puedo alcanzar”.
La mamá delfín le explica
que todos no son igual
que unos surcan los cielos
y otros nadan en el mar.
El delfín sigue mirando
a los mosquitos bailar
y él dice protestando
“Quiero con ellos estar”.
“Tú no tienes dos alitas
con las que poder volar”
le contesta con paciencia
allí al delfín su mamá.
Mientras estaba escuchando
lo que le decía mamá
el delfín que es ingenioso
no hacía más que pensar.
Él quería bailar mucho
como hacían los mosquitos
por eso en ese instante
comenzó a dar saltitos.
Se metía en el agua
y volvía a salir
hacia una pirueta
y se volvía a sumergir.
Los delfines le miraban
y mucho que les gustó
y entonces todos ellos
ese ritmo se siguió.
Bailando a esa luna
que brillaba en lo alto
los mosquitos la bailaban
y los delfines dan saltos.
Todos están muy contentos
y siempre repetirán
el baile de los mosquitos
y mucho ensayarán.
Los delfines saltan mucho
pues quieren así llegar
hasta donde los mosquitos
a la luna bailarán.
Y cuando sale la luna
esa que muy grande está
los mosquitos y delfines
se reúnen a bailar.
AMOR
3. QUE GRANDE ESTÁ LA LUNA
Un elefante mirando
a la luna se encontraba
“Pero ¿por qué está tan grande?”
a su mamá preguntaba.
“Será que mucho ha comido”
la mamá le contestó
“Pues dame a mí de comer
que grande quiero ser yo”.
La mamá se lo ha pensado
y de nuevo le decía
“Mira cómo se ha movido”
y su hijito miraría.
“Sí, veo que se ha marchado
antes enfrente estaba
ahora se encuentra al lado”
el pequeño lo notaba.
“¡Anda tú!, como la luna”
la mamá le está diciendo
el pequeño lo ha pensado
y la estaba respondiendo.
“Si ella se va de paseo
también quiero hacerlo yo
ese será mi deseo”
y a andar comenzó.
Pero él se ha cansado
y a su mamá le decía
“Mejor andaré mañana
o puede ser otro día”.
La mamá le ha contestado
“A la luna perderás
si te quedas ahí parado
prontito no la verás”.
Pensativo un poquito
el pequeño se quedó
y le dice a la luna
“Pues andar no quiero yo”.
La luna que le ha escuchado
enseguida respondía
“¡Échate ahí a dormir
hasta que llegue el día!”.
“Pero quédate conmigo
―el elefante pedía―.
Me pararé un poquito”
y el peque se dormía.
Cuando se ha despertado
mirando al cielo estaba
“Luna, ¿por qué te has marchado?”
la luna le contestaba.
“Estoy aquí escondida
hoy no me voy a marchar”
el elefante la mira
y en el cielo la verá.
“Mamá, mira es la luna”
contento está diciendo
la mamá le ha mirado
y ella está sonriendo.
“Luna ―dice el pequeño―.
Ya te puedes ir andando
por que como he descansado
puedo yo seguir marchando”.
Y la luna que le escucha
a moverse ha comenzado
el elefante la mira
y él también ha andado.
Pero lleva mucho rato
y de pronto se ha parado
mira la luna en lo alto
y el peque ha preguntado.
“¿Por qué tú nunca te cansas?”
y la luna le decía
“Anda mejor despacito”
y despacito él seguía.
AMOR
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