anhelado por el buceo, el descanso, la relajación, el amor, el bienestar... Cualquiera que sean las razones de su viaje a las Maldivas, es imposible que se lleve una decepción. Todo forma parte de la magia: su belleza por encima y por debajo del nivel del mar, la amabilidad de la población, la calidad del servicio (atento al más mínimo detalle), la suprema tranquilidad que reina allí, la magia de los paisajes, un clima siempre soleado y, lo que es más importante, total seguridad. Desde aquellos que viajen con bajo presupuesto hasta los que prefieran estancias más excéntricas, todo el mundo encontrará lo que necesita para hacer realidad su viaje de ensueño en un paraíso tropical. Las Maldivas es un destino al que hay que ir al menos una vez en la vida.
Un sueño azul
Tan pronto como el avión comienza su descenso hacia el archipiélago de las Maldivas, el azul, en todos sus matices, atrapa al recién llegado. El diccionario define el azul como «[s]emejante al del cielo sin nubes y el mar en un día soleado, y que ocupa el quinto lugar en el espectro luminoso», pero aquí el azul no es solo uno. Las Maldivas es la tierra del azul en todas sus tonalidades: azul claro, cielo, horizonte, lavanda, bígaro, real, marino, pizarra, turquesa, petróleo, pato... desde las orillas translúcidas hasta la opacidad del profundo abismo. Las variaciones son tan sublimes que llevan a la tranquilidad y la meditación. Pocos hoteles no tienen villas sobre pilotes, en las que se puede disfrutar de impresionantes vistas del infinito azul desde todas las habitaciones, e incluso desde la bañera. Cálidas (28 °C de media durante todo el año) y translúcidas, las aguas representan para muchos un espacio de sueños que solo termina al aterrizar de nuevo en la niebla europea. Los afortunados que regresan regularmente a las Maldivas no dejan de mencionar el hipnótico encanto de sus grandes azules.
Sol a voluntad
Con temperaturas anuales de entre 25 y 30 °C, las Maldivas ofrece un clima idílico. Olvídese de llevar chaqueta, si no es para usarla en el avión. Allí, el sol calienta durante todo el año, sobre todo durante los meses de diciembre a abril. En esa época se garantizan casi ocho horas de sol diario.
La tierra del relax
¿No es maravilloso pasar unas vacaciones sin sentir que uno tiene cosas por hacer? ¿Tumbarse despreocupado, sin sentirse culpable, a la sombra de un cocotero o disfrutar de la comodidad de un bungaló? ¿Es una coincidencia que la mayoría de los visitantes de las Maldivas sean los italianos que inventaron la palabra farniente (ociosidad)? Se trata del tipo de destino donde uno va solo a relajarse, disfrutar del tiempo que pasa, olvidarse de todas sus preocupaciones y descansar sin límites.
Fondos marinos excepcionales
A pesar del blanqueamiento del coral en 1998, las Maldivas recibe con regularidad los premios internacionales más prestigiosos, en especial por la calidad de su fondo marino, que es perfecto para el buceo. La concentración de elasmobranquios (una familia de rayas y tiburones), en particular, es excepcional y el coral vuelve a dar vida tiñiendo de color el océano.
Un destino seguro
En las Maldivas no hay necesidad de preocuparse por cuestiones de seguridad: no se producen ataques contra los viajeros y el robo es extremadamente raro. Si ocurre, suele ser a los turistas groseros. Políticamente, el país goza de buena estabilidad y las condiciones sanitarias son excelentes. Si tiene que preocuparse por algo, ¡es por las quemaduras del sol!
Un servicio hotelero impecable
Tanto si elige un hotel barato como el más exclusivo, los servicios turísticos son excelentes. En general, el personal suele ser muy profesional, agradable, sonriente, servicial, atento, discreto y eficiente. Nunca falta limpieza, ni en las islas ni en el interior de los hoteles. Es evidente que la organización que funciona bien rara vez se rompe. Además, los traslados se llevan a cabo sin problemas, a pesar de una geografía que no sirve a la logística. Este es el lugar ideal para pasar unas vacaciones sin preocupaciones.
Una amplia gama de deportes acuáticos
También será el paraíso de los entusiastas de los deportes acuáticos, que podrán deslizarse a su antojo por las aguas turquesas. Casi todas las lagunas ofrecen las condiciones óptimas para la práctica segura de actividades acuáticas, y durante todo el año. Además del esnórquel (aletas-gafas-tubo), puede practicar deportes como canoa, windsurf y catamarán, así como otros motorizados, como el esquí acuático, jet-ski o banana acuática. Los amantes del surf, el kitesurf y el wakeboard también podrán disfrutar de la buena vida en las Maldivas, gracias a las pausas ininterrumpidas en un entorno excepcional.
Ficha técnica
Ficha técnica - Paisaje de las Maldivas visto desde el cielo.
© MMPRC
Moneda
Idea de presupuesto
Las Maldivas en pocas palabras
El archipiélago
La población