inmersos en un electrolito o medio húmedo.
2.5.3 Por la apariencia del metal corroído
La clasificación de la corrosión por su apariencia en uniforme, localizada o en placas es muy útil en una primera aproximación al fenómeno. En la corrosión uniforme el metal se corroe a la misma velocidad en toda su superficie, mientras que en la localizada solamente resultan afectadas pequeñas áreas siendo necesario establecer las diferencias entre la corrosión localizada de tipo macroscópico y el ataque microscópico local. En el ataque microscópico, la cantidad de metal disuelto es mínimo y puede conducir a daños muy considerables antes de que el problema sea visible. El ataque uniforme o generalizado es la forma más benigna de la corrosión y el tipo más comúnmente encontrado, caracterizándose por el adelgazamiento progresivo y uniforme del componente metálico. El ataque se extiende en forma homogénea sobre toda la superficie metálica, es decir, la pérdida de espesor será muy parecida en cada punto de la superficie del material y su penetración media es igual en todos los puntos. En el caso de las conducciones esto da lugar a la aparición de fooling o ensuciamiento del circuito. Un ataque de este tipo permite calcular fácilmente la vida útil de los materiales expuestos a él. Un ejemplo característico es la corrosión atmosférica.
Figura 2.7 Ataque por picadura de punto o (pitting) en una conducción de acero negro
Corrosión atmosférica
El medio agresivo en el que se originan más del 50% de las pérdidas totales atribuibles a fallos por la existencia de fenómenos de corrosión, es la atmósfera. El oxígeno del aire y los contaminantes atmosféricos inciden intensamente en la corrosión metálica.
Ataque selectivo o localizado
Es el que se da solamente en una zona muy concreta de la superficie del metal, manifestándose por la aparición de picaduras o perforaciones aisladas.
Figura 2.8 Ejemplo de corrosión selectiva del latón en una instalación
Aireación diferencial
Producida en aquellos lugares que favorezcan la acumulación puntual de agua/humedad en los ambientes secos o de aire o en los medios sumergidos. También puede producirse en el interior de conductos por la obstrucción o las alteraciones del flujo, que puedan producir zonas más aireadas dentro de la propia tubería. La corrosión bajo depósitos de fooling (suciedad) es en realidad debida a la aireación diferencial.
El ataque por picadura de punto o (pitting)
Se presentan en formas de perforaciones en una superficie relativamente inatacada y se desarrolla de tal manera que su ancho es comparativamente menor que su profundidad, propagándose en el interior del metal formando túneles. El picado se puede presentar en varios metales y aleaciones, pero los aceros inoxidables y las aleaciones de aluminio son susceptibles en especial a este tipo de degradación, presentándose así mismo con más frecuencia en soluciones de pH casi neutros, que contengan iones halógenos (cloro, flúor, bromo, etc.). También es susceptible de este ataque el cobre, que según las circunstancias pueden ser de las llamadas del tipo I, II, III. La propensión a corrosión por picadura se evalúa en el cobre mediante el monograma de Lucey.
Corrosión por cavitación
Es la producida por la formación y colapso de burbujas en la superficie del metal (en contacto con un líquido). Es un fenómeno semejante al que le ocurre a las caras posteriores de las hélices de los barcos. Genera una serie de picaduras en forma de panal.
Corrosión selectiva de las aleaciones
La corrosión por disolución selectiva se produce en las aleaciones polifásicas al efectuarse la supresión de uno de los elementos de una aleación siendo el ejemplo más común la eliminación del cinc en aleaciones de cobre-cinc (latones 30/70), conocido con el nombre de descinficación del latón (Cu-Zn).
2.5.4 Protección contra la corrosión
Para evitar la corrosión se tendrán en cuenta los siguientes aspectos considerados en el Código Técnico de la Edificación en el Documento Básico HS 4 «Suministro de agua»:
Las tuberías metálicas se protegerán contra la agresión de todo tipo de morteros, del contacto con el agua en su superficie exterior y de la agresión del terreno mediante la interposición de un elemento separador de material adecuado e instalado de forma continua en todo el perímetro de los tubos y en toda su longitud, no dejando juntas de unión de dicho elemento que interrumpan la protección e instalándolo igualmente en todas las piezas especiales de la red, tales como codos, curvas. También se protegerán con los revestimientos adecuados, cuando los tubos discurren enterrados o empotrados, según el material de los mismos, serán:
a. Para tubos de acero con revestimiento de polietileno, bituminoso, de resina epoxídica o con alquitrán de poliuretano.
b. Para tubos de cobre con revestimiento de plástico.
c. Para tubos de fundición con revestimiento de película continua de polietileno, de resina epoxídica, con betún, con láminas de poliuretano o con cincado con recubrimiento de cobertura.
Los tubos de acero galvanizado empotrados para transporte de agua fría se recubrirán con una lechada de cemento, y los que se utilicen para transporte de agua caliente deben recubrirse preferentemente con una coquilla o envoltura aislante de un material que no absorba humedad y que permita las dilataciones y contracciones provocadas por las variaciones de temperatura.
Toda conducción exterior y al aire libre, se protegerá igualmente. Así los tubos de acero lo serán con recubrimientos de cinc y los que discurran por cubiertas de hormigón se dispondrá de manera adicional a la envuelta del tubo de una lámina de retención de 1 m de ancho entre estos y el hormigón. Cuando los tubos discurran por canales de suelo, ha de garantizarse que estos son impermeables o bien que disponen de adecuada ventilación y drenaje. En las redes metálicas enterradas, se instalará una junta dieléctrica después de la entrada al edificio y antes de la salida.
Se evitará el acoplamiento de tuberías y elementos de metales con diferentes valores de potencial electroquímico excepto cuando, según el sentido de circulación del agua, se instale primero el de menor valor. En particular, las tuberías de cobre no se colocarán antes de las conducciones de acero galvanizado, según el sentido de circulación del agua, para evitar la aparición de fenómenos de corrosión por la formación de pares galvánicos y arrastre de iones Cu+ hacia las conducciones de acero galvanizado, que aceleren el proceso de perforación.
Igualmente, no se instalarán aparatos de producción de ACS en cobre colocados antes de canalizaciones en acero, aunque excepcionalmente, por requisitos insalvables de la instalación, se admitirá el uso de manguitos antielectrolíticos, de material plástico, en la unión del cobre y el acero galvanizado, pudiéndose efectuar, sin embargo el acoplamiento de cobre después de acero galvanizado, montando una válvula de retención entre ambas tuberías, así como acoplar al acero galvanizado elementos de acero inoxidable.
En las vainas pasamuros, se interpondrá un material plástico para evitar contactos inconvenientes entre distintos materiales.
Se evitará siempre, como reiteraremos en el capítulo 5 (apartado 7.1.2) sobre la instalación de suministro y distribución de agua sanitaria, la incompatibilidad de las tuberías de acero galvanizado y cobre controlando