La gran fórmula. Marie Barraco

te vacías de todas las capas anteriores y comprendes que nada hay por pedir, por esperar, por desear, ahí tan solo estás en cero, y la existencia se vuelca absolutamente en el vacío, de hecho ya eres existencia, si te vuelves vacío...

      Es como destapar aquella lámpara donde salía el genio, lo único que, ahora que sabes, si viniera el genio, ¿qué le pedirías?... Si pides riqueza, también pides miseria... entiende, recuerda lo que hemos tratado anteriormente... si pides amor, también pides odio... si pides fama también pides fracaso... si pides felicidad, también pides infelicidad...

      Se han evaporado los deseos, también con ellos se evaporan los fracasos, los miedos, la tensión...

      Extrae todo, y sin esfuerzo eres todo, en un universo abundante, tú eres el universo... vacío dentro, vacío fuera... no dos... un solo vacío, una única esencia, una ley que activa todas las leyes universales, que hace fluir el viento a tu favor, que te hace mover a favor en la corriente sin la necesidad de lucha, de conflicto, de competencia, sin ambiciones, ni deseos, sin miedos, ni angustias. Sin carga, sin peso.

      Donde el silencio, la naturaleza la sientes vibrar con cada latido de tu corazón, y en un momento ves que no hay límites entre tú y yo, no hay límites entre tú y la flor, no hay límites entre tú y el océano...

      Tú eliges...

      El pez nace en el mar, vive, y un día se disolverá en el mar, es mar... en cada gota de agua late y vibra el todo... tú naces en esta existencia, vives y te disolverás un día en esta existencia, eres existencia...

      Solo que hasta ahora has estado con los ojos cerrados, de noche sueñas y de día sigues tras ilusiones y sueños... despierta, y entiende quizás el día que te disuelvas en esta existencia, te des cuenta de que tan solo todo esto fue un sueño... y tuviste tanto pesar, tanto miedo, y en verdad nada ha pasado, fue tan solo un sueño... despertar aquí y ahora es traspasar la misma muerte, es salir del sueño, es disfrutar, sonreír, danzar... lleno de ganas, de éxtasis... como aquella flor al lado del camino, floreciendo y embelleciendo el universo entero...

      Tu vida se vuelve música y silencio no dos, lo experimentas todo, lo embebes todo. Todo lo palpas, lo ves, lo amas, lo cuidas, porque ahora sabes que te estás cuidando, amando a ti mismo, no dos...