Fernanda Alejandra Aguirre

Emperatrices


Скачать книгу

LA ECONOMÍA POPULAR), todo lo que es economía popular, aquel trabajador o trabajadora que se inventa el trabajo para poder llevar un pesito a su casa y que ha sido excluido del sistema capitalista, que ha sido reemplazado en su época, porque tenemos cierta arbitrariedad de quienes vienen a pedir trabajo, son parte de la economía popular, de una fábrica y reemplazado por la tecnología y que tenemos que abordarlo y que desde una pirámide laboral somos la gran base. Lamentablemente la mayoría son mamás que hacen pan en su casa para salir a vender, carpintero, el herrero... y hoy lo concentramos en un espacio acá en Mercedes, donde hay diferentes unidades productivas y de servicio y no solo trabajar desde la organización, desde la realización, desde las unidades, productividad de la unidad de servicio. Sino que surgen otras demandas, lamentablemente la violencia de género, el abuso, las violaciones, maltrato infantil, todos traen una mochila, el consumo problemático. Todas esas problemáticas son por algo, por una raíz, que se viene, es lo secundario lo que trabajamos, tenemos que ir hacia ella y esa mochila que tienen la traen desde la infancia. Nos pasa mucho cuando lo trabajamos con el consumo problemático, no es que trabajás el consumo, trabajás el porqué del consumo, se ve como una escapatoria, a tal problemática. Y la mayoría viene de problemas familiares, de niños abandonados por su padres, abusados o un montón de cosas. Por eso también abrimos un lugar para el desarrollo infantil, donde las compañeras pueden traer a sus niños en el horario laboral, porque no pueden pagar a una niñera.

      Los talleres son todos gratuitos. Trabajan las compañeras acá mismo, tienen un incentivo del Ministerio de Desarrollo Social, destinado a unidades productivas, como son polo gastronómicos, plantas, herrería, textiles, arte reciclaje, arte infraestructura, como tenemos la de servicios... productoras de salud, que son mamás que lo hacen desde el rol de mamás.

      Lo abrimos porque las compañeras se fueron capacitando al tiempo, porque antes con los niños al cuidado de mayores se pueden repetir actos de abusos o violencia o accidentes domésticos, o por ejemplo en épocas de invierno han sucedido varios incendios, entonces tenemos que cuando hay una demanda tratar de abordarla, darles tranquilidad, lamentablemente esa tranquilidad es por lo alimentario, que tengan su desayuno y almuerzo, mientras las mamás trabajan capacitándose. Ese bebé, ese niño desayunó, se alimentó, y aparte de eso se realiza estimulación temprana, salidas deportivas, unidades culturales y artísticas. Yo quiero ver a una mamá contenta y tranquila, trabajando en grupo, en equipo.

      Eso es algo muy destacable, de Patricio que es el encargado y responsable de eso en la CTEP, como es psicólogo social, él organiza todo el trabajo y el equipo. No solo en estos espacios los psicólogos sociales tienen que ser parte de lugares como estos, sino desde una fábrica, una empresa, escuelas, si no solo se trabaja la individualidad. Porque si en un salón son 30 y dos tienen problemas se hacen bullying a otros, hay que trabajar lo grupal.

      Me preocupa luchar por esas cuestiones, ya desde la casa es un grupo familiar, el trabajo son realidades, hay hechos, obviamente que todos tenemos errores, pero queremos aprender desde los hechos.

      Yo tengo un estudio jurídico en el centro de Mercedes, trabajo en la Defensoría del Pueblo, en la parte de Derechos Sociales en La Plata, pero también me lo dijeron mis guías, abogada de pobres y ausentes... (risas).

      Y esto cuando escuchás a la decana de la facultad, yo estudié en la facultad de Lomas de Zamora, dice ustedes tienen que devolverle a la sociedad algo de lo que recibieron, y creo que es así, devolver a la universidad pública, porque cuando nosotros íbamos a estudiar ese banquito que ocupábamos era un gasto, entonces cuando nos recibimos hay que devolver algo a quien no puede tener las herramientas o el acceso a lo jurídico o tienen el acceso y está la burocracia.

      Me pasa acá con compañeros con la cuota alimentaria, o compañeros a los que el juez les da la libertad asistida, pero nosotros garantizamos trabajo, tratamientos psicoterapéuticos, y esos frutos sirven a los compañeros, que ellos digan “Sí, tengo abogada”, no es por uno, es que sientan el apoyo de algo.

      Acá no importa la clase social, si un compañero necesita yo voy, lo voy a hacer, soy propulsora de eso, de no estigmatizar, acá en las unidades que residen en Casa Pueblo, que reinciden en consumos problemáticos, acá tenemos por SEDRONAR en Casa de Diamante, están en las unidades productivas y en las unidades no dicen el chico qué consume, que está en Casa Pueblo, no, no dicen eso.

      Tanto en esa situación como en “ah, no, esto es trabajo de mujer..., o es de hombre”, las unidades son mixtas, no es porque sea mujer pero tenemos otra mirada de trabajo, somos más detallistas, yo tengo compañeras que están poniendo azulejos, no es solo el hacer por el otro, sino que les sirve para ellas, están observadas por Luis.

      Hoy mis compañeras pueden decir “yo en mi casa puedo poner el piso”, es una manera de empoderarlas y no necesito de la mano del hombre. O puede ayudar cuando el marido trabaja. Cuesta deconstruir, es una sociedad machista, pero de a poco con pequeñas acciones se puede trabajar eso. Acá al principio nos ha costado, pero el charlar con el compañero Patricio ha estado en todas las unidades hablando de roles, de líderes.

      Casa Pueblo es todo tratamiento ambulatorio, pero rompimos un poco el hielo, en cuanto había casos en que el ambulatorio no estaba funcionando, porque el fin de semana, o la crisis o sus problemáticas eran muy profundas, entonces empezamos a tener reincidencias, no lleva la estructura de una comunidad terapéutica o de una granja, sino que la fuimos armando a medida y por la historia de cada una. Se dice casas de bajo umbral ahora, entonces no existe ninguna en el país, somos la primera. Hace dos meses vino SEDRONAR a hacer la auditoría y nos comunicó que todos los meses vienen a hacer auditorías, por todo el trabajo que venimos haciendo nuestra Casa Pueblo se va a recategorizar a Casa Bajo umbral, así que seremos la primera en el país.

      Acá pasaron compañeros de San Juan, de Entre Ríos, compañeros del conurbano que vienen de otra organización y que necesitan una mano, somos cadena de otras casas pueblos en otros lugares, donde necesitan ayuda porque sus problemas son difíciles entonces nos llaman, son el tiempo que ellos necesiten, y obviamente que cada uno tiene las puertas abiertas por la Ley de salud mental, no los podés retener y nos ha pasado que se quieren ir y necesitan irse y volver. Caen y nos pasó hace poco tiempo un caso de alguien que nos dijo “yo no quiero más esto”, como también de gente de situación de calle, de abuelo maltratado por su familia que necesitaba un lugar para pasar unos días hasta que su situación se revierta y estuvo acá entre los chicos.

      Lo más valedero son los chicos que están recibiendo ayuda y ellos mismos brindan ayuda.

      Tenemos los Misioneros de Francisco, compañeras que han ido a ver al PAPA a Chile, ellos mismos cocinan para la gente en situación de calle, y los chicos de Casa Pueblo ayudan también, como también se suman voluntarios a esta causas, la solidaridad sana el alma.

      El destino nos pone a todos en el camino por algo. No solo se trabaja lo terapéutico en grupal o individual en Casa Pueblo sino también con lo cultural, son parte de una escuela de folclore, tenemos en el movimiento, para fomentar sus dones, sus virtudes que están escondidas, en talleres de guitarra, bombos, boleadoras, rock, bajo...

      Hoy hay 4, llegamos a tener más, el tema es la capacidad y atenderlos según el proceso que necesiten, acá no los apuramos, les damos el tiempo que necesitan.

      DE LUNES A SÁBADOS tenemos talleres en una sede de la CETEP en el centro de Mercedes, en la 27 14-16, son libres y gratuitos y participan todos los que quieran, está el ballet que se llama de INTEGRACIÓN EVA DUARTE, porque hay alumnos de 3 a 82 años, que tienen una incapacidad y les gusta ser parte, la inclusión da equidad, empoderamiento.

      Tenemos la juventud en el movimiento que se ocupa de dar apoyo escolar, o el Frente de Mujeres que está en lo que es violencia de género, lo cual va en cada uno... En mi caso no tengo un techo, yo tengo como una escalera... Si llegué y superé este escalón estaría viendo cuál sería el próximo objetivo, yo vivo el día a día, el futuro es incierto... hoy es hoy y ayer pasado.

      Obviamente que es un año electoral y tenemos una lista donde soy candidata a concejal por el Frente de Todos y poder llegar a ocupar una banca no es por fruto personal, sino un logro colectivo de un montón de compañeras que vienen luchando al mil por ciento. Llegar,