consciencia del final de la relación, del final de un hogar y del caos a mi alrededor. Caí de rodillas, agobiada por el dolor, la cara bañada en lágrimas. En ese momento, la expresión «esto también pasará» me vino a la mente. Pensé en Viktor Frankl, un sobreviviente del holocausto, que habla del concepto de «libertad de voluntad». Me pareció sumamente importante integrar esa libertad en mi ser, ese conocimiento de que por más difíciles que fueran esos momentos, finalmente pasarían, y me di cuenta de que era libre para elegir mi actitud. Decidí entonces identificar la emoción, era miedo, y sentirla en el pecho: parecía estar estrujándome el corazón. Visualicé esa emoción como una nube situada encima de mi cabeza y la vi alejarse flotando, como empujada por el viento. Continué haciéndolo hasta que, tras haberla identificado y aceptado, la emoción perdió fuerza, y se alejó gracias a mi decisión de soltarla.
Esencia de la Historia: no importa cuán difícil sea una situación, has de saber que también pasará. Todo cambia. Saber que algo doloroso pasará, entenderlo en las entrañas, aceptarlo profundamente, puede cambiar la forma en que experimentas situaciones difíciles. En nuestra capacidad de elegir cómo reaccionar ante las situaciones se encuentra nuestra libertad. A pesar de las limitaciones, ¿cómo podemos trascender las restricciones impuestas por nuestro entorno?
Acción Específica: considera tus experiencias dolorosas. Durante la próxima semana, lleva un diario y escribe acerca de cómo te sientes. Cuando sientas una emoción intensa, identifícala, sea soledad, vergüenza o dolor. El propósito de identificar la emoción es que te hagas una idea clara de qué emoción se trata, porque puede resultar difícil describirla. Una vez que lo sepas con exactitud, puedes trabajar para aligerarla. Además, podrás empezar a reconocer las sensaciones físicas que provoca en tu cuerpo. Ahora visualiza dicha emoción como una nube encima de tu cabeza, que inevitablemente se aleja flotando. La angustia que sientes disminuirá y finalmente desaparecerá.
Al identificar la emoción desagradable, sentirla en tu cuerpo, y visualizarla como una nube que se marcha, puedes reducir el agobio de una experiencia difícil. Mañana, consideraremos los beneficios de encontrar algo que te proporcione una razón para vivir.
Día 2 – Encontrar una Razón para Vivir es Crucial
Historia (Nelson Mandela): Nelson Mandela fue declarado culpable de conspirar para derrocar al Estado de Sudáfrica y condenado a cadena perpetua. Confinado en una diminuta celda de la inhóspita isla Robben, con un cubo para ir al baño, durante el día realizaba trabajos forzados en una cantera expuesta al sol implacable. Se le permitía una sola visita al año, con una duración máxima de treinta minutos. Esta experiencia lo transformó, puesto que lo hizo enfocarse en sobrellevar su situación con dignidad y en utilizar su encanto e inteligencia para convertirse en líder de sus camaradas encarcelados. Tras 27 años de prisión, emergió de las dificultades para guiar a Sudáfrica hacia la democracia. Muchos lo consideran el padre de la nación: Madiba o Tata. Mantuvo la mente activa y estudió derecho durante las noches. Al centrarse en liderar a otros, encontró una razón para vivir: conservó la esperanza. Nietzsche dijo: «Quien tiene un "porqué" para vivir, encontrará casi siempre el "cómo"».1 En las ocasiones en que yo viajaba y la gente me preguntaba de dónde era, cuando respondía que era de Sudáfrica, siempre me preguntaban sobre Madiba. La última vez que me ocurrió esto fue cuando Mandela estaba enfermo en el hospital. En un aeropuerto, detuve a un empleado de limpieza para averiguar dónde estaban los teléfonos públicos. Me preguntó: «¿Cómo está Madiba? Hemos oído que está enfermo».
Esencia de la Historia: la historia de Nelson Mandela demuestra que, si tenemos una razón para vivir, podemos atravesar casi cualquier circunstancia que no nos mate primero. Madiba es un ejemplo para todos de que no importa cuán difíciles se pongan las cosas, siempre podemos encontrar formas de darle sentido a nuestra vida y crear esperanza. Está claro que todos anhelamos una razón para vivir. Es esa «razón» indescriptible, nuestro anhelo de sentido, de encontrar un porqué, lo que nos motiva, nos energiza e impulsa nuestra vida.
Acción Específica: reflexiona acerca de tu propio «porqué». Ahora mismo, ¿qué es lo que hace que tu vida valga la pena ser vivida? Pon tus pensamientos por escrito.
Cuando identifiques ese propósito, te percatarás de que el anhelo creado por la necesidad de satisfacerlo superará con creces las dificultades que estés atravesando. Mañana consideraremos el sentido que podemos extraer de la vida.
Día 3 – La Cuestión del Sentido de la Vida
Historia (Viktor Frankl, «El Hombre en Busca de Sentido»): había quienes caminaban directamente hacia las cámaras de gas, con una oración en los labios.
Viktor Frankl habla sobre cómo puede profundizarse la vida espiritual, incluso cuando uno se encuentra en un campo de concentración. Frankl se percató de que aquellos que nutrían su vida interior parecían autogestionarse mejor, a pesar de que, físicamente, no fuesen tan fuertes como los demás. Cuando padecían un sufrimiento ineludible, estas personas eran capaces de volcarse hacia adentro, hacia sí mismos, y enriquecer su ser espiritual. El sentido de la vida no es una cuestión que pueda expresarse en términos generales. Frankl dice que esto sería como preguntarle a un campeón de ajedrez: «Dígame, Maestro, ¿cuál es la mejor jugada que puede hacerse?».2 No existe una mejor jugada, ni siquiera una buena jugada, solo tenemos una situación determinada en un juego determinado y con un oponente de determinada personalidad. Del mismo modo, el sentido de la vida de una persona está en la situación que atraviese. Cada persona tiene una misión propia que llevar a cabo, algo único que ha de lograr. Desde este punto de vista, ninguna persona es reemplazable. A medida que cada situación de la vida nos presenta un desafío a resolver, la cuestión del sentido de la vida puede revertirse. Más bien podemos preguntarnos: «¿Qué espera la vida de nosotros?».3 Necesitamos reconocer que la vida nos cuestiona y solo podemos responder por nuestra propia vida, entrando en acción de manera responsable, con la consciencia de que estamos haciendo lo que es correcto.
Esencia de la Historia: Viktor Frankl afirma que la vida nos cuestiona el sentido que le damos, el cual solo podemos conocer momento a momento, a medida que pasamos por los distintos desafíos que enfrentamos. Hemos de responder de manera responsable a los desafíos de la vida. Estamos obligados a responder a esa llamada. Necesitamos ser responsables de nuestras elecciones, tomando las decisiones que sean correctas para cada desafío que se presente.
Acción Específica: escribe las cosas que consideras significativas en tu vida y que te hacen creer que vale la pena vivir. Haz una lista de las más importantes primero. Reflexiona un poco sobre estas cosas. ¿Hay alguna en la que puedas concentrarte más?
Al plantearnos la pregunta: «¿Qué espera la vida de nosotros?», somos capaces de cambiar la atención que le prestamos a las dificultades y problemas de nuestras vidas y enfocarla más bien en el sentido que les queremos dar. Mañana analizaremos más de cerca la importancia del amor en la creación de una vida significativa.
Día 4 – El Amor Puede Venir al Rescate
Historia (Viktor Frankl, «El Hombre en Busca de Sentido»): en aquel frío y oscuridad, conforme tropezábamos con las piedras heladas y otros obstáculos, todo permanecía en silencio excepto por los gritos de los guardias. El hombre que marchaba a mi lado se tapó la boca con la mano y susurró: «¡Si nos vieran ahora nuestras esposas! Espero que estén mejor en sus campos de concentración e ignoren lo que nosotros estamos pasando». Aquello creó un vínculo tácito entre Viktor Frankl y su compañero de marcha, que sabían que cada uno estaba pensando en su mujer. Ocasionalmente, tras elevar los ojos al cielo, Viktor aún se sentía capaz de apreciar la mañana rosada con la que se iniciaba el día. La imagen de su esposa flotaba con total claridad en su mente, e imaginaba su mirada y las respuestas que le daba a su conversación. Viktor podía contemplar esa mirada con tanta precisión, que la consideró «más luminosa que el sol del amanecer». Fue esa experiencia la que llevó a Frankl a afirmar que «la salvación de hombre está en el amor y a través del amor».
Esencia