Monstruo de Arena en el Desierto. Max Marshall

su madre la voz familiar la saludó en el otro extremo de la línea, Emery no pudo evitar suspirar con alivio.

      – Mamá, Papá, – ella dijo, su voz llena de emoción,

      – He llegado de forma segura en África! No te preocupes, estoy bien.

      Su voz de los padres se llenaron de alivio y agradecimiento, como aseguró Emery su amor y apoyo. La comprensión de que sus padres habían regresado a casa de forma segura trajo Emery una sensación de comodidad y confianza.

      Pero cuando Emery colgó el teléfono, su corazón se hundió con un agudo sentido de la soledad. Ella no podía dejar de sentir nostalgia por los amigos, por el resto de los niños que fuimos en este viaje con ella. No llegan en África durante un par de días, y Emery tendrá que explorar esta nueva tierra, solo por ahora.

      Pero Emery fue inflexible. Determinado, ella se dedicó a explorar las calles más concurridas de África, con ganas de descubrir las maravillas que le esperaba en este encantador país. Y mientras caminaba bajo el abrasador sol de África, Emery no podía evitar la sensación de que esto era sólo el comienzo de su más grande aventura.

      Capítulo 5: El Viejo Marinero

      Emery se paseaba por el concurrido puerto de África, con los ojos abiertos con sorpresa en las vistas y sonidos que la rodeaban, y llegó a través de un encuentro inesperado que cambió el curso de su viaje.

      Allí, apoyado contra la desgastada madera muelle, era un viejo marinero llamado Jim. Su rostro estaba forrado como de mil y un cuentos de hadas, y sus ojos brillaban con la sabiduría de una vida pasada en el mar. Emery no podía evitar sentirse atraída por él, la sensación de que él tenía la clave para resolver los misterios de esta nueva tierra.

      – Hola, chica joven! – Sailor Jim llamó, su voz áspera de años de exposición a la sal y el spray.

      – ¿Qué te ha traído a estas costas?

      Emery se acercó a él con cautela, su curiosidad despertada por la vista de este stern marinero. Ella habló de su viaje a África y su deseo de explorar las sabanas que se extienden hacia el horizonte.

      Marinero Jim escuchó con atención, asintiendo con su cabeza comprensiblemente.

      – Sí, sé que estas llanuras bien, – dijo, y había una nota de nostalgia en su voz. – He navegado estas aguas durante muchos años y ha visto los lugares de interés que harán que tu corazón cante. —

      Emery ojos se amplió con la emoción cuando el Marinero Jim hizo una oferta que no podía rechazar. – Ven conmigo, niña, – dijo, y había una nota de la aventura en su voz. – Voy a tomar un paseo a través de las sabanas de África, y juntos vamos a descubrir las maravillas que nos esperan allí. —

      Capítulo 6: Paseo en Jeep en el Desierto

      El sol está alto en el cielo, el Marinero de Jim y Emery puesto en su emocionante aventura a través del desierto Africano. Se subió a una robusta jeep, sus neumáticos levantando nubes de polvo, mientras que en la vasta extensión de arena y el cielo.

      A medida que entraron en el desierto, Emery ojos ampliado de la sorpresa en las majestuosas criaturas que vagaban por el árido paisaje. Los elefantes caminó con gracia a través de la arena dorada, con sus troncos de llegar hasta el cielo en busca de alimento.

      Los tigres se deslizó sigilosamente a través de la maleza, las rayas de piel suavemente la fusión con la moteada luz del sol del desierto. Y por encima de todas ellas se alzaba elegante jirafas, sus largos cuellos estirados alto como se mordisqueó las hojas de la acacia espinosa de los árboles.

      Dondequiera que Emery miró, vio una abundancia de la vida, cada cosa viviente fue un testimonio de la resistencia y la belleza del mundo natural. El desierto parecía pulsar con la energía, sus ritmos y patrones entrelazados en una sinfonía de la vista y el sonido.