Eduardo Zanini

Raúl Alfonsín


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      Contents

      1  ExLibris

      2  Portada

      3  Creditos

      4  Dedicatoria

      5  Introduccion

      6  CAPITULO I - La vispera

      7  CAPITULO II - Los Alfonsin

      8  CAPITULO III - El 66

      9  CAPITULO IV - Renovacion y Cambio

      10  CAPITULO V - La dictadura

      11  CAPITULO VI - El candidato

      12  CAPITULO VII - El Gobierno

      13  CAPITULO VIII - La sombra del poder

      14  CAPITULO IX - El ex presidente

      15  CAPíTULO X - Hasta la democracia, siempre

      16  Anexo

      17  Bibliografia

      Landmarks

      1  Cover

      Zanini, Eduardo

       Raúl Alfonsín. El hombre que hizo falta - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Marea, 2019.

       Libro digital, EPUB - (Historia Urgente / Constanza Brunet; 69)

       Archivo Digital: descarga y online

       ISBN 978-987-3783-92-0

       1. Biografía. 2. Historia Política Argentina. 3. Radicalismo. I. Título.

       CDD 920

      Edición: Constanza Brunet

      Coordinación: Florencia Jibaja Albarez

      Corrección: Marisa Corgatelli

      Diseño de tapa e interior: Hugo Pérez

      Fotografía de tapa: Raúl Alfonsín pronunciando un discurso en Tandil,

      29 de junio de 1987. Procedente de: Argentina, Archivo General de la Nación,

      Departamento de Documentos Fotográficos.

      © 2018 Eduardo Zanini

      © 2018 Editorial Marea SRL

      Pasaje Rivarola 115 – Ciudad de Buenos Aires – Argentina

      Tel.: (5411) 4371–1511

      [email protected]

      www.editorialmarea.com.ar

      ISBN 978-987-3783-92-0

      Depositado de acuerdo con la Ley 11.723. Todos los derechos reservados.

      Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio

      o procedimiento sin permiso escrito de la editorial

      A Rocío y María Sol Zanini, mis hijas.

      Para ellas y tantos millones de jóvenes que crecieron

      con la democracia que recuperamos en 1983.

      INTRODUCCIÓN

      Las compuertas de la libertad. El hombre que hizo falta para abrirlas fue Raúl Alfonsín, el emergente de un cambio. La democracia como forma de vida.

      Alfonsín fue el referente que millones de argentinos eligieron para semejante tarea. El dirigente de los sueños colectivos para reconstituir una República extraviada en una noche interminable de todo tipo de violaciones.

      Las banderas que levantó Alfonsín en su campaña presidencial sintetizaron el deseo de una mayoría.

      La avalancha de votos de las elecciones del 30 de octubre de 1983 fue la confirmación de una adhesión que superó las simpatías por la UCR.

      La potencia del discurso de Alfonsín arrasó con todos sus oponentes.

      Una larga historia de inestabilidades quedó entonces en los archivos para siempre. Nunca más.

      La dimensión democrática en un país que desde 1930 quedó atrapada entre golpes de Estado, dictadores y una sociedad civil fragmentada fue una ilusión de a ratos. Los gobiernos constitucionales fracasaron en su intento de dar continuidad a la voluntad que surge del voto popular.

      El análisis de los vaivenes, ese péndulo de características argentinas, pulveriza cualquier explicación racional.

      Lo primero que podría establecerse es cómo cada actor del drama se colocó frente a las circunstancias. Las responsabilidades tienen puntos divergentes y discusiones interminables.

      En el mismo punto, a las instituciones republicanas les faltaron convicciones para sujetar a las corporaciones y detener los atropellos del partido militar. En definitiva, empoderarse frente a cada amenaza del autoritarismo.

      En ese contexto, Raúl Alfonsín inició un camino militante sin pausa.

      Primero, recibido de abogado, después como concejal por Chascomús, diputado provincial, diputado nacional y presidente del Comité Provincia de Buenos Aires de la UCR, todos títulos a los que accedió cuando todavía no había cumplido cuarenta años.

      La formación intelectual de ese hombre reconoce las huellas digitales de su madre, Ana María Foulkes, la mujer que lo acercó a lecturas de todo rango.

      En 1972, se despegó de la mano de uno de sus promotores, el dirigente Ricardo Balbín. El Movimiento de Renovación y Cambio nació en esa época para agrupar los sectores más dinámicos del radicalismo y recoger un fundamento que lo ubicara a la izquierda de ese partido.

      Para Alfonsín, la violencia de los 70 era una