en 1492 por los portugueses, fue levantado en Elmina. En ese momento, Ghana era un nuevo El Dorado, una verdadera "Costa del Oro". El oro de los asante atrajo a barcos de carga de toda Europa y se erigieron castillos como setas en la costa del país. En la actualidad, son la arena, las palmeras y el océano infinito lo que atrae a los extranjeros. Equipada con infraestructuras hoteleras, resorts y restaurantes, la bella costa ghanesa, con su clima cálido, puede ser el escenario perfecto para unas vacaciones junto al mar, rodeado de palmeras, arena blanca y el ambiente de los pescadores que regresan con su pescado fresco.
Una cocina africana de calidad
Especiada y exótica para los paladares europeos, la cocina ghanesa, que ofrece caracoles gigantes, pintada, cabra, pescados, mariscos y carnes variadas, el arroz jollof o el fufu, satisfará a quienes buscan diversidad, sabores fuertes y productos de calidad. En Accra o en el interior más remoto, miríadas de pequeños restaurantes, o maquis (bares-restaurantes en terrazas donde la gente pasa horas y horas en África Occidental), sirven platos de esta cocina que bien vale la pena descubrir por un precio modesto.
Un monumento conmemorativo de la esclavitud al aire libre
Con sus docenas de fuertes europeos, que antes se dedicaban a la trata de esclavos y al comercio triangular, algunos bien conservados y transformados en museos, Ghana es el país perfecto para aprender de primera mano en qué consistía el comercio triangular. Esta dolorosa historia, durante cuyo transcurso millones de africanos, a menudo de países subsaharianos, murieron o fueron deportados a América, Europa y otras partes del mundo, está lejos de su resolución en África.
Ghana desea mantener viva esta memoria y ha hecho de su costa un lugar de peregrinación inolvidable, especialmente para los afroamericanos que vienen en gran número tras las huellas de sus orígenes. Al ver los fuertes desde los que se enviaban por mar a este sinnúmero de capturados, podemos hacernos una idea muy clara de lo que supuso la trata de esclavos.
Un año marcado por los ritos sociales sincréticos
Ghana conserva un asombroso sincretismo de tradición y modernidad: los ritos ancestrales de la realeza asante se han conservado y se siguen practicando en el Estado ghanés moderno. Junto a los alcaldes y administradores oficiales, las provincias de Ghana —y especialmente la región de Asante— cuentan con reyes y líderes que gobiernan sin estatus constitucional, pero con un poder real... La cultura de los reyes y grupos tradicionales (guerreros y monarcas) viene acompañada por una serie de tradiciones que se expresan en las calles: fiestas, ritos religiosos, entronizaciones. Con un poco de suerte, podremos ser testigos de la vida de esta cultura centenaria que se ha adaptado a la era contemporánea. Las coloridas festividades que marcan el año son mucho más que folclore; son ritos sociopolíticos de suma importancia que confieren un color singular a la vida colectiva de Ghana.
África Occidental segura
Visitar Ghana es una oportunidad única para descubrir África Occidental sin correr riesgos. El país ha sido elogiado a menudo por su seguridad. De hecho, es uno de los pocos países del golfo de Guinea que goza de estabilidad política junto con una seguridad muy cuidada. Aunque no se puede garantizar la ausencia total de delitos, es un país bastante seguro. Si lo situamos en el contexto de su zona geográfica, se trata de un territorio en el que existe una relativa libertad de circulación. No se puede negar la dosis de dureza y dificultad de este país africano, pero sigue siendo accesible y sin peligros para el visitante.
Ficha técnica
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Ghana en pocas palabras
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