Linda Seger

El arte de la adaptación


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adaptaciones para televisión ya producidas están Pancho Bornes, sobre una mujer piloto en los primeros días de la aviación; The Fourth Wise man, basada en la novela del mismo título de Henry van Dyke; y la miniserie australiana The Rainbow Warrior, sobre un barco neozelandés perteneciente a la organización pacifista Greenpeace que la policía francesa hizo volar en julio de 1985.

      A lo largo del libro me apoyaré en ejemplos de películas bien conocidas por los lectores. Todas ellas están disponibles en videoclubs, de forma que puedes volver a verlas, si lo deseas, a medida que lees estas páginas.

      Si quieres releer el material en que están basadas, podrás encontrarlo fácilmente en librerías y bibliotecas. Me he centrado, sobre todo, en historias que yo encuentro particularmente agradables, confiando en que tú también disfrutarás con su lectura.

      Tanto si eres un escritor esporádico como si eres alguien que empiezas, espero que este libro te ayude a clarificar los conceptos claves que pueden determinar la diferencia entre una adaptación que funciona y otra que no; conceptos que pueden hacer una adaptación tan buena, o incluso mejor, que el propio original.

      CÓMO USAR ESTE LIBRO

      Este es un libro de recursos. No necesitas comenzar por el principio y seguir ordenadamente hasta el final. Si ahora mismo estás ya trabajando en una adaptación, puede que quieras comenzar por la introducción, que te dará una visión general del trabajo del adaptador, y pasar directamente a la segunda parte, que contiene métodos prácticos para trasladar a una película la historia, los personajes, el tema y el estilo.

      La primera parte te ayudará a analizar mejor tu material de origen, de forma que puedas comprender por qué surgen los problemas al adaptar. Si estás intentando adquirir los derechos de algún material, te conviene estudiar la tercera parte del libro para saber cómo protegerte legalmente.

      Este es un libro práctico. Espero que sea útil en cada etapa de tu adaptación.

      [1] William Randolph Hearst (1863-1951). Fue un conocido magnate de la prensa norteamericana y propulsor del periodismo amarillo, que llegó a poseer un imperio con más de 50 publicaciones. Hizo también incursiones en la política, pero tras su fracaso en fas elecciones a Gobernador del Estado, se retiró al palacio de San Simeón, donde vivió los últimos años de decadencia rodeado de cuadros y esculturas. Su enorme paralelismo con el protagonista de Ciudadano Kane (Orson Welles, 1941) ha sido estudiado numerosas veces por los críticos de cine.

      [2] Expresión de la industria norteamericana (abreviatura de on speculation) que designa aquel guion escrito sin contrato ni adelanto de dinero; tan solo con la esperanza —especulación— de que luego podrá venderse.

      [3] En el original, film consultant. Este trabajo, apenas conocido en España, tiene numerosas facetas: desde juzgar la viabilidad comercial de un determinado proyecto, a supervisar el guion, sugerir cambios en los personajes o en la estructura, etc.

      [4] La película es conocida también como Deliverance (John Boorman, 1972), su título original.

      Convertir hechos y ficciones en películas

      HAS LEÍDO EL LIBRO. ERA VISUAL, cinematográfico. Los personajes resultaban atractivos; la historia, envolvente; el estilo, entretenido. Pero la película no funcionó. ¿Por qué?

      Te encantaba la obra teatral. Parecía una apuesta segura para un filme. La habían visto millones de personas en los teatros, pero el público se mantuvo alejado de la película. ¿Qué fue lo que falló?

      ¿Por qué será que los peores fracasos y los grandes éxitos suelen ser adaptaciones? ¿Por qué algunas funcionan y otras no? ¿Es que los escritores y productores no conocen su trabajo? ¿O es que hay algo intrínseco en el proceso de adaptación que trae consigo problemas?

      A pesar de lo que la gente cree, no existe la adaptación fácil. Probablemente hemos oído decir «todo lo que tienes que hacer es filmar el libro». Francis Ford Coppola intentó hacer esto en la versión de El gran Gatsby de 1974; y falló. Otros dicen: «El libro fue increíblemente popular; va a ser un bombazo». La hoguera de las vanidades resultó un bestseller, pero la película fue vapuleada por la crítica. Muchos escritores y productores han emprendido proyectos que parecían apuestas seguras y han fallado después de haber gastado en ellas miles —o, a veces, millones— de dólares.

      Por su propia naturaleza, la adaptación es una traslación, una conversión de un medio a otro. Todo material previo —literario o no— se resistirá en principio al cambio, como si dijera: «Tómame tal como soy». Pero la adaptación implica cambio. Implica un proceso que supone repensar, reconceptualizar; y también, comprender que la naturaleza del drama es intrínsecamente diferente de la de cualquier otra forma literaria.

      El adaptador actúa al modo de un escultor. Cuando le preguntaron a Miguel Ángel cómo era capaz de esculpir un ángel tan bello contestó: «El ángel está ahí encerrado en la piedra; yo simplemente elimino de ella todo aquello que no es el ángel». El adaptador elimina todo aquello que no es el drama; de forma que, al final, permanezca la esencia del drama que está en el interior de otro material.

      ¿Qué necesitas hacer para que una adaptación funcione? ¿Qué incluye este proceso?

      CONDENSAR O AMPLIAR EL MATERIAL

      Muy pocas historias originales serán equivalentes a las dos horas de duración de una película. La novela de seiscientas páginas será demasiado larga; el relato breve o la noticia de periódico, demasiado cortos. El primer trabajo del adaptador consistirá en averiguar cómo encajar el material de origen en parámetros de tiempo diferentes.

      Rara vez una película comienza o termina donde lo hace el libro. Ciertamente, hay notables excepciones: la película Lo que el viento se llevó comienza con la primera escena del libro y termina con la última. Pero lo más frecuente es encontrar los principios y finales en el interior de la historia. La novela El color púrpura comienza con el primer incidente de incesto entre Celie y su padre, que ocurre varios años antes del momento en que comienza la película. En el caso de Cuenta conmigo, la película termina once páginas antes del final del libro.

      La condensación, por naturaleza requiere pérdida de material. Supone eliminar subtramas, combinar o reducir personajes, omitir varios de los temas desarrollados en una novela larga; y buscar, dentro del material, los tres actos de la estructura dramática. Estas decisiones pueden resultar frustrantes, ya que muchas veces los escritores necesitan renunciar a escenas y personajes para que la película funcione.

      Los cortes y combinaciones de personajes ayudan a condensar una amplia novela en un formato más manejable. En la película Lo que el viento se llevó conocemos a personajes como Scarlett O’Hara, Rhett Butler, Melanie, Ashley, la tía Pittypat, el doctor Meade, o las criadas Prissy y Mammy. Si lees el libro conocerás otros personajes importantes que no aparecen en el filme, como Archie, Will o el gobernador. En el libro, la madre de Scarlett, Ellen, es una figura importante, cuyos valores, amabilidad y visión de lo que significa ser una dama sureña sirvieron a Scarlett como ejemplo y norma de conducta; y, a la vez, como causa del sentimiento de culpabilidad por su actuación. A pesar de esto, Ellen se ve muy poco en la película. Fue necesario sacrificar su personaje