11.3 El acoso sexual en las redes
12. Cómo evitar que los adolescentes se conviertan en abusadores
12.2 La importancia de la prevención
13.1.1 Consecuencias iniciales
13.1.2 Consecuencias a largo plazo
14.2 ¿Cómo afecta la combinación de alcohol y tabaco en el riesgo de cáncer?
14.3 Trastornos mentales en hombres y mujeres expuestos a abuso sexual en la infancia
14.4 Consecuencias del abuso sexual infantil: una revisión de las variables intervinientes
14.4.1 Consecuencias a corto plazo
14.4.2 Consecuencias a largo plazo
14.6 Trastorno mental en menores víctimas de abuso
INTRODUCCIÓN
Este libro nace ante la necesidad y demanda de muchos padres y profesionales de tener herramientas que les permitan enseñar a los menores de forma lúdica a protegerse del abuso sexual infantil (ASI), así como poder detectar el abuso y acoger de forma saludable para el menor, sin miedo, sabiendo que este es un problema social que, por desgracia, afecta a muchos menores.
Otra de las razones por las que nace este libro es porque en los años que llevo trabajando el ASI en mis talleres y cursos a profesionales especializados en menores (maestros, psicólogos, trabajadores sociales, educadores sociales, integradores sociales, educadores infantiles, médicos y enfermeras) escucho mucho la frase «este tema es muy difícil y yo no quiero implicarme, si veo que a un niño puede pasarle algo así, prefiero no meterme y mirar para otro lado, mejor no complicarse». Quiero enseñar a todos estos profesionales que el ASI no es un tema difícil si se sabe encarar, si se sabe tratar de forma adecuada. Si tenemos las herramientas precisas y lo hacemos bien.
Mucha gente teme involucrarse en este tema porque lo consideran algo demasiado horrible y doloroso para hacerle frente, pero por mirar hacia otro lado no va a desaparecer. Al contrario, adoptar esta actitud nos convierte en cómplices de esta lacra social. Por desgracia, una de cada cuatro niñas y uno de cada seis niños lo sufren antes de cumplir los 15 años de edad; la mayoría lo vive sin dolor, como un juego que llega a ser molesto con el tiempo, y el secreto, el miedo, la desinformación y el silencio son los aliados principales del abusador. Si todos callamos, esto seguirá ocurriendo; la única forma de solucionarlo es trabajar en equipo.
Esta problemática social precisa de la colaboración de todos los profesionales que forman parte del entorno de los menores, que deben darle la importancia que se merece y trabajar de forma adecuada en la prevención y la detección del problema para que se produzca un descenso considerable de ASI.
Entre todos podremos conseguir que la sociedad sea más sana y segura para nuestros menores.
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¿QUÉ ES EL ABUSO?
La Real Academia de la lengua Española, en su diccionario, define el abuso sexual como un:
«Delito consistente en la realización de actos atentatorios contra la libertad sexual de una persona sin violencia o intimidación».
Como psicóloga especializada en ASI, defino como abuso sexual a un/a menor:
«Cuando un/a adulto/a o niño/a mayor o grupo de niños humillan, vejan y ridiculizan la sexualidad o genitales de otro niño/a.
Cuando se enseña pornografía a menores o se los estimula sexualmente aunque sea con la palabra, con la exhibición o con el exponer desnudo al menor cuando este claramente se siente incómodo con la situación».
El abuso sexual infantil está categorizado, además, como una tipología del maltrato o abuso infantil. Por ello es importante y necesario comprender qué es el abuso antes de centrarnos en el abuso sexual.
Según el DRAE, un abuso es hacer uso excesivo, injusto o indebido de algo o de alguien. También hacer objeto de trato deshonesto a una persona de menor experiencia, fuerza o poder.
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¿QUÉ ES UN ABUSO SEXUAL A MENORES?
Según la definición aportada por el National Center of Child Abuse and Neglect (1978), abuso sexual a menores significa:
«Contactos e interacciones entre un niño y un adulto, cuando este usa al niño para estimularse sexualmente él mismo, al niño o a otra persona. El abuso sexual puede también ser cometido por una persona menor de 18 años, cuando es significativamente mayor que la víctima o cuando el agresor está en una posición de poder o control sobre otro menor».
«Los contactos e interacciones entre un niño o una niña y un adulto, cuando el adulto usa al niño o a la niña para estimularse sexualmente él mismo, al niño, a la niña o a otras personas. Puede ser cometido también por una persona menor de edad, cuando es significativamente mayor que el niño o la niña o cuando está en posición de poder o control sobre otro u otra menor» (1997).
Estas dos definiciones dejan claro que el abuso sexual se distingue