la concepción nacionalista romántica de la historiografía. En 1815 se hablaba de este nacionalismo, y fue el que se usó para las unificaciones tanto alemana como italiana.
Nacionalismo liberal o «voluntarista» y nacionalismo conservador u «orgánico»
Dentro del romanticismo se encuentran una tendencia liberal o "voluntarista", representada por Mazzini, que considera que la nación surge de la voluntad de los individuos y una conservadora u "orgánica", representada por Herder y Fichte ("Discursos a la nación alemana", 1808 ) que identifica a la nación con rasgos que se heredan (lengua, cultura, territorio, tradiciones) y que están por encima del deseo individual.
Nacionalismo religioso
Es la forma de nacionalismo según la que el Estado deriva su legitimidad política en consecuencia de una religión común. Sin embargo, buena parte de las formas de nacionalismo étnico son también en gran medida formas de nacionalismo religioso. Por ejemplo, el nacionalismo irlandés es generalmente asociado al catolicismo; el nacionalismo indio se asocia con el hinduismo, etc. El nacionalismo religioso es generalmente visto como una forma de nacionalismo étnico.
En algunos casos, sin embargo, la componente religiosa es más una etiqueta que la verdadera motivación del nacionalismo de un grupo. Por ejemplo, aunque la mayoría de los líderes nacionalistas irlandeses del último siglo fueron católicos, durante el siglo XIX, y especialmente en el XVIII, muchos líderes nacionalistas fueron protestantes. Los nacionalistas irlandeses no luchan por distinciones teológicas, sino por una ideología que identifica a la isla de Irlanda con una visión particular de la cultura irlandesa, que para muchos nacionalistas incluye al catolicismo aunque no como elemento predominante. Para muchas naciones que se vieron obligadas a luchar contra las consecuencias del imperialismo de otra nación, el nacionalismo fue asociado a la búsqueda de un ideal de libertad.
El islam se opone fuertemente a todo tipo de nacionalismo, tribalismo, racismo u otra clasificación de la gente no basada en las creencias propias. Sin embargo, ciertos grupos islámicos pueden ser considerados racistas y nacionalistas (así, para algunos, no pueden considerarse verdaderos islámicos). La creación de Pakistán es un ejemplo de nacionalismo religioso de base islámica en la medida en que tomaba como nación a los musulmanes de la India. sin embargo, muchos de sus creadores -como los del Estado de Israel- eran laicos y consideraban la pertenencia a una misma tradición religiosa como elemento generador de identidad al margen de la práctica religiosa en sí. Un ejemplo similar es el de los musulmanes de Bosnia, considerados como etnia en la antigua Yugoslavia y que en su mayor parte eran no creyentes o no practicantes.
Algunos autores, además, han señalado que el nacionalismo es más una religión política que una ideología política, un sustituto de la religión.
Nacionalismo banal
Conceptualizado por Michael Billig, es la forma difusa que toma el nacionalismo en las sociedades contemporáneas, convirtiéndose en un mecanismo omnipresente de orientar las percepciones y hacer aparecer como natural la identificación entre una lengua, una cultura y una comunidad política. Ya sea en rituales colectivos como el deporte, o en detalles menores como la utilización de banderas para identificar las lenguas en las que se escriben los ingredientes de una caja de cereales, el nacionalismo banal reproduce cotidianamente los esquemas mentales del nacionalismo.
Elementos en común de todas las formas de nacionalismo
Algunos teóricos políticos sostienen que cualquier discriminación de formas de nacionalismo es falsa. Todas las formas de nacionalismo cuentan con una población formando una nación, lo cual significa que todos los miembros de una población creen en algún tipo de cultura común.
Causas por la que el nacionalismo se hace atrayente
Una razón por la cual el nacionalismo ha mantenido su atractivo a través de los siglos puede ser el hecho de que pertenecer a una nación cultural, económica o políticamente fuerte da a la persona una agradable sensación de pertenencia, sin importar su propia contribución a su fuerza.
Otra posibilidad defiende que las personas son seres sociales, y el formar parte de un grupo sociopolítico como la nación, es ventajoso y contribuye a su desarrollo, se considera que es la expresión de un rasgo general del comportamiento social favorecido evolutivamente, relacionado con el tribalismo.
En ocasiones puede surgir un sentimiento nacionalista cuando los miembros de una comunidad se sienten amenazados o atacados por otra comunidad o Estado. Puede surgir como respuesta a otro nacionalismo.
Formas de actuación
Dependiendo del contexto donde tenga lugar el nacionalismo, este puede adoptar diversas formas de actuación que pueden ser pacíficas, violentas o puede llegar a conjugar ambas.
Pacíficas
Con la progresiva consolidación de Estados más democráticos y el avance de las organizaciones intergubernamentales como la ONU, las reivindicaciones nacionalistas se sustancian mayoritariamente mediante el ejercicio de la actividad política a través de distintos partidos políticos nacionalistas que reclaman con el apoyo electoral de los ciudadanos una mayor autonomía, la independencia o el ejercicio del derecho de autodeterminación de sus territorios.
Otra forma de reivindicación pacífica sería la desobediencia civil o la "No violencia activa" cuyo máximo exponente fue la labor de Mahatma Gandhi en la India.
Violentas
La ocupación del territorio y la imposición de una nacionalidad y culturas determinadas sobre otras personas mediante el uso de la fuerza es uno de los medios utilizados por el nacionalismo. Un ejemplo de ello son las dos guerras mundiales en las que el elemento nacional desempeño un papel sustancial, aunque la expansión militar y diseminación de una identidad nacional es un elemento recurrente en la historia de los nacionalismos.
Críticas al nacionalismo
El nacionalismo ha sido objeto de numerosas críticas por parte de estudiosos procedentes de distintas áreas de conocimiento. Francisco J. Contreras piensa que esta ideología es filosóficamente débil y rudimentaria; critica que las entidades políticas soberanas deban corresponderse con los grupos nacionales y cree que el nacionalismo es incapaz de ofrecer una definición rigurosa de la identidad nacional; según este autor las identidades nacionales no vienen dadas por la realidad histórico-social, sino que son construidas por la ideología nacionalista y los Estados. Alfredo Cruz Prados afirma que «la misma nación es una entidad creada ideológicamente por él, y no algo natural, objetivo y anterior al mismo nacionalismo, como esta ideología afirma». Pedro Gómez García en su artículo «La identidad étnica, la manía nacionalista y el multiculturalismo como rebrotes racistas y amenazas contra la humanidad» sostiene que el nacionalismo es una tendencia patológica que nos conduce hacia la balcanización del planeta y obstaculiza la emergencia de una sociedad mundial pluralista e integrada. Luis Rodríguez Abascal, refiriéndose al nacionalismo culturalista, ha dicho que «no defiende la diversidad cultural, sino que propone un modelo normativo de cultura que homogeneiza prácticas culturales preexistentes. Tiene dificultades para hacer otra cosa porque su punto de partida es siempre un concepto abstracto de cultura, que la concibe como una unidad uniforme u homogénea y la extiende idealmente a lo largo y ancho de un territorio sin atender a cuáles son las prácticas culturales cotidianas subyacentes o sin concederles relevancia moral y política».
Teóricos del nacionalismo
Adrian Hastings
Alfonso Daniel Rodríguez Castelao
Benedict Anderson
Blas Infante
Carlos Pizarro
Enric Prat de la Riba
Enrique Mosconi
Ernest Gellner
Escuela Desarrollista Latinoamericana
Esteban Széchenyi
Eugenio Lanti
Francisco Deák
Gabriel del Mazo