vez que conseguía un logro pequeño en la carrera, mis creencias volvían y daba por perdido todo y tiraba la toalla.
Pues bien, hace quince años, tuve otro novio. Y qué era él. Muy deportista también. Y qué hice yo. Empezar a correr. Y cuál fue nuevamente mi respuesta. «Yo no valgo. Yo no puedo. Yo no…». Ahí quedó todo mi afán de superación en el running.
Hasta que… ¡ta chan!... un 1 enero dije que iba a hacer un reto que consistía en correr cuarenta días seguidos. Y me puse a ello. Y lo llevé a cabo. Es más, hasta hoy sigo corriendo todos los días. Y ¿sabéis qué? Sigo vivaaaaa… Así que es el momento de echarle cojones, levantarte y moverte hacia lo que buscas, porque a casa, esa plaza de oposición que ansías no te la va a llevar un mensajero. Al igual que «eso» que deseas con todo tu corazón desde hace años no te va a llegar por correo exprés.
Así que mójate el culo y actúa.
¡Cuando haces pop, ya no hay stop!
El segundo concepto extraído del libro que puse en práctica lo he llamado «cuando haces pop, ya no hay stop».
Y es que cuando entras en el ciclo de superación, consecución de objetivos y motivación, ya no hay quien te pare porque sabes, sabes perfectamente, que vas a conseguir lo que te dé la gana. Es más, lo que te dé la puta gana. Porque en ese momento eres imparable, eres fuerte, eres grande y debes salir ahí fuera y demostrárselo al mundo. A decir: «Sí se puede, yo lo conseguí». Mirad en lo que me he convertido. He entrenado y sufrido, pero ha merecido la alegría, porque yo la pena, no la gasto ni para frases hechas.
•Permítete ser feliz.
•Permítete ser merecedor de tu plaza fija.
•Permítete ser tú mismo, con tus virtudes y tus defectos.
•Permítete aceptarte.
•Permítete disfrutar.
•Simplemente permítete, porque te lo mereces, porque puedes, porque eres único y especial.
Esto no es lo que esperas…
En algunos libros debería ser obligatorio escribir este apartado. No me gusta perder el tiempo y por supuesto, menos aún, hacerlo perder a los demás. Sean conocidos o no. Por eso me he propuesto dejarte unas cuantas líneas para que sepas por dónde van mis páginas y mi intención a la hora de que vean la luz.
Me gustaría aclararte que este no es un libro al uso, como los típicos de las librerías o de los que te puedan recomendar; no es uno de esos que te enseña de tu especialidad o de tu profesión. No aprenderás materias ni textos nuevos. Ni conocimientos básicos ni profundos sobre la temática que estás preparando para la oposición.
Este es un libro que te enseña a vivir la vida de una manera consciente, plena y feliz; a ser tu mejor versión, porque sabes perfectamente que dentro de ti hay mucho más de lo que dejas ver y salir; a conseguir todo aquello que te propongas, sea material o espiritual, fácil o difícil; a que dejes huella con tus valores relacionados con el amor por la vida y el ser; a que te aceptes tal y como eres y dejes de luchar contra tu propia esencia…
Te enseñaré y acompañaré para que tu mente se transforme en poderosa y te empodere cada día. Que sea un instrumento que te permita ser capaz de lo que tú quieras, y seas plenamente consciente de ello, para que te aporte todo aquello que anhelas y te conviertas en una persona imparable, feliz y empoderada.
Te ayudaré y prepararé para que elimines viejas creencias e incorpores e implementes nuevas y potenciadoras que te generen paz y tranquilidad. Que pueda habitar en ti la serena aceptación de lo que es. Pero sobre todo quiero que disfrutes de él y su lectura