“reflexionar acerca de los procesos y las creaciones artísticas” (Mata, 2014, p. 17). Una excepción a esta definición es cuando se utiliza para expresar el existencialismo gracias a la confusión entre la ficción y la realidad que esta puede despertar, sensación que también se usa para llegar al espectador y hacerlo partícipe de las reflexiones y dudas en torno a la expresión de arte.
Una película que puede servir como ejemplo es Adaptation (Jonze, 2002), en la que un guionista pasa por una crisis de escritura cuando tiene que adaptar un libro al cine; tanto sufre escribiendo el guion que al final la película resulta ser el mismo guion que él escribió, donde la historia no es la adaptación del libro, sino la travesía de la adaptación.
El metacine suele reflexionar sobre temas como la crisis de ser guionista (vista en Adaptation); la confusión de una persona que se da cuenta de que es un personaje de una película, lo que implica ver la vida como una farsa; o que el autor muera, pues los personajes al darse cuenta que son personajes, ganan poder y se salen de las manos de este (como sucede en The Purple Rose of Cairo (Allen, 1985) o en la película española Fuera del Cuerpo (Peñarrocha, 2004)); también se pueden encontrar reflexiones acerca de ser actor o de la propia industria del cine, como críticas a Hollywood, a la vanidad, entre otras. Se recurre a la metaficción para criticar o cuestionar la obra, el cine o la vida, pues la obra puede hablar de cine, pero también puede reconocerse como obra cinematográfica sin tener la necesidad de hablar sobre esta expresión artística.
Además, esta forma de narrar se manifiesta en momentos que implican que el espectador se comprometa de manera particular frente a un tema específico, y no se conforme con quedarse sentado frente al televisor mientras la película pasa delante de sus ojos. El dadaísmo y la lata de Campbell, son dos ejemplos dados por Emilia Mata (2014) para decir que siempre hay puntos de quiebre en donde el arte se cuestiona a sí mismo sin tener la posibilidad de dividirse de los procesos históricos.
Las situaciones sociales y políticas que acompañan a los artistas a crear [… es decir] momentos de ruptura son claves en la historia del arte y las humanidades, para reafirmar lo que se hace, para elaborar cambios, para transformar, innovar y sobre todo para proponer. (p.16)
La metaficción entonces surge por la necesidad de cuestionarse, expandiéndose a otras artes a partir de la literatura y llegando al cine para preguntarse qué es, cómo se escribe, cómo se realiza y por qué se hace (Mata, 2014, p. 17).
Es por ello que surge el interés de ir a una región que socialmente tiene problemáticas que influencian y generan reflexiones en sus artistas locales, como Latinoamérica, en torno al cine y a la sociedad, las cuales propician el surgimiento del uso del metacine como expresión narrativa. Por eso, La tarea (Hermosillo, 1991), El elefante y la bicicleta (Tabío, 1994), Entre Marx y una mujer desnuda (Luzuriaga, 1996), Pompeya (Garateguy, 2010) y Petecuy, la película (Hincapié, 2014), son ejemplos que cuentan con reflexiones acerca del cine y la sociedad, donde las problemáticas sociales propiciaron esta manera de narrar y nuevas propuestas narrativas creadas en América Latina que utilizan el metacine.
Varias investigaciones pueden dar pistas para ese abordaje, como Metacinema: a modern necessity (Siska, 1979), donde se menciona que esta tendencia se presenta en la literatura desde 1890. Este texto menciona que la modernidad –hablando en 1979– presentaba películas que reflexionaban sobre sí mismas, sobre el acto de crear películas, explicando por qué se recurría a estos medios, pero sin profundizar mucho en la reflexión a la que apuntan.
También aparece El cine dentro del cine (Navarrete, s.f.) que retoma la literatura como una influencia inescapable para el cine, pues los dos hacen referencia a lo que es la realidad social. El autor se centra en la premisa de la citación, diciendo que “toda novela o película es una citación, no de otra obra literaria o cinematográfica, sino de un discurso social incidente en el proceso creativo del escritor o director de cine” (p.1). Ante esto decide analizar el cine español por medio de 18 películas que cumplen con ese elemento, teniendo en cuenta que la finalidad del metacine, según él, es la fracción del discurso y la reflexión del espectador (p. 3) –lo cual se sostiene en este trabajo, pues el juego entre lo ficticio y lo real es clave para hablar de metacine–.
Cine dentro del cine (italiano) es otra investigación que se encarga de estudiar 20 películas italianas, dentro de una perspectiva más amplia a la de solo citación (de los Santos, s.f.). Al igual que el trabajo de Navarrete, de los Santos aborda muchas películas, por lo que no logra profundizar en lo que ellas reflexionan o lo que el metacine busca expresar con ellas; aun así, es importante resaltar lo que hace el primero de estos dos trabajos, pues analiza la reflexión del cine dentro del cine español por medio de películas.
Otra investigación que es oportuno mencionar es La metaficción de la literatura al cine. La anagnórisis metaficcional de Niebla a Abre los ojos (Pardo, 2011) donde, como en los trabajos anteriores, se tiene en cuenta la literatura como una expresión que influye en el cine, con la diferencia de que se piensa al cine como un campo diferente que puede tener rasgos independientes.
También se puede hablar de El cine de metaficción en la cinematografía colombiana de los primeros 15 años del siglo XXI, un proyecto de investigación-creación cinematográfico (Sepúlveda, 2016), el cual identifica las películas colombianas que cumplen con el modelo metaficcional, independientemente si son metaficción fílmica (metacine) o metaficción en el cine. Sin ninguna reflexión, define conceptos e identifica películas teniendo en cuenta el modo de narrar y de hacer metaficción en la literatura para relacionarlo con el cine.
Otro trabajo, que aunque se enfoca exclusivamente en tres películas de Woody Allen, teniendo en cuenta la influencia de la literatura, pero poniendo como elemento primordial la reflexión que realiza el director por medio de la metaficción en sus películas, es Cine meta-ficcional en Woody Allen, un discurso narrativo (Pérez, 2015). Allí, el autor se centra principalmente en identificar las reflexiones de las películas por medio del metacine, teniendo en cuenta como punto fundamental a analizar las crisis de los escritores de cine durante los procesos creativos de sus obras.
Dentro de este mismo orden de ideas, La metaficción desde la literatura hacia el cine: una estrategia narrativa analizada en El ladrón de orquídeas (Mata, 2014), tiene en cuenta la literatura como base del metacine, donde también se valora el cine por sus propios medios. Mata toma el concepto de metaficción en el cine como metacine, encargándose de desarrollar el término central de esta investigación.
Ya en América Latina, el artículo “Brecht en La Habana: autorreferencialidad, desfamiliarización y cine dentro del cine en la obra de Juan Carlos Tabío” (Navarro, 2006), menciona la teoría de Julio García Espinosa en el texto Por un cine imperfecto, la cual propone una nueva forma de narrar, utilizando el metacine para criticar la situación social en el subcontinente. Esta teoría se convirtió en un auténtico manifiesto del cine latinoamericano contra la estética hollywoodense, apoyando y pidiendo un séptimo arte que no ocultara las limitaciones materiales al hacer cine en Latinoamérica (Navarro, 2006). Este artículo confirma el recurso del metacine en América Latina y propone razones de su uso. Así mismo, “La parodia en el cine argentino contemporáneo: Upa! Una película argentina” (Soria, 2013), habla sobre el Manifiesto Grupo Acción, que utiliza el metacine entre sus reglas para criticar el Nuevo Cine Argentino. Este tipo de manifiestos serán tenidos en cuenta para encontrar respuestas a los usos y temas del metacine en América Latina.