target="_blank" rel="nofollow" href="#uf7380045-58b5-5bf4-889e-98d7db50d74e">Conversaciones con la ventana
VENDO MIS VÍSCERAS
Vendo mis vísceras
que escurren en la noche
en la que leo a Huidobro.
También vendo otoños,
Lunas llenas
Vacías,
Menguantes
y voces apagadas.
Mis vísceras no se venden
Se vendan.
Los otoños se caen,
las lunas se desgajan
con los conejos dentro.
Y a la mañana pregunto
¿Cuánto tiempo cuesta, corazón,
dejar las luces aplacadas?
ME HICE UN ABRIGO
Me hice un abrigo
con las hojas amarillas del almendro,
para correr
entre la niebla del camino.
Después,
me despojaré, una a una.
Y convertido en tierra
volveré, junto al viento,
a meterme en tu piel oscura.
Entonces
Hecho polvo
Habré vencido
Cualquier intento de tocarte
Cual ocaso en la llanura.
MARTES EN LA MAÑANA
Las moscas me han hurgado la basura
La basura me hurgó la mañana
Una mañana bucle
Que tirita en el reloj:
Hoy
Mañana
Pasado.
Despertar resulta fácil
Levantar un cuerpo de piezas trozos
¿Qué decir?
Vestirme con mis manos agua
Mirarte en mi cuerpo
El espejo se escuece entre las sombras.
Gira el bucle:
Abre las ventanas
Fija la puerta
Bebe agua
Café
Imaginaciones
Olvidé apagar el ventilador
Y besarte aquel día de lluvia.
Hoy:
Las moscas hurgan
La basura huele
El reloj que repite,
Armar un cuerpo
Un despertar cíclico de martes.
Mientras tanto que resbalen las sombras
Moriré, hirviéndome la piel
No apagué el ventilador,
Lo olvidé.
HAY MAR DONDE UNO VAYA
Besos que se rompen
en la noche que amarillece
Me puse unos zapatos para no volver,
Y no volver.
Me fui
pero, te traje entre mis cabellos
Perseguirte para no seguir
te vas,
no estás y estás.
Litorales nuevos
Hay mar donde uno vaya,
deja abierta esa puerta
Recogeré un trozo de luz
para mis auroras.
TE ESPERO SENTADO EN LA JARDINERA
DE LA HIERBABUENA
Te espero sentado en la jardinera de la hierbabuena
viendo la tarde arribar, luz sagrada que se acaba
Te espero con un trompo
Una cuerda
Y un sonar de llantas oxidadas,
vieja bicicleta.
Te espero sentado en la jardinera de la hierbabuena
Mamá no pierde la novela
El abuelo ronca en la mecedora
Huele de noche y el último bus cruzó.
Te espero con mis manos en el rostro
Los pies descalzos
Y arrancando algunas hojas de la hierbabuena.
DESCOMPOSICIÓN DE UN CUERPO ESCUÁLIDO
Supliqué que me arrancaras todos los órganos
Cómete mi piel, enrédate
Succiona mi sangre, enrédate
Enrédate, que mi vida te pertenece.
Mastica mis tendones y cuélgalos a los tuyos
Rómpeme los huesos, cuéntalos
Incrústalos a tu carne negra, cuéntalos
Que de mí no exista algo
Sáciate.
Huesos
Tendones
Sangre
Venas
Médula ósea
Masa encefálica
Las corneas y pupilas
Así, viviremos juntos
Así,