y fe en su capacidad para lograr sus objetivos y sus metas.
Conocimiento, rigor y fe. Ese es el camino para mejorar como corredores y ese es el camino para una transformación digital exitosa. En realidad, es el camino para cualquier iniciativa ambiciosa, como es una gran carrera o como es la transformación digital de una compañía.
En este libro vamos a hablar de transformación digital desde esos tres valores: el conocimiento, el rigor y la fe.
Desde el conocimiento, veremos qué es lo digital, cuál es su naturaleza profunda y sus características diferenciales y, sobre todo, qué es lo que dota a lo digital de esa inmensa capacidad de disrupción y transformación de empresas y sectores.
Todavía desde la perspectiva del conocimiento, repasaremos tanto la realidad digital actual como las principales tendencias en el desarrollo tecnológico y las oportunidades y desafíos que plantean a las corporaciones. Hablaremos, de forma concisa pero rigurosa, de realidad aumentada e Internet de las cosas, de automatización robótica y blockchain, de big data e inteligencia artificial… Y de cada una de estas tecnologías realizaremos un resumen breve pero claro, descriptivo y realista de su naturaleza y situación, así como de las posibilidades que ofrece actualmente o puede ofrecer en un próximo futuro.
Pasando ahora al rigor, el libro ofrece un método ordenado y basado en las mejores prácticas de gestión, pero muy especialmente en el análisis estratégico y en la dirección de proyectos, para recorrer el camino que va desde ese mundo inmenso de posibilidades digitales hasta la implementación de iniciativas concretas en empresas concretas con realidades concretas.
Finalmente, y ya dentro del campo de la fe, hablaremos de gestión del cambio, de transformación cultural y de liderazgo.
Ese es el plan del libro.
Ese es el plan en el que creo profundamente para conseguir la acción digital, es decir, la aplicación rigurosa, real y concreta de la transformación digital en las empresas para conseguir resultados.
No se trata de un viaje.
No se trata de un paseo.
Se trata de una carrera…
…y ya ha finalizado el calentamiento.
¿Preparado?
Uno, dos, uno, dos, uno, dos… Así avanzo en mi carrera. Un pie delante, un pie detrás, un pie delante, un pie detrás, un pie delante, un pie detrás… Y, al tiempo, un brazo delante, uno detrás, un brazo delante, uno detrás, un brazo delante, uno detrás… De manera inversa a cómo avanzan mis zancadas, pero siguiendo el mismo ritmo.
Uno, dos, uno, dos, uno, dos… Mi carrera sigue un ritmo binario.
El mundo digital también, pero no hablamos de «uno, dos», sino de unos y ceros.
Uno, dos, uno, dos, uno, dos…
Mientras percibo cómo mi cuerpo entra en calor, mientras mi respiración comienza a agitarse, mientras las primeras perlas de sudor asoman a mi frente, acuden a mí imágenes de cómo he llegado hasta aquí, cómo me he preparado, las sesiones de entrenamiento, los consejos, el análisis de mis tiempos y constantes.
Porque una carrera se prepara. Hay que entrenar. Hay que trabajar la técnica de carrera, la resistencia, la fuerza, la velocidad.
La técnica de carrera nos proporciona unas bases, unos fundamentos, un punto de partida. Nos dice cómo se deben apoyar los pies, cómo mover los brazos y cómo respirar. Es difícil aspirar a más si no dominamos esos fundamentos, si no conocemos y trabajamos esa técnica.
Pero la técnica de carrera no es suficiente. Se necesitan largas sesiones de rodaje para acostumbrarse a resistir muchos kilómetros. Y también se necesita algo más exigente, más diferencial, que nos lleve al límite: las series, los fartlek. Carreras más cortas, pero a mucha mayor velocidad. Ritmo alto, aceleración, en la frontera misma de nuestras posibilidades…
He entrenado. He entrenado mucho
El entrenamiento prepara. El entrenamiento te ayuda a conocerte, a saber tus tiempos y tus límites, tus virtudes y carencias. El entrenamiento modifica tu mecánica y tus tiempos. Y lo hace para que seas mejor, para que puedas en carrera defenderte de los ataques de otros, para que puedas adelantar a rivales. El entrenamiento moviliza. El entrenamiento transforma.
Transformación
También la transformación necesita preparación y entrenamiento. Es importante entender su técnica y sus fundamentos, por qué lo digital es tan disruptivo, por qué cambia la economía y la sociedad y cómo puede ayudar a nuestro negocio, cómo podemos cambiar productos y procesos, estrategias y modelos de negocio. Hemos de conocernos como compañía, nuestra foto de partida y nuestras capacidades. Y también hemos de conocer las oportunidades que brinda el mundo digital y trabajar con la tecnología digital desde su entendimiento para mejorar nuestra posición competitiva.
Hemos de realizar nuestro rodaje, series largas, entendiendo, implantando y trabajando tecnologías ya maduras, pero que proporcionan una base sin la cual es imposible alcanzar nuevas cotas. Debemos disponer de unos sólidos sistemas de información, una buena solución de comunicaciones y un puesto de trabajo digital adaptado a los nuevos tiempos y necesidades de la compañía y sus empleados. Necesitamos una buena solución de almacenamiento y explotación de los datos. Debemos vigilar la arquitectura de TI promoviendo soluciones cliente/servidor y el uso de SOA. Debemos conocer las soluciones comerciales disponibles, el ERP, el CRM o el comercio electrónico. Debemos reconocer la importancia de lo social y lo móvil y tener una estrategia consistente.
Pero también hemos de realizar series rápidas, innovar, rozar las fronteras de lo posible, porque si aspiramos al liderazgo, quizá a la supervivencia, no basta con las tecnologías maduras. Hay que conocer y experimentar con las últimas tecnologías, con tendencias y novedades. Tenemos que estar preparados para sacar provecho del big data y la inteligencia artificial, el blockchain o Internet de las cosas, el cloud computing y la realidad virtual. Hay que ir rápido, hay que acelerar, hay que alcanzar la frontera de las posibilidades digitales.
Es preciso prepararse. Es preciso conocer y conocerse. Preparación. Conocimiento. Sin conocimiento no hay transformación.
Y en la base de todo, los unos y los ceros. El ritmo binario. El ritmo…
Uno, dos, uno, dos, uno, dos… El ritmo binario de mis brazos y mis piernas. El ritmo que me impulsa y me hace avanzar.
Uno, dos, uno, dos, uno, dos… Uso la misma mecánica para hacer cien metros que para correr un diez mil. La misma técnica para subir una cuesta o enfilar una recta, para tomar una curva o descender cuesta abajo.
Uno, dos, uno, dos… Avanzo, avanzo y siento que de esta forma puedo llegar a cualquier parte.
Uno, cero, uno, cero, uno, cero… La codificación digital de la información. El ritmo que marca el mundo digital y que le da nombre.
Uno, cero, uno, cero, uno, cero… Con la misma técnica codifico textos, imágenes, voz o vídeo. Con la misma técnica los transmito a distancia, los almaceno, los proceso o ejecuto algoritmos… No importa su naturaleza, todo se trata de forma homogénea.
Uno, cero, uno, cero, uno, cero… En este ritmo se esconde la naturaleza de lo digital y el motivo de su éxito. Con ese ritmo podemos llegar a cualquier parte. Con ese ritmo podemos disponer de las tecnologías más formidables y transformar los negocios y la sociedad. Con esa técnica podemos casi definir cualquier futuro, alcanzar cualquier meta.
Uno, dos, uno, dos, uno, dos…
… uno, cero, uno, cero, uno, cero…
Capítulo 1
Entender la revolución digital
1.1.¿Qué es digital?
Antes de siquiera plantearnos una transformación digital,