LYONS.
Cuando se ataca la naturaleza, es un crimen al presente y al futuro.
Repercutirá en el ciclo de vida.
Se talan los bosques aun los considerados santuarios.
El desierto avanza, el agua se agota, el suelo se envenena.
No sabemos las proporciones del daño o pretendemos ignorarlo aunque los ecologistas griten que el futuro no se ve halagador.
No hacemos conciencia que acciones al parecer intrascendentes como: tirar basura, talar un árbol, usar aerosoles, desperdiciar el agua, están minando el medio ambiente.
Por acciones como estas y hábitos nocivos, la naturaleza pasara factura.
Una factura que no podremos pagar, porque no tenemos otro mundo, que remplace este.
La Tierra no aguanta más nuestra inconsciencia.
Las voces de los que aun no nacen reclaman su espacio.
El tiempo seguirá su curso pero… ¡solo!
Tiempo sin agua, sin tierra, sin aire… sin el inventor del tic tac que no puede parar la bomba que destruirá el planeta.
Es el tiempo lo único que no muere.
Pero… ¿de que sirve el tiempo sin vida que lo vea pasar?
¡La vida es real! y la tumba no es su meta,
El alma no esta hecha de polvo.
Henry Wadsworth.
Celebremos la vida, cada día que el SEÑOR nos da, es un maravilloso regalo.
Quienes tenemos conciencia de ello, vivimos plenamente, para que mucha vida quede en la muerte.
Los árboles darán fruto aunque el sembrador ya no este.
Sobre los puentes pasaran personas aunque el constructor se haya marchado.
Seguiremos escuchando canciones en voces que no mueren, el rey de las rancheras, el rey del rock, la reina del tex-mex, el rey del pop ¡viven!
Los poemas, las filosofías, las doctrinas, triunfaran del olvido, porque el alma no es polvo y cada vez que pasa de una materia a otra se enriquece.
¿En quién moraremos mañana?
¿Quién tomara partículas de nuestra alma para hacerla suya?
Vivo la vida dichosa porque creo en la eternidad.
Con la variedad se adorna la naturaleza.
Mateo Alemán.
¿En tu casa hay un jardín?
Creo que en todas las casas los hay. No importa que sean 3 macetas o varios metros de verde.
El jardín es vida y reconocer la vida en árboles, plantas y flores te ayuda a recobrar aliento.
Cuidar un jardín es excelente terapia.
Encuentras plantas que sufren con la tierra agrietada y seca y probablemente pienses… ¿Estará así mi alma?
Al compadecerte de tus plantitas crece algo en ti—la importancia de tus manos—que dan agua al sediento y con ello reavivan tu propio corazón…Ahí en el mucho o poco espacio de tu jardín conviven las rosas y algunas florecitas silvestres que te apuras a cortar como si no las valoraras, olvidando que todos tenemos derecho a vivir.
Los cactus son espinosos no me acerco mucho, se parecen a esas personas con las que es difícil la convivencia. Con todo y eso no los abandono, porque también ellos florecen, flores raras exóticas que hacen contraste con las elegantes azucenas y los encendidos tulipanes.
Cortamos la buganvilia, la tijera del jardinero echo abajo algunas ramas. Como vidas jóvenes que se apagan, se marcharon llenas de flor.
Mis nogales están tristes, tienen plaga ¿les habré contagiado la depresión?
La higuera contribuye a que regrese la alegría, sus higos son ¡tan dulces! Y al amanecer cubiertos de rocío saben a gloria.
Veo un árbol seco donde no cantan los pájaros, pero los árboles de al lado le prestan los trinos.
Que convivencia tan armónica hay en mi jardín: abejas, avispas, hormigas, mariposas, ardillas y caracoles todos lo disfrutan.
Cultivarlo me torna humilde, me llena de paz…
“La esperanza de la vida vuelve con el sol”
Juvenal
Vaya que estos meses han estado grises, han estado tristes.
Algo en el corazón de la tierra se rompió, ya no late acompasado,
Ya no canta con el ruiseñor ni sonríe con rayos de sol.
Nubes grises y negras cubren la cara del astro rey.
Como el sol no brilla, los hombres se quedan presos en sus casas. En sus autos, las tiendas, las fábricas, las escuelas.
Están vacías las calles, los parques, las plazas, desiertos los caminos.
Pero mañana cuando el sol salga, la esperanza inundará nuestra vida,
Oiremos el canto de las cigarras, veremos florecer los duraznos, brillaran
De nuevo las luciérnagas, buscaremos la playa y enterrados en la arena,
Le diremos cara a cara a nuestro amigo el sol, lo mucho que lo hemos extrañado
Y quizá el guiñándonos el ojo nos diga “Lo sabía, lo sabía para eso me escondí.”
“No podrás obtener mucho de la vida si solo trabajas los días en los que te sientes bien”
Cuando era más joven trabajaba todo el día, con horarios agobiantes y aunque mi energía estaba en plenitud, en ocasiones me sentía sin la fuerza suficiente para afrontar la tarea.
Consultaba al doctor y por el stress o alguna enfermedad me incapacitaba.
Me sentía aliviada de no ir al trabajo, me fastidiaba pronto de no hacer nada, pero veía como una bendición del cielo esos días regalados.
Hoy los tiempos han cambiado, ya estoy jubilada, pero tantos días de descanso no me gustan. Si antes pedía como regalo una incapacidad para descansar ahora mi oración a dios es la siguiente: Señor dame un día mas de trabajo…..El descanso solo se disfruta si te has cansado antes.
Conozco a mucha gente que ama tanto su tarea que aunque se sienta mal, “sigue al pie del cañón” porque el trabajo nos permite olvidar, porque por el trabajo que nos da vida, somos capaces de entregar la nuestra.
Tu espejo te dirá lo que no te dirá ninguno de tus amigos.
PROVERBIO.
¡SI! Tu espejo sabe captar, ese pensamiento negativo que te oscureció la mirada, ese coraje antiguo, ese resentir que te endureció el rostro, esa contrariedad que agregó una arruga más a tu sufrida piel.
Cuando pasas junto al espejo y andas con la suerte de espaldas, no puedes creer que ese, que te mira casi con furia, ¡Seas tú!
No le huyas ¡Enfréntalo! Y si de plano la imagen que refleja es grotesca, ¡Cámbiala!..Tú tienes el poder.
Deja salir tu belleza, no requieres cirugía plástica solo….SONREIR.
Brindo por los amigos que son familia, y la familia que es amiga.
Tomado de la película; Mi dulce otro yo.
Creo que a todos nos pasa, despertamos a la misma rutina.
Recorremos la casa despertando a los hijos y el movimiento comienza.
En ocasiones le damos más importancia al trabajo que debemos ejecutar que al destinatario de nuestras acciones.
Peinamos