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Tanzania, Kilimanjaro, Zanzíbar


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target="_blank" rel="nofollow" href="#fb3_img_img_152b39bd-c4de-5a75-a743-ba2a9a141240.png" alt=""/> Día 2. Visita a pie del Parque Nacional de Arusha, acompañado de un ranger, para estirar las piernas al día siguiente de su trayecto aerotransportado y respirar aire fresco antes de emprender kilómetros en 4x4.

       Día 3. Visita del Ngorongoro. Podrá alojarse en uno de los lodges situados al borde del cráter (hay campings en las inmediaciones de la zona protegida para los mochileros), que ofrecen unas magníficas vistas a la naturaleza y a los animales (en miniatura). Un safari por la mañana y un safari por la tade le harán descubrir la variedad de comportamientos de los animales. Además, su guía le contará la historia del lugar y de sus antiguos habitantes humanos.

       Días 4 y 5. Visita del Serengueti, pura felicidad… Así como el Ngorongoro puede parecerse un poco a un amplio (muy amplio) zoo natural (los animales nunca salen del cráter), el Serengueti es realmente el endless plain, la llanura sin fin. Sabana hasta donde alcanza la vista, los ñus por cientos de miles (no hay que perderse su migración hacia el Masái Mara en Kenia, que se produce hacia mayo), los leones calentándose al sol, los guepardos al acecho, cebras, hienas, chacales, rinocerontes, aves… Estará alojado en el propio parque. Cuidado con los búfalos solitarios, animales impredecibles y peligrosos (pesan más de una tonelada) que merodean alrededor de los lodges. El Serengueti es un lugar que no debe perderse bajo ningún concepto.

       Día 6. Es hora de abandonar el parque, pero no ha terminado. Dirección al Parque Nacional del Manyara y su magnífico lago que invade la tierra cada año un poco más. Será la ocasión de hacer unas magníficas fotografías con jirafas o elefantes en primer plano y flamencos en segundo. Evidentemente, es mejor tener un buen objetivo. Pero a menudo los encontrará a pocos metros sólo en el bosque de acacias que bordea el lago. Y quizás incluso vea a un león tumbado en una rama alta o descansando al pie del árbol, en la frescura de su sombra y de las hierbas altas.

       Día 7. Visita matutina al vecino del Tarangire. Región más montañosa, más salvaje y más verde también, sigue siendo territorio de jirafas y elefantes, que pueden esconderse fácilmente detrás de los árboles y encontrar comida gracias a las acacias. Es perfectamente posible ver a un leopardo en una guardia indolente sobre una roca, al acecho de su próxima presa.

       Día 8. Vuelta a Arusha. Dependiendo del tiempo que transcurra al volver del Parque del Serengeti hacia el del lago Manyara, puede que los días 6 y 7 se conviertan en 7 y 8.

      

      Estancias largas

      NGORONGORO CONSERVATION AREA - Área de Conservación del Ngorongoro.

      © Trazos sobre Papel / Shutterstock.com

       En 15 días, puede variar los placeres. Por ejemplo, visitar parques, tanto en el norte como en el sur, y relajarse en Zanzíbar. Puede combinar Zanzíbar tanto con los parques del norte como con los del sur. Los vuelos regulares y diarios los conectan entre sí. Otra posibilidad, si es aventurero y le importan poco las playas de arena fina de Zanzíbar, es realizar una visita a los parques del norte y la ascensión al Kilimanjaro. En Arusha y Moshi hay muchas compañías dispuestas a hacerle subir la cumbre de África, pero, atención, esta expedición no se organiza a la ligera: podría sentirse decepcionado por la falta de profesionalidad de algunas agencias.

       A partir de 3 semanas de viaje, puede ver casi todo. Para aquellos que están interesados en un periplo al límite con la travesía de los tres grandes lagos continentales (Nyasa, Tanganica y Victoria), son necesarias tres semanas como mínimo. Es realmente un plazo irreducible debido, por una parte, a las dificultades de transporte para llegar a los lagos y, por otra, a las navegaciones exclusivamente semanales en dos de los tres lagos. Si además de lindar con las fronteras vecinas, piensa atravesarlas por curiosidad, hay mucho por hacer: Mozambique, Malaui, Zambia, República Democrática del Congo, Burundi, Ruanda, Uganda, Kenia. Y en este caso, hay que prever más bien cinco semanas.

      Programa cruzado: el Kilimanjaro (5 y 6 días), los parques del Norte (4 días), el lago Victoria (3 días), el lago Tanganica (3 días), los parques del Sur (3 días), Zanzíbar (4 y 5 días). Para semejante programa en tan poco tiempo, hay que poder gastar sin preocupación y tener un plan de ruta previamente establecido, o incluso diseñado llave en mano por una agencia. De hecho, si tiene los medios y quiere tomarse tiempo para descubrir el país a fondo, un mes es la duración mínima de la estancia.

      15 días entre las reservas del Sur y Zanzíbar

       Día 1. Llegada a Dar es Salaam. Puede pasar una noche en la palpitante capital y descubrir los lugares importantes (Museo Nacional, Jardín Botánico, Kigamboni).

       Días 2 y 3. Salida hacia la reserva del Selous. Llegada a una pequeña pista de aterrizaje en la que le espera un coche que le llevará a su campamento. A orillas del río Rufiji, por ejemplo. Para impregnarse del ambiente, se necesitan dos días, con un programa de safari a pie, en 4x4 y una excursión en barco por el río, a la búsqueda de hipopótamos y cocodrilos. Y cada noche, una puesta de sol de un rojo intenso...

       Días 4 y 5. Salida para Ruaha. Magnífico, salvaje, auténtico, el Parque Nacional de Ruaha pasa por ser uno de los más hermosos del país. También es uno de los más desconocidos. La flora es muy variada, los animales son mucho más salvajes que en el Norte. Podrá alojarse en tiendas de campaña y escuchar por la noche el bramido de los elefantes, la risa (inquietante) de las hienas o los pasos de los leones en busca de una presa. Cuidado con las moscas tse-tse, que pululan por la región. En el programa: dos safaris en 4x4.

       Días 6 y 7. Vuelta a Dar es Salaam para trasladarse a Zanzíbar. El aeropuerto de Zanzíbar se encuentra a 2 km de la capital, Stone Town. En Stone Town hay bastantes hoteles baratos y relativamente bien cuidados. Se impone una visita del casco antiguo: Old Dispensary, Old Fort, la iglesia anglicana, los mercados, las ruinas del palacio de Mahurubi, el palacio de Mtoni, sus numerosas callejuelas… No faltan los atractivos. La antigua ciudad colonial posee un encanto auténtico, aunque la pobreza, la suciedad y la decadencia de los edificios se codean con el lujo de algunos hoteles. No hay nada que temer durante un paseo a plena luz del día, pero si sale por la noche, un miembro del personal de su hotel (de buena categoría) le acompañará y le llevará. Es la función de los security guys en una ciudad en la que existe inseguridad. Sin embargo no se percibe necesariamente, incluso cuando se permanece algún tiempo y no se rehúye el contacto con la población local.

       Días 8 y 9. La visita a la isla principal. Al norte, las playas más bonitas de la isla: Nungwi, Matemwe y la isla paradisíaca de Mnemba (se ve en 20 minutos a pie). Tardará dos días en visitar la región, sus palmeras, playas y pequeños hoteles a orillas del agua. En el programa: ocio, buceo (la costa norte es la región más rica para observar la fauna marina). Un breve saludo a las tortugas del pequeño parque acuático en el camino que