¡Cambiará tu perspectiva del ministerio pastoral para siempre!
José Mª Baena a través de su dilatada experiencia ministerial nos descubre el corazón del pastor: su humanidad, fragilidad y fortalezas; nos compartirá de sus éxitos, errores y fracasos, marco en el que el Espíritu Santo fragua la vida ministerial de un pastor.
Su lectura te identifica, independientemente de tu rol en la iglesia; constatando que, en la vida del creyente, los éxitos son –en realidad– el resultado de muchos fracasos, a través de los cuales el Espíritu Santo forja, tanto el carácter de un creyente, como el de un pastor que sabe cuidar a las ovejas, porque se siente y vive también como oveja.
Jesús Caramés.
Rector Facultad de Teología A.D.
PERSONA, PASTOR Y
MÁRTIR
En defensa de quienes son llamados al ministerio pastoral
José Mª Baena Acebal
Editorial CLIE C/ Ferrocarril, 8 08232 VILADECAVALLS (Barcelona) ESPAÑA E-mail: [email protected] http://www.clie.es |
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Persona, pastor y mártir
ISBN: 978-84-17131-98-2
eISBN: 978-84-17131-99-9
Ministerios cristianos
Recursos pastorales
Acerca del autor
José Mª Baena Acebal graduado en Teología por la Facultad de Teología de las Asambleas de Dios; Diplomado en Enseñanza Religiosa Evangélica por el CSEE (España) y Pastor del Centro Cristiano Internacional Asambleas de Dios, de Sevilla (España). Profesor de Enseñanza Religiosa Evangélica (ESO) y de la Facultad de Teología de las Asambleas de Dios en La Carlota (Córdoba). Ha sido Presidente de las Asambleas de Dios en España y de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas (FEREDE).
ÍNDICE
3.Esposo, padre… hijo, hermano
4.¿Tienen amigos los pastores?
6.Piensa, siente, sufre, trabaja, disfruta, ¿descansa?
9.¿Cómo nos vemos a nosotros mismos?
13.El binomio autoridad-obediencia
14.Los retos del ministerio pastoral
17.Los peligros del ministerio
19.El sentido de la palabra mártir
20.Peso y coste del ministerio pastoral
21.Salud física, emocional y espiritual
Una palabra del autor
Este es un libro puramente vivencial, al menos eso pretendo que sea, alejándome de lo meramente teórico para centrarme en lo aprendido durante más de cuarenta años de ministerio, el cual pude comenzar muy joven, con apenas veintitrés años —me refiero al ministerio reconocido y ordenado, como pastor de una iglesia.
Algo he aprendido a través de todos estos años: en primer lugar, de la misma palabra de Dios y, especialmente, del ministerio del apóstol Pablo, al que continuamente me veré obligado a referirme, pues, aunque apóstol, ejerció necesariamente de pastor para atender las comunidades cristianas (iglesias locales) que abrió en sus viajes misioneros. Su manera de actuar, explícita en el Libro de los Hechos, escrito por su compañero de ministerio, el médico Lucas, y lo expuesto en sus cartas, alumbran nuestro camino. En segundo lugar, del propio Espíritu Santo, que es quien dirige, siendo el encargado de que la obra de Dios se lleve a efecto. Nuestros maestros y mentores que nos