EL PROBLEMA XXX EN ARISTÓTELES
LA MELANCOLÍA EN LA ANTIGÜEDAD
EDICIONES UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE
Vicerrectoría de Comunicaciones
Av. Libertador Bernardo O’Higgins 390, Santiago, Chile
LA MELANCOLÍA EN LA ANTIGÜEDAD EL PROBLEMA XXX EN ARISTÓTELES Álvaro Pizarro H.
© Inscripción Nº 279.250
Derechos reservados
Junio 2017
ISBN edición impresa Nº 978-956-14-2074-8
ISBN edición digital Nº 978-956-14-2611-5
Diseño: Francisca Galilea
Diagramación digital: ebooks Patagonia
CIP-Pontificia Universidad Católica de Chile
Pizarro Herrmann, Álvaro.
El problema XXX en Aristóteles: la melancolía en la antigüedad / Álvaro Pizarro Herrmann.
Incluye bibliografía.
1.Melancolía (Filosofía).
2.Psicoanálisis.
3.Aristóteles, 384-322 A.C. - Psicología.
I.t.
2017128.37 + DDC23RCAA2
EL PROBLEMA XXX EN ARISTÓTELES
LA MELANCOLÍA EN LA ANTIGÜEDAD
ÁLVARO PIZARRO HERRMANN
Para Óscar y Mónica
Agradecimientos
Este libro no habría sido posible sin el apoyo de la Facultad de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Ediciones Universidad Católica, Francisca Galilea que hizo el diseño, mi hermano Daniel que tuvo la gentileza de releer el manuscrito y el profesor Manuel Correia que amablemente hizo la reseña. Además, debo agradecer a mi mentor Ignacio Rodríguez Alfageme que me enseñó la ἀκρίβεια (rigor) de la Filología Clásica.
“Y de estas disposiciones melancólicas no está libre ningún hombre vivo, ni siquiera el estoico: nadie es tan sabio, nadie tan feliz, nadie tan paciente, tan generoso, tan divino, tan piadoso que pueda defenderse; nadie está tan bien dispuesto que en uno u otro momento no sienta su dolor, más o menos. La melancolía, en este sentido, es una característica inherente al hecho de ser criaturas mortales.” ROBERT BURTON. ANATOMÍA DE LA MELANCOLÍA, P. 65.
Prólogo
La idea de escribir un libro sobre la melancolía surgió hace más de tres años con una incipiente traducción del Problema XXX de Aristóteles1. A medida que avanzaba en el texto –y considerando las dificultades que comprende a nivel de lenguaje y contenido– advertí que no bastaba solamente con otra versión del texto griego; el tema ameritaba un estudio más completo. En realidad, la traducción me proporcionó el impulso necesario para examinar la idea de la melancolía en la Antigüedad. Al ir progresando en esta tarea, desde los primeros autores que usaron el término hasta Aristóteles, observé que la melancolía no tenía una exposición clara y precisa. Solamente se la interpretaba a través de sus síntomas mentales y físicos, pero no había una teoría unitaria. ¿Por qué no se la definió? Es difícil responder esta pregunta. Además parece existir un problema no solo médico, sino también filosófico, ya que ha sido considerada como una dolencia que se extiende más allá de una patología mental, e invade modos de conducta que expresan el vínculo que tiene el ser humano con la existencia. Así lo estableció Freud en el ensayo Duelo y melancolía (1917), donde estudió su psicodinámica. Si existe un enigma en la melancolía parece radicar en la relación que tiene el melancólico con la realidad; es decir, es un sujeto que se distancia del mundo, pero al mismo tiempo siente nostalgia de él. Por eso se vuelve un individuo “descontextualizado” que no encuentra reivindicación en su entorno. En medio de esa ambivalencia la melancolía halla su lugar.
Este libro no está planeado a partir de disciplinas como la filosofía, la medicina o la psicología. El lector podrá encontrar una serie de observaciones relativas a esas ciencias, pero sobre todo hallará el desarrollo semántico de la melancolía, puesto que es un trabajo que tiene como fundamento a la filología.
1 Señalamos a Aristóteles como autor de este tratado de manera nominal, porque supuestamente es un escrito pseudoaristotélico.
Introducción
El significado de la melancolía en la Antigüedad clásica posee un grado de vaguedad y oscuridad que no se puede desconocer. La confusión no se debe solamente a que los primeros autores que aludieron a ella nunca la definieron, sino que además pareciera que su propia naturaleza no permite aprehenderla completamente. Por eso todavía no sabemos si es una especie de estado anímico que presentan algunos hombres, o si bien pertenece a una extraña clase de enfermedad mental que muchas veces se exterioriza con síntomas físicos. Dicha ambigüedad ya se encuentra en los primeros testimonios del término. No tengo la pretensión de desentrañar esta confusión; tal vez sea una tarea imposible e innecesaria, o, visto desde otra perspectiva, sería como profanar su secreto. El objetivo es más modesto: consiste en examinar el concepto de melancolía a partir de su evolución semántica, es decir, se la estudia comenzando con los primeros testimonios que se encuentran hasta Aristóteles, autor en el que se descubre su desarrollo más acabado, aunque no definitivo, en el pensamiento antiguo. Bajo esa perspectiva, la novedad del presente estudio reside esencialmente en el método filológico empleado, sin embargo, si logra la trascendencia anhelada es un afán que, como debe ser, únicamente al lector interesado le corresponde juzgar.
El primer capítulo delimita la etimología del compuesto “melancolía”