que si se arremangasen los zagalejos, aun encontrarían tal vez más abajo de la espalda la señal de algún taconazo traidor; y sin embargo, tan amigas, tan dispuestas á hacerse un favor, á remediarse en una desgracia. Y así debe ser la gente, ¡recordones! Todas tenemos un pronto, pero después que nos pasa se olvida, como hacen las gentes de buen corazón. Las rabietas se dejan á la puerta de la chocolatería, y aquí dentro buenas amigas. Lo que decía su madre y se ha dicho siempre en la Pescadería. Los pesares no han de pasar de la garganta.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.