Alberto Santamaría

Políticas de lo sensible


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Leamos uno de los fragmentos de esta novela:

      I’ve been waiting for a guide to come and take me by the hand,

      Could these sensations make me feel the pleasures of a normal man?

      These sensations barely interest me for another day,

      I’ve got the spirit, lose the feeling, take the shock away.

      It’s getting faster, moving faster now, it’s getting out of hand,

      On the tenth floor, down the back stairs, it’s a no man’s land,

      Lights are flashing, cars are crashing, getting frequent now,

      Misma sensación ballardiana a la que alude en «Interzone»:

      The cars screeched hear the sound on dust,

      Heard a noise just a car outside,

      Metallic blue turned red with rust,

      Pulled in close by the building’s side,

      In a group all forgotten youth,

      Had to think, collect my senses now,

      Are turned on to a knife edged view.

      Find some places where my friends don’t know,

      And I was looking for a friend of mine.

      And I had no time to waste.

      Yeah, looking for some friends of mine.

      La conexión, en efecto, entre la visión de Ballard del espacio y la construcción de la identidad de un héroe que señala que «no hay sitio donde parar, no hay sitio adonde ir» en Joy Division, genera una efectiva poética del extrañamiento que es seña de identidad de la banda de Manchester, tal como hemos tratado de señalar. Junto a novelas como The Atrocity Exhibition habría que señalar, incluso por encima de esta, la influencia del erotismo del accidente que aparece en Crash. En esta novela, la relación del sujeto con la máquina trasciende la mera corporalidad. Por ello Grant Gee, al hablar de Joy Division, recordaba:

      Bajo esta marca podría verse la atmósfera sonora de Joy Division, donde ese llamado misterio gótico delata, en realidad, una búsqueda imposible de sentido. En ese extrañamiento de la experiencia del tiempo y el espacio se sitúa la línea de conexión entre ambos universos artísticos.

      CODA: LA HABITACIÓN