ellas se resiente inmediatamente de la otra. No hay palabra verdadera que no sea una unión inquebrantable entre acción y reflexión y, por ende, que no sea praxis. De ahí que decir la palabra verdadera sea transformar el mundo. Sin desconocer que acudir solo a la acción será solo palabrería y verbalismo, así como realizar únicamente la reflexión, eso será solo activismo. Freire, Pedagogía del oprimido, 110-111.
145 Dávila, Las perspectivas metodológicas cualitativas, 77.
146 Dávila, Las perspectivas metodológicas cualitativas, 77-78.
147 Jesús Ibáñez (comp.), “Nuevos avances en la investigación social. La investigación social de segundo orden”, Suplementos. n.° 22 (Barcelona: Anthropos, 1990a).
148 Navarro y Díaz, “Análisis de contenido”, 183-184.
149 Se denomina “historia” o “relato” el fenómeno que se investiga, y “narrativa”, el método de investigación. “A través de las historias de vida se puede llegar a averiguar qué conocen los profesores de la enseñanza, [en este caso, ser mujer o ser hombre], cómo está organizado su conocimiento y cómo cambia su conocimiento a través de la experiencia. La historia puede reflejar el discurso dominante de los profesores (mujer-hombre). Las historias de los profesores (de los dos sexos) constituyen una importante línea de investigación sobre la formación del profesorado. Su aplicación resulta también oportuna para el estudio de las “voces” en el aula”. María Paz Sandin Esteban, “Tradiciones en la investigación - cualitativa”, Investigación cualitativa en educación. Fundamentos y tradiciones (Madrid: Mc Graw Hill, 2003), 282-283.
150 “Entendemos por historia de vida el relato autobiográfico, obtenido por [… la investigadora en este caso…] entrevistas sucesivas, en las que el objetivo es mostrar el testimonio subjetivo de una persona en la que se recojan tanto los acontecimientos como las valoraciones que dicha persona hace de su propia existencia. El/la investigador/a es solamente el inductor de la narración, su transcriptor/a y, también, el encargado de ‘retocar’ el texto”. Joan J. Pujadas, “El método biográfico y los géneros de la memoria”, Revista de Antropología Social, (Universidad Rovira i Virgili, 2000), 47-48.
151 James McKernan, “Investigación acción y currículo”, Métodos de investigación observacional y narrativas. Trabajo de casos y estudio de casos, Técnica de las historias de vida (New York: Ediciones Morata, S. L. Primera edición, 1999).
152 Gadamer, Verdad y método, 38-51.
153 Goffman, Los marcos de la experiencia, 11.
154 Wallach Scott, Género e historia, 48-75.
155 Goffman, Los marcos de la experiencia, 134-137
156 Gadamer, Verdad y método, 38-51.
157 Gadamer, Verdad y método, 46-48, y Van Manen, El tacto en la enseñanza.
158 Wallach Scott, Género e historia, 48-75 y Kincheloe, “La pedagogía crítica en el siglo xxi”, 26-69.
159 Merleau-Ponty, Fenomenología de la percepción, 200-216.
160 Bogdad y Taylord, Introduction to cualitative research methods (New York: 1975), 13-14.
161 David Silverman, Interpreting qualitative data. Methods for analyzing talk text and interaction (Londres: Sage. 1993), 157.
162 Silverman. Interpreting, 43.
163 Se refiere a la variedad semántica, de la que el texto puede considerarse un ejemplo, al constituirse como registro lo que se habla en un momento determinado por lo que hace (naturaleza de la actividad social que realiza) y expresa diversidad del proceso social (división social del trabajo). En principio, los registros son modos de decir cosas distintas, en este caso, suelen diferir en semántica. M. A. Halliday, El lenguaje como semiótica social (México: Fondo de Cultura Económica, 1976), 19-22.
164 Al tener en cuenta que el hecho de que este nivel sea privilegiado será con la proyección de encontrar en “la enunciación del acto” lo que significa lo hablado por quien lo dice.
165 Navarro y Díaz, Análisis de contenido, 204-205.
166 Navarro y Díaz, Análisis de contenido, 206.
167 Navarro y Díaz, Análisis de contenido, 206.
168 Navarro y Díaz, Análisis de contenido, 206-207.
169 En el nivel de influencia, es revelador mostrar en las personas, la forma y apariencia que cobra un concepto, para este caso el de hombre y mujer cuando se presentan frente a los demás; lo que se cuestiona es el a priori de esos hilos biográficos llamados a configurarles. Navarro y Díaz, Análisis de contenido, 186-187.
170 Navarro y Díaz, Análisis de contenido,187.
171 Navarro y Díaz, Análisis de contenido, 187-188.
172 James McKernan, “Investigación acción y currículo”, Trabajo de casos y estudio de casos, Técnica de las historias de vidaEdiciones (Morata., S. L. Primera edición. 1999).
173 El significado de las siglas ubicadas en las categorías de análisis se organizan en tres componentes: Género, Subjetividad-intersubjetiva y Acto.Se revisa en cada una de ellas, la forma como se integran los siguientes temas. En la primera: señales (SN), símbolos (S), normas (N), Instituciones y organizaciones (I y O), identidad y subjetividad Generizada (ISG). En la segunda: marcos primarios (MP), marcos primarios naturales (MN) marcos primarios sociales (MS), claves (C), modos-modulaciones o modelos (M), fabricaciones (F), transposición de claves (TC). Y en la tercera: percepción (P) y Consciencia (C) del acto. Los registros textuales se traducen en situaciones, las cuales se dilucidan en micro y macroestructuras, que constituyen el fenómeno puesto en evidencia y su relación con las categorías de análisis. A partir de esas relaciones, se revisa la forma como esa unidad (persona) integra el concepto del acto de subjetividad generizada. La estrategia de análisis e interpretación de esta interrelación y transversalidad involucra la reductio-vocatio,