Mi hermana en cambio sigue impávida, mirándome sin parpadear, me reta. Suelo imaginar que estoy loca, suelo preguntarme cómo sería la vida en un asilo, tranquila, con tiempo, sin autonomía. A veces pienso que mi problema es saber qué hacer con mi autonomía. Pero esto no lo he imaginado nunca, no puedo prever qué va a pasar ahora, porque no sé si está pasando siquiera. Sin bajarle la mirada a mi hermana, meto los dedos por debajo del cojín del sillón y rescato una de las bolitas de pelo que acabo de sembrar. Me aferro a ella como a un amuleto, la siento crujir entre las yemas de mis dedos. Al fondo, en la estación de enfermeras, está la enfermera que sabe desenredarme el pelo sin jalarme. Ha vuelto. Está revisando historias médicas. Me levanto del sofá. Me levanto de la cama. Me duelen los dedos por pasar toda la noche escribiendo en mi libreta.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.