Segunda Guerra Mundial interrumpe este desarrollo, que no se reanuda hasta los años cincuenta.
Los progresos en dietética y el intercambio de conocimientos propician el éxito de la cría de especies exóticas que hasta entonces se consideraban demasiado delicadas, como los colibríes. Con el aumento de las importaciones surge la necesidad de reglamentar el comercio y la exportación de animales: en 1975 entra en vigor en Estados Unidos la primera reglamentación CITES, o Convención de Washingto.
Una gran variedad de especies
Existen aproximadamente nueve mil especies de aves, que se encuentran repartidas por los cinco continentes. Evidentemente, no todas pueden vivir en jaulas o en voladeros.
Un abanico de posibilidades
A veces resulta difícil satisfacer las exigencias de algunas aves en cuanto a espacio, alimentación o condiciones climáticas. Pero otras muchas, si cuentan con la atención y las condiciones necesarias, pueden convivir con el ser humano e incluso reproducirse en cautividad. Los avances de la ciencia, los conocimientos dietéticos y la mejora de la calidad de vida han hecho posible lo que hace unas décadas era impensable. La concepción de las jaulas y de las pajareras ha evolucionado, y cualquiera de nosotros puede ofrecer a sus compañeros voladores instalaciones racionales y espaciosas. Por otro lado, las asociaciones de criadores nunca habían sido tan numerosas como en la actualidad.
El suimanga tiene un pico ligeramente curvado
En el mundo de la ornitología, los pájaros de jaula se suelen clasificar en dos categorías, siguiendo un método más práctico que científico: pájaros de pico recto y pájaros
de pico curvo.
Las aves de la primera categoría tienen el pico más o menos recto, con algunas variantes: en forma de hoz (algunos colibríes), ligeramente curvo (verderones asiáticos, suimangas), grueso pero muy ligero (tucanes), a veces fuerte y robusto (pájaro carpintero, urraca).
En los picos curvos, loros y cotorras, la mandíbula superior supera netamente la inferior.
A su vez, la mayor parte de los pájaros de pico recto y los de pico curvo pueden clasificarse, a grandes rasgos, en otras dos categorías: los granívoros y los insectívoros, aunque también existen especies nectarívoras, frugívoras y omnívoras. De hecho, la mayor parte de los pájaros se nutre de semillas y de insectos.
Entre los granívoros hay pájaros con el pico grueso, útil para romper las piñas; con el pico más fino, para los que prefieren semillas más pequeñas (canarios, bengalíes, diamantes de Gould, etc.), y con las mandíbulas muy potentes, como los papagayos, acostumbrados a romper las cáscaras de semillas grandes.
Los insectívoros pueden tener el pico más o menos largo, para atrapar insectos en la corola de las flores, o corto y en forma de embudo, como el papamoscas.
Criterios de selección
En primer lugar, debemos saber que los pájaros granívoros requieren menos cuidados que los insectívoros o los frugívoros, que tienen un régimen bastante más sofisticado y producen excrementos mucho más blandos. No obstante, la elección de un pájaro puede estar basada en otros criterios, como los siguientes:
– el color;
– el canto;
– la forma del cuerpo;
– el don de imitar la voz humana.
Una pareja de canarios rojos en una pajarera dorada es un espectáculo delicioso.
Por el atractivo de los colores y la calidad del canto, estos pájaros poseen, en principio, todo lo necesario para seducirnos. Pero las aves exóticas no se quedan atrás: basta con citar el célebre diamante de Gould, el estornino real de África o el cardenal de Virginia.
Incluso los colores más fríos tienen su propio encanto, como el verde pradera del verderón asiático o el azul aterciopelado en el cuerpo de ébano de un Irena puella.
Magnífica cabeza de tucán
Un hermoso ejemplar de irena
Si el color puede representar el primer impulso a la hora de elegir un pájaro, la calidad del canto puede ser decisiva para despejar las últimas dudas. Es un fenómeno natural y, por tanto, no está dirigido al hombre sino que es un lenguaje sonoro con significados concretos. El macho lo utiliza, por ejemplo, para marcar el territorio o para conquistar a la hembra.
En cautividad, esta forma de expresión «lírica» puede ser percibida como un recurso para atraer la atención, aunque a menudo los pájaros cantan por puro placer.
Algunos pájaros cantan mejor que otros. Los canarios han sido seleccionados durante mucho tiempo hasta conseguir virtuosos como el malinois belga, el harzer roller alemán o el timbrado español.
También destacan en este apartado pájaros exóticos como el mirlo shama asiático u otros, más fáciles de encontrar, como el mesia o el ruiseñor del Japón.
Una buena muestra de pájaros parlantes: cacatúa rosada, loro gris y cacatúa de cresta amarilla
Existen pájaros que llaman la atención por su forma. Entre los canarios, se les llama «de postura» o «de posición», y podemos citar numerosos ejemplos, como los franceses rizados del norte y del sur, el rizado de París, el paduano y el Gibber italicus, el giboso español, los ingleses border (en forma de bola) y yorkshire (en forma de zanahoria) o el bossu belga, que acentúa voluntariamente su defecto («bossu» en francés significa jorobado).
En cuanto a los pájaros exóticos, resulta imposible no quedarse maravillado al contemplar el plumaje de una viuda del paraíso africana, las evoluciones de un divertido tucán o el vuelo «suspendido» de un pequeño colibrí.
Algunos pájaros tienen la capacidad de imitar la voz humana. Entre los pájaros de pico curvo, forman parte de esta categoría de especies «parlantes» el loro gris o yaco, las hermosas amazonas, las cacatúas y los guacamayos. Por lo que respecta a los pájaros de pico recto, el mina del Himalaya es un auténtico especialista.
La elección y la compra
Un pájaro en casa es una antigua tradición que en la actualidad se perpetúa con fuerza renovada. Convivir con uno de estos animales da muchísimas satisfaciones, pero, ¿cómo elegir uno entre tantas especies?
Criterios de selección
¿Queremos un cantor que nos alegre el día con suaves melodías? Los canarios son la primera opción. ¿Preferimos un pájaro exótico? En tal caso podemos elegir un mirlo shama asiático, que es un verdadero artista, un ruiseñor del Japón o su pariente el mesia.
Si nos gustan más los pájaros de pico curvo, no encontraremos entre ellos animales cantores, pero el parloteo constante de los periquitos es muy agradable.
¿Sentimos debilidad por los pájaros locuaces? El mina del Himalaya (bastante sucio), el loro gris (adorable) o las refinadas amazonas colmarán con creces nuestros deseos y durante mucho tiempo.
El loro gris es un simpático parlanchín
El guacamayo azul y amarillo necesita poco mantenimiento, pero mucha atención por parte de su dueño