conocimientos que forman parte de nuestro saber científico nos obligan, en materia de desarrollo, a hablar de nuestro concepto Itrofil Mogen.
El Itrofil Mogen puede ser traducido, en el mundo contemporáneo y científico, como biodiversidad. De acuerdo a su etimología se distinguen tres raíces: Itro, que indica la totalidad sin exclusión. Fil, que indica la integridad sin fracción. Y Mogen, que significa la vida y el mundo viviente.
En su totalidad, el concepto Itrofil Mogen se refiere al conjunto del mundo viviente, comprendiendo e insistiendo en su unidad.
Para nuestras comunidades, este concepto es al mismo tiempo la biodiversidad y la biosfera, sin limitarse solo a consideraciones de orden natural. Así, el concepto es también el medio ambiente comprendido en sus dimensiones físicas, sociales y culturales, ya que nosotros los mapuche nos consideramos parte integrante de toda la naturaleza. Eso nos insta a establecer y adoptar estrategias de desarrollo sustentable, comunitario y participativo.
Respecto de la opción de desarrollo, contenida en la Az Mapu, dicen los mapuche lafkenche: Nuestras comunidades continúan aplicando nuestro concepto de Itrofill Mogen, en el cual el motor de la sociedad no es la búsqueda de un crecimiento económico o rentabilidad extrema, sino el equilibrio que solo puede entregar una interacción de reciprocidad económica, cultural y social.
Vemos que existen apreciaciones distintas a la nuestra en materia de desarrollo local; para el Estado, empresas forestales y particulares y para los inversionistas. Es preciso entonces normar nuestros Espacios Territoriales, recursos y patrimonio natural, para luego extraer de ellos una rentabilidad que asegure el desarrollo económico nacional. En la misma lógica, establecer en teoría el marco de respeto del medio natural. Por su parte, la equidad social se obtendría, dicen, entregando ocupaciones de precariedad a los mapuche de las comunidades más próximas, las que de esta forma pasarían a jugar un rol de mano de obra a disposición temporal o permanente.
En cambio, nuestras comunidades quieren entregarles a nuestros Espacios Territoriales, recursos y patrimonio natural, una articulación armónica en la cual se conjugue la preservación del medio y la afirmación territorial, todo ello dentro de la lógica de reciprocidad económica para mejorar nuestras condiciones de vida, de afirmar nuestra existencia y derechos, y preservar nuestro medio natural que nos alimenta y cobija.
Así está hablando nuestra gente mapuche lafkenche.
Como usted tal vez sabrá, el hombre y la mujer mapuche –en correspondencia con tal filosofía– se preocuparon, se preocupan, siempre de tomar de la tierra solo lo indispensable. Se carece del sentido de aprovechamiento innecesario de lo que esta ofrece. No hay una relación de poder sobre la naturaleza. Por lo mismo, todo ha de ser preservado. No hay sectores elegidos que deben ser salvados únicamente. De tal manera, por ejemplo, que cuando cortan/cortamos árboles, plantan/plantamos otros, y se pone especial atención en ellos y sus renovales –y en los arbustos y helechos– porque ellos cobijan a los espíritus cuidadores del agua. El agua que debe mantenerse corriente y lo más límpida posible porque representa la situación del espíritu humano. Pero la conquista, la invasión y el exitismo del actual libremercado trajeron y han institucionalizado otros conceptos: erosión, contaminación, campo arrasado y tantas más que usted conoce.
Suele decirse que lo tiernamente diverso es lo que nos enriquece, lo que nos da la posibilidad de tener una visión más amplia del mundo, cada cultura en y con sus obras visibles y/o invisibles; con sus propios ritmos y sentidos de desarrollo. Ese es el aliento que le otorga a su civilización.
Por eso decimos que la cultura que nos legaron nuestros mayores no es una cultura de fetiches ni de monumentos, aquí la palabra es el «monumento», y apunta a una más honda conciencia del espíritu humano, de su diálogo con el corazón para orientar a un mejor vínculo –a través de esa interioridad– con la Madre Tierra.
En tal sentido nuestra gente ha hecho observaciones científicas muy profundas. Gracias a ese afán científico dieron nombre a todo lo existente en la Tierra y a lo observable en el universo físico, sicológico y filosófico. Coincidente con muchas otras civilizaciones, determinaron claramente la influencia –en la Tierra– de Kvyen / la Luna y de Antv / el Sol.
El «calendario» mapuche considera que el mes, kiñe Kvyen un ciclo lunar, tiene veintiocho soles (días); mari kvla Kvyen, trece lunas (meses) son kiñe tripantv / un año, es decir, kvla pataka kayu mari meli antv, trescientos sesenta y cuatro días.
Y determinaron que el inicio del ciclo anual comienza con las lluvias de la Luna de los brotes fríos –pukem, invierno–, que purifican la tierra para la renovación de la naturaleza y para el inicio de los nuevos sueños y sembrados. We Tripantv, o We Tripan Antv, lo llamaron. We: nuevo (a), tripan: salir, Antv: sol. Es decir, Nueva salida del sol.
En el solsticio de invierno, así cantamos:
Meli, meli. Meli, meli
kiñe trafoy metawe mew mvley Antv
Pu rvmentu mew mvley pizeñ
ellkawvligvn ñi logko egvn
ka femlu trokifiñ pu witrunko
nieñmaperkelaeymu kvfvkvfvn
mi piwke
We Tripantv!, pi pu malen
ka ti mulfen nvayu mawvn
Wiñon, pifiñ egvn
fewla pichi wentru ta iñche
Pefimvn ti choyke?
Kvpalmvn kvlon ka triwe
awkantuyiñ awarkuzen awkantun
Meli, meli. Meli, meli
Pvtokoyiñ muzay, mvna azy
Wenu Mapu
mvley pu aliwen ñi nielu pu
mutrug lien
(fey mu azkintuley kom ñi Pewma
ka tvfey chi pu lewfv nawpay
Kvyen mu)
Meli, meli. Meli, meli
eymi iñchu umawtuley Mapu Ñuke
ka puliwen fizkv ko
gaw ta tvfey
Meli, meli. Meli, meli
Ya!, zew mitray ta antv.
Cuatro, cuatro. Cuatro, cuatro
y el Sol en un cántaro quebrado
Entre los juncos los pidenes
esconden sus cabezas
y parece que la vertiente
posee el murmullo de tu corazón
¡We Tripantv!, dicen las niñas
y el rocío recogerá la lluvia
He vuelto, les digo. Ahora soy
un niño
¿han visto al avestruz?
Traigan maquis y laureles
juguemos los juegos de los
antepasados
Cuatro, cuatro. Cuatro, cuatro
Muday bebamos, que hermosos
en el cielo
están los árboles con sus
troncos de plata
(en ellos se miran estos sueños
y los ríos que caen de la luna)
Cuatro, cuatro. Cuatro, cuatro
Contigo he velado Madre Tierra
y en la mañana el agua fresca
es una constelación
Cuatro, cuatro. Cuatro, cuatro
¡Ya!, ha descansado el Sol.
(We Tripantv Año Nuevo o Nuevo