Sin embargo, las premoniciones artísticas se referían a veces a eventos más lejanos, además, a menudo muy concretos. Por lo tanto, si se hace un conjunto de presagios literarios en el campo de los descubrimientos e inventos técnicos, será impresionante. Anunciaremos sólo algunas de sus posiciones. Digamos, por medios de transporte. Se encuentra que la imaginación de los escritores mucho antes de la encarnación real "dominó" todos los modos más importantes de transporte, terrestre, acuático y aéreo, incluso atacando el espacio. Por el poder de las ideas artísticas, los fantásticos han habitado durante mucho tiempo el mundo con automóviles, submarinos, aviones de todas las variedades (hasta misiles y cohetes). Estos mecanismos aparecieron en las páginas de las novelas en tiempos en que aún no caminaban, nadaban o volaban, y cuando sus futuros diseñadores apenas habían dado sus primeros pasos en la tierra. Otras secciones de nuestra lista también están saturadas con predicciones literarias y artísticas, donde detrás de cada línea hay una fascinante historia de fondo de búsquedas artísticas que anticipan el pensamiento científico y técnico. Por ejemplo, los robots. Una de las fantasías de larga data es construir una máquina antropomórfica, es decir," humanoide", capaz de facilitar, o incluso en algunos detalles, reemplazar nuestro trabajo. Esta idea ya gravitó seriamente a L. da Vinci como científico y como artista. Poco a poco, el tema se estableció firmemente en los márgenes de las composiciones artísticas. A mediados del siglo XVIII, La inglesa M. Shelley, de dieciocho años, en la novela "Frankenstein", habló sobre un robot rebelde (aunque el término en sí no había nacido). El héroe, un joven científico Frankenstein, logró construir un hombre artificial y luego revivirlo. Por desgracia, este esposo resultó ser feo, la gente le temía, y por eso comienza a vengarse de ellos. La primera víctima fue el propio inventor, que muere consciente de la gravedad del error cometido. De hecho, hay algo en lo que pensar. Y no solo el héroe de la novela, sino también el lector de hoy. Ante nosotros en pleno crecimiento se denota el tema moral y ético de la ciencia moderna, cuyos frutos pueden llevar a la muerte de la civilización misma, junto con los científicos y sus logros. Más tarde, las Creaciones humanoides se desvanecieron en las páginas de los libros de J. Verne, G. Wells. Finalmente, en la obra del famoso escritor checo K. Chapek " RUR " (abreviatura: Rossum's universal Robot – robot universal inteligente), escrito en 1920, aparece, como vemos, y el nombre en sí. Se produce de la palabra Checa robota – "trabajo en servidumbre". Inmediatamente, como sucede constantemente con la aparición de ideas ruidosas, se encontró una oscuridad de imitadores. La aceleración, presumiblemente, se informó no solo a los escritores, sino también a los círculos científicos, que se establecieron aún más en la posibilidad de crear tal mecanismo. Por lo tanto, el arte ha adelantado a la ciencia, acercando, aunque sea en un sueño, en medio corte, el tiempo de la invención de dispositivos humanoides… por el número de predicciones afortunadas, uno de los primeros es el famoso julio Verne, el inagotable descubridor de innovaciones científicas y técnicas. El ojo atento descubre en sus obras más de cien propuestas originales, 66 de las cuales a finales de los años 60 de nuestro tiempo ya se habían realizado. El resto también se considera bastante real y solo está esperando su momento en un futuro más o menos cercano. Bien, J. Verne anticipó la aparición de submarinos, vehículos eléctricos, aviones y cohetes espaciales, fotografía en color, cine sonoro y televisión. Todo lo que no se puede enumerar y no hacer un seguimiento de sus héroes, que lograron pasar las profundidades de los océanos y mares, romper a través de la columna de la tierra, visitar el espacio. El poder de la previsión del escritor es increíble, y en algunos lugares parece simplemente inexplicable. Juzgue usted mismo. En la novela "de un cañón a la Luna", una nave espacial se lanza desde cabo Cañaveral en 1876. Exactamente cien años después, fue desde aquí que los satélites fueron al espacio, y luego los barcos. Tal vez sea un homenaje a la memoria del escritor, o más bien simplemente cabo Cañaveral, un lugar muy adecuado para lanzamientos espaciales, por lo que fue elegido por los ingenieros estadounidenses "a propuesta" de J. Verne. Pero pase lo que pase, el Apolo 11 también estaba equipado aquí, lo que llevó a los astronautas a la Luna. Además, el barco en Tamaño era una copia exacta del proyectil enviado por J – Verne. Y finalmente, un detalle absolutamente sorprendente: el Apolo 8 se encontraba a solo cuatro kilómetros del punto en el que terminaron su viaje los héroes de la novela de julio vernov. Parece que todo se volcó, y no entiendo quién copió a quién: si los estadounidenses tienen a J. Verne, o a J. Verne con ellos. Son asombrosas muchas otras premoniciones del gran fantástico. Digamos, lo que el Dr. Fergusson vio de la obra del mismo nombre durante un viaje en globo aerostático sobre África. El héroe habla de plantas, animales y aves, sobre los paisajes de este interesante continente, cuya superficie aún no había tocado el pie de ninguna persona. ¿Cuál fue la sorpresa de los contemporáneos cuando, poco después de la publicación del libro, resultó que la información entregada por Fergusson era bastante confiable y coincidía con la que trajeron los primeros viajeros africanos? Digamos que lo vieron y lo vieron todo. Pero, ¿de dónde sacó estos hechos J. Verne? Tal es el poder de la visión artística que penetra a través de las décadas y el espacio que tiene poder sobre el tiempo, sobre el futuro de la ciencia. Es característico que el propio J. Verne no se clasificara entre los fantásticos. Una vez le explicó a su hija que se le atribuía en vano una ficción: todo lo que decía era cierto. Cuando, por ejemplo, el primer proyectil vuela a la Luna (o más bien, no será un proyectil, sino una nave), debe tener las dimensiones especificadas por él y la trayectoria especificada. Así es como resultó. El escritor, basado en el conocimiento, el cálculo, el uso de analogías y generalizaciones, construye audazmente conjeturas, prediciendo con precisión incluso detalles… F. Dostoievski nunca invadió el género de la ciencia ficción, describiendo eventos completamente modernos de la segunda mitad del siglo pasado. Sin embargo, tuvo la oportunidad de hacer predicciones extremadamente audaces, que duraron mucho tiempo. En la novela "los Hermanos Karamazov" hay un lugar notable. Iván Karamazov conduce con el Plenipotenciario la conversación sobre… satélite. Parece que está listo para lanzar un verdadero programa espacial. Y para empezar, informa que si se lanza un hacha al espacio, "comenzará a volar alrededor de la Tierra… en forma de satélite". Los astrónomos calcularán "el ascenso y la puesta del hacha" e incluso lo introducirán en el calendario. Una impresión que decir, imponente… Casi cien años antes de la entrada en órbita del primer satélite soviético en la historia humana, el artista con el poder de la imaginación ya lo había llevado a volar, "obligándolo" a superar el campo de la gravedad terrestre. ¡Qué expresión! «Volar… en forma de satélite". Sólo se habla así en nuestros días. Tal vez comenzaron a hablar porque F. Dostoievski preparó estas palabras. Y si no fueran pronunciadas por él, quién sabe cómo se llamaría. En general, ¿por qué los diseñadores del satélite lo llamaron "satélite" y no de otra manera? ¿No se ha manifestado aquí la influencia de un escritor que ha establecido este concepto como norma en la descripción de eventos cósmicos? Después de todo, "Sputnik" tenía un significado completamente diferente en ruso que el que lo enriqueció, se puede decir, ennobleció F. Doestoevsky y en el que ahora se ha dispersado por todo el mundo. Así es. Pero, ¿cómo podría anticiparse? Aquí está el héroe de La historia de D. granin "boleto de Regreso" Peter Semenovich en un desconcierto (en un desconcierto, debemos suponer, nosotros, los lectores). "¿Es admisible hacer una Predicción tan precisa? Nadie lo va a permitir. Es una violación de las leyes científicas. Te pregunto, – dice Peter Semenovich, – ¿cómo se dio cuenta de los logros espaciales?"Y luego D. granin hace la enmienda necesaria en nombre del autor: "Nada sorprendente… Es entre los buenos escritores aceptado". Al gran maestro con el rango De F. Dostoievski, tales visitas en el mañana no están ordenadas, por el contrario, se muestran. Por lo tanto, los contemporáneos aceptan a un escritor como si estuviera abandonado desde el año 2000, para informar sobre hechos que solo se avecinan y sobre los cuales solo hay palabras muy vagas. Por supuesto, hemos presentado ejemplos relativamente lejanos de nuestro tiempo, aunque ya han hablado de nuestros casos. Probablemente, en la era de la prosperidad de la ciencia, se hizo más difícil para un artista llevarse bien con tales predicciones. Porque el pensamiento científico y técnico avanza muy rápido. Sin embargo, incluso en nuestro tiempo lleno de ciencia, las predicciones artísticas no han perdido fuerza, conservando un significado estimulante para el pensamiento científico. Las ideas de un gran alcance predictivo esperaban a su lector en las páginas de los libros del notable escritor soviético A. Tolstoy. Y, sobre todo, por supuesto, el ingenioso invento del ingeniero Garin, que dejó una huella literaria
