excusas por mala conducta y es fácilmente convencido para concedernos nuestros deseos.
El Dios de la Biblia no está aquí para malcriarnos, ni está pasando por alto o ignorando nuestros caminos. El está obrando Su plan para Su gloria y algún día demandará cuenta de cada uno de nosotros.
Estas son algunas de las opiniones populares acerca de Dios. Existen muchas otras ideas equivocadas acerca de quien es Dios. Un buen libro para leer acerca de este asunto es Tu Dios Es Muy Pequeño” por J. B. Phillips. Este libro trata otras distorsiones de la persona de Dios, más a fondo de lo que hemos podido hacer aquí. La verdad es que a menos que el corazón del hombre sea cambiado por Dios, está inclinado a tener una opinión de Dios distorsionada (Romanos 3:11). Los hombres han trabajado diligentemente desde la Caída para crear un dios de su propio diseño, en vez de someterse ellos mismos a su Creador Soberano.
A pesar de nuestra inclinación, Dios quien es rico en misericordia se nos ha revelado a si Mismo en Su Palabra. Debemos examinarnos a ver si nuestro Dios es, o no es, el Dios de la Biblia.
Sin importar tus creencias pasadas, Dios puede ser conocido como El es. Esto conlleva conocimiento de la Escritura, fe en el hecho que Dios es quien se revela a sí Mismo, y la práctica diaria de tomar cautivos pensamientos equivocados. Al comenzar la próxima sección, pídele a Dios que se te revele a sí Mismo como realmente es en las páginas de Su Palabra. Pídele que te revele las formas en que lo has visto equivocadamente. Pídele que te revele cualquier forma en que no has vivido específicamente de acuerdo a lo que la Biblia dice acerca de Él.
El Dios de la Biblia
A pesar de que somos muy buenos al formarnos “otro dios” (Salmo 115:4-8), la verdad es que existe solamente un verdadero Dios (Deuteronomio 6:4-5). No hay nadie que se compare con El. El sobresale en su carácter y atributos.
Por tanto, tú te has engrandecido, Jehová Dios; por cuanto no hay como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.
2 Samuel 7:22
Debemos traer nuestra visión de Dios a la luz de Su Palabra. El siguiente no es un estudio completo de la naturaleza y carácter de Dios, pero debería servir como una descripción clara y breve de quien Dios es.
1. Dios es el soberano, Señor todopoderoso de toda la Creación.
Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero.
Isaías 46:9-10
Cada esposo ejemplar debe venir al lugar donde está humillado ante el Dios Todopoderoso, Soberano Dios. El debe verdaderamente creer que es pequeño, mientras que Dios es grande y está completamente en control. Dios es Soberano sobre la tierra, los cielos, las personas, los eventos, y aún sobre Satanás y la maldad (Isaías 40:12-31). Por la fe, este atributo deber ser visto junto con los otros atributos de Dios. Por fe, debemos creer que un Dios completamente sabio y amante sabe porque un evento particular fue permitido como parte de un plan perfecto para un individuo y para Su Gloria. Recordar que el carácter de Dios es perfecto, sin tiniebla algunas, puede ayudarnos a ver su Soberanía correctamente. No solamente es perfectamente Soberano, sino que también es perfectamente bueno, perfectamente amante, y perfectamente sabio. Ver la Soberanía de Dios a la luz de su carácter total puede en verdad traer consuelo concerniente a eventos pasados, presentes, y futuros.
En Su Soberanía, Dios tiene propósitos perfectos para el mundo y un plan perfecto para cada esposo. Esto significa que nadie podría mejorarlos. Estos son mucho más altos, mucho mejores, y mucho más adecuados para Su plan perfecto que nuestros planes egocentristas y cortos pudieran alguna vez ser (Isaías 55:9). Cada hombre que espera honrar a Dios y conoce el verdadero contentamiento en esta vida debe estar completamente convencido de que los caminos de Dios son perfectos.
Comprender la soberanía de Dios puede, también, poner a los esposos en el lugar en que necesitan estar. Puede ayudarlos a ser humildes y agradecidos. Sí, como esposos nos ha sido dado una posición de autoridad, pero somos aún simplemente criaturas y bajo la autoridad de Dios todopoderoso. Este hecho debería hacernos más cuidadosos con nuestros seres amados, sumisos a la voluntad de Dios, y agradecidos que Él, el Dios todopoderoso y soberano, desea estar íntimamente familiarizado con nosotros (Salmo 8:4; Romanos 9:19-21).
2. Dios es Santo.
¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?
Éxodo 15:11
Dios en Su santidad es absolutamente puro, perfecto, y justo en todos Sus caminos. La palabra santo generalmente significa “separado.” Wayne Grudem, en su Teología Sistemática, dice que, “La santidad de Dios significa que El está separado del pecado y devoto a buscar Su propio honor.” Absolutamente no existe pecado o maldad en El.
Éste es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.
1 Juan 1:5
Solo Dios es santo. Cuando vemos a Dios no debemos ser orgullosos porque la imperfección está mirando a la perfección; la impureza está mirando a la pureza. Cuando vemos la santidad de Dios deberíamos responder como Isaías hizo cuando entendió la santidad de Dios.
Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios
Isaías 6:5
3. Dios es un juez justo.
Los ríos batan las manos, Los montes todos hagan regocijo Delante de Jehová, porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, Y a los pueblos con rectitud.
Salmo 98:8-9
Dios justamente odia el pecado porque es una afrenta a quien El es y Su Reino, y por lo que hace. El debe juzgar el pecado y El debe juzgar a cada persona. Todos los juicios de Dios son correctos y justos. El es el juez perfecto.
Como juez justo, Dios ha juzgado justamente toda la raza humana de ser pecadores y merecedores del infierno. El está lleno de justa ira hacia el impío (aquellos fuera de la fe salvadora en Cristo) por su pecado (Salmo 7:11). Solo esos que han tenido su penalidad pagada y han colocado su fe en el sustituto de Dios (Cristo) escaparán el juicio que les es merecido. Aun esos que han sido perdonados por sus pecados a través de Cristo enfrentarán un juicio por sus vidas en el cual ellos ganarán o perderán recompensas (Romanos 14:10-13; 1Corintios 3:11-15).
Solo Dios puede perfectamente examinar a una persona y luego ejecutar el correcto juicio. Porque Dios es perfecto, El tiene el derecho de juzgar el pecado. Porque El es justo, El debe juzgar el pecado. El Rey Salomón dio esta advertencia al pueblo de Dios en Eclesiastés 12:13-14:
El fin de todo el discurso oído es éste: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.
4. Dios es misericordioso y compasivo.
Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.
Lamentaciones 3:22
Dios no solo es un juez justo, sino que también está lleno de misericordia y gracia. Podemos definir misericordia como “no dar lo que es merecido.” Gracia puede ser definida como “dar lo que no es merecido.” Son la misericordia y gracia de Dios las que proveyeron la manera para que Él se mantuviera justo y aun así nos salvara del juicio que merecemos. Esa manera fue juzgar Su propio Hijo por los pecados del mundo. Si Dios no fuera misericordioso, todos nosotros estaríamos sin esperanza condenados a recibir nuestra justa condenación. En Su misericordia, Dios ha decidido salvar a algunos de la destrucción que merecen y engendrarlos como los suyos propios, como si nunca hubieran pecado.