Sylvia Nogueira

Manual de lectura y escritura universitarias


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como Yusti destacan la responsabilidad del escritor. ¿A qué se refieren con ello? Sartre toma el término para destacar el papel del escritor frente a los hechos que acontecen en su época. Para él, es fundamental que el escritor se apegue al presente que vive y produzca su obra teniéndolo en cuenta permanentemente. De esta manera, irá tomando acciones y evitará así “lavarse las manos”. Yusti afirma que “La escritura es una responsabilidad tanto intelectual como vital.” y plantea como función imperante del escritor “…intentar devolverle a las palabras su función hostigadora y crítica, debe procurar magializar el lenguaje y enfrentarlo a la retórica oficial que siempre busca maquillar la realidad con frases e índices.”. Justamente se refiere, como Sartre, a posicionarse frente a los acontecimientos que lo rodean. A modo de resumen señala “…el escritor debe ser partícipe disonante en un mundo donde la intolerancia, el terrorismo financiero, la injusticia y la miseria, tanto material como espiritual, bullen a tu alrededor.”. La posición crítica por sobre todas las cosas.

      Esta última idea puede relacionarse con la de la escritura para una lectura presente. Sartre limita el futuro impredecible al “…porvenir de nuestra época…” que es, en definitiva, “…lo que debe merecer nuestros cuidados…”. Hic et nunc. “Nosotros escribimos para nuestros contemporáneos y no queremos ver nuestro mundo con ojos futuros…” certifica Sartre. A propósito de esto, señala que “…nuestra tarea de escritores consiste en hacer entrever los valores de la eternidad que están implicados en esos debates sociales o políticos.”. Ésta visión a futuro aparentemente contradictoria toma coherencia en lo que es la función primordial de la literatura para Sartre: la función social. Lo que recurrentemente busca el escritor, en última instancia, es “…cambiar a la vez la condición social del hombre y la concepción que el hombre tiene de sí mismo.”. Yusti, rescata y resume de forma magnífica el pensamiento sartreano en este punto: “Al final no quiero que me jodan con una calle o con una plaza con busto cagado por palomas.”

      A modo de síntesis de estas dos últimas nociones tomo a Sartre: “…nos haremos eternos (…) seremos absolutos (…) por haber combatido apasionadamente en nuestra época, por haberla amado con pasión y haber aceptado morir totalmente con ella.”

      Tantas veces prohibidos, tantas veces censurados, los libros cumplen un papel protagónico en nuestra historia. Supieron desde movilizar las masas hasta calmar a las multitudes. Nos acompañan no sólo en los momentos laborales sino también en los de ocio. La omnipresencia es la prueba fehaciente de la importancia inimaginable que llega a tener la figura del escritor en todos los procesos históricos y las concepciones que los sujetos de cada época se forman a partir de estas herramientas. Son sus ideas las que enmarcan las nuestras, son el molde o, desde otro punto de vista, el filtro.

      Tal vez ahora resulta más visible la importancia que los escritores tienen en nuestra formación y lo interesante que puede llegar a ser analizar sus funciones, a partir de los estudios que ellos mismos realizaron. A mi juicio, los escritores son los encargados de hacernos ver las cosas. Sus obras cumplen la misma función que un par de anteojos, nos permiten observar la realidad con mayor nitidez. Nos brindan los elementos para ello.

       Bibliografía

      Bourdieu, Pierre, The field of cultural production. Field of power, literary field and habitus, United Kingdom, Polity Press, cap. 5, pp. 164-169.

      Sartre, Jean-Paul, “Presentación de Tiempos Modernos”, ¿Qué es la literatura? Situations II, Madrid, Losada, 1950.

      Yusti, Carlos, “Ciudadanos de segunda”, artículo de la publicación Arte y Cultura de Venezuela analítica.

      9. Realice ahora las siguientes actividades:

      1) Lea el capítulo sobre informe de lectura y señale los que usted considere segmentos mejorables del escrito de esta alumna.

      2) Confronte la siguiente grilla de corrección y ajuste las observaciones que elaboró para el punto anterior.

       Grilla de corrección

Ítem Comprende Puntaje asignado
Paratexto Carátula, títulos, subtítulos, (organización de la) introducción, notas al pie, bibliografía y autonomía relativa del texto respecto del paratexto. 2
Adecuación a la situación comunicativa/ Construcción enunciativa Características del enunciador, del enunciatario y del referente propias del discurso académico y del género: persona desde la que se enuncia, tú implícito, manejo de las voces citadas (respeto de la “propiedad intelectual”), opiniones fundamentadas, etc. Mantenimiento de la persona gramatical desde la que se enuncia a través de las secuencias. 1
Organización de las secuencias Organización distintiva de las secuencias explicativa y argumentativa. 2
Comprensión del corpus Selección de información pertinente; construcción adecuada a los planteamientos de los textos de las posturas respecto de un tema; identificación correcta de las posturas a las que adhieren y niegan los autores; reconocimientos de argumentos y contraargumentos (y refutaciones) de cada postura, organización del orden de exposición de las posturas (creación de un criterio). 2
Textualidad Cohesión y coherencia, en especial, correferencia anafórica y catafórica, concordancia, organizaciones de temas y remas. 2
Ortografía y puntuación 1

      3) Calcule qué nota se le asignó a Jimena.

      4) Escriba otra introducción para el texto 2 considerando las explicaciones correspondientes del capítulo sobre informe de lectura y la grilla expuesta.

       Oralidad y escritura

      La condición básica que diferencia la oralidad de la escritura es la situación de comunicación. O sea: en la comunicación oral ambos interlocutores, destinador y destinatario, están presentes y comparten un espacio y un tiempo. En cambio, en la comunicación escrita uno de los interlocutores está ausente. Esto obliga al destinador a reponer elementos contextuales para que la comunicación sea eficaz. Se puede decir, por lo tanto, que el rasgo distintivo de la comunicación escrita es la descontextualización.

      La escritura no es una versión gráfica de la oralidad. El hecho de que la situación de comunicación sea diferente hizo necesaria la invención de otro código lingüístico, con reglas, convenciones y condiciones para la interpretación diferentes de las del código oral.

      En la comunicación escrita no son posibles frases como éstas: “Dame esa carpeta que está ahí” o “Alcanzáme el coso ese”, ni es factible que el destinatario interrumpa la conversación con un gesto, una mirada o una palabra para pedir una aclaración. El lenguaje escrito tiene que recurrir a mayores explicaciones contextuales, a reformulaciones que anticipen ambigüedades en la interpretación y (como se dispone de tiempo para releer y corregir lo escrito) puede formular oraciones y seleccionar el vocabulario con precisión.

      Así como el escritor dispone de tiempo para releer y corregir, el lector puede releer. Estas posibilidades se cancelan en la oralidad, en la que la cuestión del tiempo define muchos rasgos. El texto oral se comunica al destinatario al mismo tiempo que se lo está produciendo, lo cual genera otro tipo de complejidad de la sintaxis oral. No se puede comparar la sintaxis de la escritura con la de la oralidad como compleja y simple respectivamente (Halliday,