hijo.
Artísticamente, Oscar Matus es una tremenda inspiración para Mercedes, pues le resulta una gran alegría cantar sus canciones. Él la alienta a dedicarse aún más a las tradiciones musicales originales latinoamericanas y a revivir la música folclórica, un género que está a punto de caer en el olvido debido al incesante avance de la música contemporánea. Él es el productor de sus primeros dos álbumes, La voz de la zafra y Canciones con fundamento. A menudo dan conciertos para estudiantes en el campus de la Universidad de Buenos Aires, donde Mercedes tiene una gran aceptación entre los estudiantes, que están impresionados por su voz y su personalidad cautivante. Ella siempre tiene tiempo para hablar con ellos y escuchar sus ideas. Pero, al mismo tiempo, a medida que crece su popularidad surge una envidia artística en Oscar que pesa sobre su matrimonio. La presión financiera, aún presente a pesar de los recientes logros de Mercedes, afecta su matrimonio aún más. Independientemente de su afecto por la música de Oscar, para ella la duración de su matrimonio es algo incierto. Pareciera que sólo su pasión por la música es lo que los mantiene juntos.
COMENZANDO EN Chile bajo la influencia de Violeta Parra y Víctor Jara, el Movimiento Nueva Canción se difundió en los ’60 y ’70 por toda América Latina. Está asociado con la música revolucionaria porque sus músicos apuntaban a unirse con sus oyentes exigiendo democracia y justicia social, esperando lograr un cambio social y político a través de la música. Las letras ponían problemas como la pobreza, el imperialismo, la democracia, los derechos humanos y la libertad religiosa en el candelero y se relacionaban con el pueblo marginado poniendo en palabras sus luchas y sus esperanzas. La canción “Plegaria de un labrador”, de Víctor Jara, por ejemplo, habla de la necesidad de una reforma agraria, dando a los granjeros el derecho a poseer la tierra que cultivan.
Líbranos de aquel que nos domina en la miseria
Tráenos tu reino de justicia e igualdad
Sopla como el viento la flor de la quebrada
Limpia como el fuego el cañón de mi fusil
Hágase por fin tu voluntad aquí en la tierra
Danos tu fuerza y tu valor al combatir
Sopla como el viento la flor de la quebrada
Limpia como el fuego el cañón de mi fusil
Estas baladas, cargadas de mensajes políticos envueltos en metáforas evocadoras y poéticas, son percibidas como amenazas por parte de gobiernos opresores. Una de las canciones favoritas de Mercedes, que de muchas maneras se convirtió en el equivalente de su propia lucha y resistencia, es “Como la Cigarra”, de la poetisa argentina y escritora de libros infantiles María Elena Walsh.
Tantas veces me mataron,
Tantas veces me morí,
Sin embargo estoy aquí
Resucitando.
Gracias doy a la desgracia
Y a la mano con puñal
Porque me mató tan mal,
Y seguí cantando.
Cantando al sol como la cigarra
Después de un año bajo la tierra,
Igual que el sobreviviente
Que vuelve de la guerra.
Mercedes Sosa y Oscar Matus son las figuras clave del Nuevo Movimiento de la Canción en Argentina. Con la intención de intercambiar ideas con artistas y movimientos de toda Latinoamérica, se encontraron con otros 11 artistas y poetas en Mendoza el 11 de febrero de 1963 para firmar el Manifiesto fundacional del Nuevo Cancionero. El movimiento enfatiza la historia indígena del continente y las raíces culturales nativas, utilizando instrumentos folclóricos como la flauta andina, la quena, la flauta de pan y el charango de 10 cuerdas.9
En Argentina, Mercedes y Oscar trabajaron muy cerca de Armando Tejada Gómez, un poeta argentino que vivía en Mendoza. Gómez escribe las canciones, Matus compone la música y Mercedes Sosa provee la voz que conecta a las otras dos. Mercedes jamás escribe sus propias canciones; su fortaleza yace en interpretar las canciones de otros y hacerlas suyas. “Me enamoro de una canción como una se enamora de un hombre. Amo lo que canto”3, dijo. Muchas de sus canciones son de Víctor Jara y Violeta Parra, de Chile. “Gracias a la vida”, de esta última, se convierte en una de las canciones más conocidas del movimiento a nivel mundial, gracias a la interpretación de Mercedes, que es notablemente persuasiva y personal, al punto de que la canción se convierte definitivamente en su marca registrada. En Estados Unidos es cantada por Joan Baez, quien también usa su popularidad como vehículo para la protesta social, expresando una visión antiimperialista como resultado de la guerra de Vietnam.
OSCAR MATUS es un comunista ferviente y apoya los métodos activistas. Mercedes se une a él en el Partido, pero no puede aceptar su enfoque activista, por lo que renuncia poco después. A pesar de la brevedad de su membresía en el Partido Comunista, será encasillada por el resto de su vida como uno de sus miembros, estigmatizada por los políticos de derecha como comunista y una amenaza. Mientras tanto, los comunistas aprovechan la aparición de su nombre en sus listas de miembros, y al mismo tiempo la culpan de no ser una comunista “real” porque no rompe con la Iglesia Católica. Sin embargo, Mercedes no permite que nadie la encasille. Ella es lo que canta en la canción “Como un pájaro libre”, un pájaro libre que sigue su corazón y sus convicciones en todo lo que hace.
Su intervención en el Movimiento del Nuevo Cancionero es una plataforma ideal desde la que puede combinar su arte y su preocupación por los problemas humanos. Es una mujer con una ideología de izquierda, pero no se ve a sí misma como una líder política ni quiere ser etiquetada como cantante de protesta tampoco.10 “¿Son canciones de protesta? Jamás me gustó esa etiqueta. Son canciones honestas sobre cómo son las cosas en realidad. Soy una mujer que canta, que intenta cantar lo mejor posible con las mejores canciones disponibles. Me fue impuesto este papel como gran protestante, pero no es así en absoluto. Sólo soy una artista que piensa. La política siempre ha sido una cosa ideal para mí. Soy una mujer de izquierda, pero no pertenezco a ningún partido y los artistas pensantes deberían permanecer independientes de todos los partidos políticos. Creo en los Derechos Humanos. La injusticia me duele, y quiero ver paz verdadera”11, dijo.
Por insistir en que es una artista, se gana algunos enemigos en la izquierda, mientras que su ideología de izquierda la hace enemiga de la derecha. Es un dilema, pero eso no impide que tome una posición con su música. “A veces una canción necesita tener contenido social. Pero el problema primordial es la honestidad de uno. En América Latina, el mero acto de una artista siendo honesta es en sí mismo político”12, dijo, y propugnó que los artistas tienen el mismo derecho a tener una ideología que cualquier otro.
NO SON sólo dilemas políticos los que Mercedes debe superar. También enfrenta un dilema moral: ha quedado embarazada por segunda vez. Mercedes ama a los niños y quiere más, pero siente que es una irresponsabilidad de su parte8. Su carrera consume casi todo su tiempo y energía y está viviendo una vida turbulenta, a menudo cambiante, que carece de un entorno seguro necesario para criar un hijo. Ya está luchando por ser la madre que quiere ser para Fabián y es un enorme desafío para ella reconciliar sus altas expectativas para sí como madre con sus ambiciones como artista. Está abrumada por la idea de tener un segundo hijo y, cuando enferma durante su embarazo, decide hacerse un aborto, una decisión difícil para ella, que la hace sentir que no es capaz de vivir según