cultura. Se expresa allí donde sucede el arte y también donde se dan todas las praxis humanas, complejo sistema más o menos orgánico que comprende tanto las prácticas simbólicas, como las no simbólicas. Esto se hizo muy evidente a partir de 2006, con la cancelación de Manifiesta 6 (Bishop, 2012), un evento internacional de arte contemporáneo que optaba por una escuela de arte no formal como plataforma creativa con opciones variadas de pedagogía alternativa, entre las que se consideraron las propias prácticas artísticas. Ese suceso posibilitó una variada tipología de modos de hacer, pedagógicos y artísticos, que se pueden aplicar a lo que —durante el taller— llamamos «taller dual» y que parte de mi participación en la Octava Bienal de Mercosur, desde donde se esbozó el término transpedagogía1 (Helguera, 2011).
La noción de taller dual parte de un diseño de taller como si de una obra artística se tratase. Junto con otra noción, taller de autor, marcan una diferencia de uso de estas formas de enseñanza. Los talleres, duales y de autor, no se conciben con la finalidad de salir del campo docente, puesto que nunca han de ir a un museo. Tampoco el profesor establecerá que su taller es una obra de arte, como sucede en los llamados proyectos pedagógicos, dentro de las estrategias participativas y performativas más recientes. El arte usa su plataforma metodológica en tanto estilos, géneros y tendencias, no para establecer propiedades sobre sus procesos, sino como una vía de conformación y propagación de saberes. En síntesis, talleres duales o de autor no se coleccionan, sino que usan el arte; son diseñados curricularmente y puestos en práctica desde el arte, pero nunca han de regresar a él.
En este primer taller indagamos sobre las grandes posibilidades de un procedimiento que rebasara la transpedagogía aludida en la Bienal de Mercosur, que como se plantea (Hoff, 2011), es heredera de las intenciones de Luis Camnitzer en la edición anterior. Fueron determinantes ciertos aspectos que se pusieron en práctica con la coordinación de la “Experiencia Taller de octubre a noviembre no(s) basta”, en 2003, durante la Octava Bienal de La Habana para artistas y estudiantes de diferentes carreras artísticas y tecnológicas. Así se logró que el taller sintetizara una experiencia y fuentes múltiples.
El intento de ir más allá de ese giro pedagógico previo permitió explorar y aplicar tanto proyectos pedagógicos como metodologías provenientes de tendencias artísticas del siglo XX. Asímismo, incorporará las nuevas formas de autoría y colaboración en comunidades directas o en redes sociales, prácticas vinculadas a formas documentales, así como los usos variados de la forma y el funcionamiento del archivo, las nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones, al igual que la visualización de datos o los medios locativos; además de formas audiovisuales y escénicas novedosas, como el videomapping.
Los asistentes desarrollaron ejercicios prácticos relacionados con su experiencia docente en la UVA; se ejercitaron y cuestionaron los contenidos de cada encuentro. Acorde con los intereses docentes de los talleristas, procuramos diseñar tres plataformas de visualización —o documentación— que incorporaran el uso frecuente de bitácoras como modo de registro y archivo de la experiencia, así como otras maneras de documentación de la acción pedagógica. De aquellas formas de memoria, la que incorporó mayor novedad y efectividad fue la conformación de un grupo de Facebook, a través del cual no sólo se intercambiaron materiales de consulta, sino que funcionó como un agitador de ideas que permitía el ensamblaje de nuevos contenidos y ejemplos encontrados por los participantes. El valor añadido de esta práctica residió en las posibilidades de comentarios que potenciaron el debate y el disenso.
Los objetivos desarrollados fueron, en primer lugar, conocer y aplicar los modos de producción simbólica actuales en el arte contemporáneo para diseñar, programar, impartir y visualizar los procesos y resultados de talleres en la Educación artística no formal. También se consideró conocer y aplicar a la docencia las tipologías de las últimas tendencias del arte contemporáneo, desde una perspectiva híbrida. Finalmente se trata de generar y poner en práctica metodologías singulares a partir de intereses pedagógicos específicos, para vincular a docentes, alumnos, públicos y comunidades.
Como ya quedó señalado, la novedad y efectividad del procedimiento consistía en usar las estrategias del arte para aplicarlas a la Enseñanza artística no formal, que incluye no sólo las manifestaciones artísticas más recientes, sino también tradicionales como el flamenco y el son jarocho, y otras que sólo como punto de partida pueden considerarse parcialmente artísticas o, simplemente, no artísticas, como el t’ai chi ch’uan y el parkour. Lo importante de todas las prácticas especializadas que se enseñan en UVA es la incidencia en la comunidad a través de una Educación artística no formal, puesto que son real o potencialmente conformadoras de subjetividades desde la cultura misma.
La actividad final coincidió con la necesidad por parte de la UVA de definir los talleres del ciclo siguiente, así que dedicamos la última sesión a concebir diseños donde se aplicaran a discreción los aspectos discutidos a lo largo de todas las sesiones.
Más allá del giro pedagógico. Prácticas relacionales y campo expandido
Tras esa actividad final surgió la necesidad de dar continuidad a la experiencia, en una segunda etapa, con la puesta en común en el LAD por parte de los participantes —entre los que hay que destacar a Yuridia Rangel, Magdala López, Edwin Trujeque y Carmen Correa—, además del autor de estas líneas.
Aparece entonces Más allá del giro pedagógico. Prácticas relacionales y campo expandido, taller impartido por el autor donde trazamos y perseguimos objetivos que pueden ubicarse como conectores de la primera parte, asociada al primer taller, y esta última etapa, que corresponde a la publicación del presente libro. Primeramente, nos planteamos generar posibles líneas de investigación en la Educación artística no formal por parte de la comunidad educativa de la UVA. Enseguida, buscamos aplicar resultados parciales de esas posibles líneas de investigación a la práctica docente dentro de la UVA. Por último, se hará posible la publicación de resultados parciales de las líneas de investigación, facilitando la puesta en común con otras comunidades educativas y artísticas.
Para acotar estos objetivos generales, definimos varios objetivos específicos, como generalizar los procedimientos que trazan las diferentes prácticas artísticas al enunciar su nueva condición expandida: cine (Youngblood, 1970), escultura (Krauss, 1979), teatro (Sánchez, 2007) y pedagogía (Helguera, 2011).
Simultáneamente, tenía como metas aplicar la metodología generalizada de las prácticas artísticas expandidas al diseño de talleres en la Educación artística no formal, y emprender la redacción de un artículo colectivo sobre los resultados del taller.
Marcando la diferencia entre las necesidades de una curaduría pedagógica y el ejercicio específico de la coordinación de una docencia en un centro cultural que potencia la Educación artística no formal (CCU TLATELOLCO/UVA), propusimos los textos originales como foco de lectura, debate y crítica, que nos llevaran hacia una metodología general para expandir talleres atendiendo dos perspectivas: usar el arte en la docencia (y no, como ocurre con mayor frecuencia, en el sentido inverso) y rebasar los marcos propios de las disciplinas que se practican en la UVA. Acción muy útil, considerando los limitados alcances de los centros culturales respecto de sus poblaciones de usuarios, circunstancia que genera la necesidad de ensanchar la oferta de talleres para disminuir el riesgo de agotar a los públicos con contenidos reiterados que acaban provocando aburrimiento, en el mejor de los casos, o deserción.
A partir de un trabajo primeramente individual y luego de varias puestas en común, generalizamos estas prácticas específicas provenientes del arte para percatarnos de que, si aspiramos a la aplicación de una pedagogía en el campo expandido de la Educación artística no formal, debemos atender ciertos criterios que no han de operar como receta o manual infalible, sino como incitadores en el rediseño o creación de nuevos talleres, para usar la expansión como en el arte, pero dándole uso docente. Al respecto, son significativos los
siguientes criterios:
Aplicar el recurso de una tabla de equivalencias:
actividad artística | actividad pedagógica |
obra
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