Densho Quintero

ZEN, un camino de transformación


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«tradición japonesa», tales como la caligrafía, la jardinería, la ceremonia del té (todas las cuales eran manifestaciones derivadas de la cultura letrada de las dinastías Yuang y Song en China), «eran manifestaciones del espíritu del zen».11 Algunos de los templos Rinzai en Kioto, cuenta Foulk, «después de la crisis ocasionada por la suspensión de la ayuda económica de una sola familia, tuvieron que vender parte de sus predios y empezar a abrir sus puertas a los turistas para financiarse. Los panfletos en inglés entregados a los visitantes, muchos de ellos alimentados por la propaganda al estilo de Suzuki, cuentan que las pinturas de los poetas Song personifican la espiritualidad Zen y que los jardines son usados para la meditación o representan estados meditativos; pero nunca se les dice que lo que en realidad están viendo es de hecho la capilla mortuoria de algún rico clan del pasado feudal».12

      Dentro de las visiones filosóficas que pretenden mostrar el zen más como un subproducto de la cultura japonesa que como escuela del budismo, el maestro Eihei Dogen (1200-1253) ha sido con frecuencia considerado por autores contemporáneos como un filósofo japonés de gran envergadura y ha sido equiparado a profundos genios filosóficos de Occidente como Kant y Hegel. Incluso, Toshihiko Izutsu considera que la obra de Dogen, el Shobogenzo, es «la más filosófica de las obras escritas por los maestros zen, ya sean de China o de Japón».13 Dogen también ha ejercido gran influencia sobre filósofos como Nishida Kitaro (1870-1945), Nishitani Kenji (1900-1992) y Abe Masao (1915-2006), representantes de la Escuela de Kioto, «quienes asimilaron la filosofía y las ideas religiosas de Occidente y las utilizaron para reformular las visiones religiosas y morales únicas de la tradición cultural de Oriente».14 Adicionalmente, se han realizado estudios comparativos entre su obra y filósofos como Heidegger, por ejemplo, Existential and ontological dimensions of time in Heidegger and Dogen [Dimensiones existenciales y ontológicas del tiempo en Heidegger y Dogen], de Steven Heine.

      Pero la búsqueda de Dogen no provenía de la inquietud intelectual, sino de una indagación profunda en la naturaleza humana y en la inevitable condición impermanente de la existencia. Dogen pertenecía a una clase noble, que había recibido una educación privilegiada en una atmósfera en la que el budismo era la religión predominante y contaba con familiares religiosos como su tío materno Ryokan, que ocupaba el cargo de abad en un templo Tendai. A los ocho años, ya había estudiado el Abhidharma-kosha (j. Kusharon)15 de Vasubandhu, uno de los maestros indios más importantes, cofundador junto con su hermano Asanga de la escuela Yogacara,16 y considerado uno de los patriarcas de los diversos linajes zen. Dogen nació en el primer mes del año 1200. Su padre, Minamoto Michichika,17 descendiente del emperador Murakami, murió cuando Dogen tenía 2 años. A su vez, su madre, Ishi, hija de Motofusa Matsudono, murió cuando Dogen tenía 7 años. En el funeral de su madre, cuando contempló el humo del incienso, comprendió la impermanencia y surgió en él el deseo de buscar el Dharma. A la muerte de su madre, fue adoptado por un tío, quien, en ausencia de descendientes, quería convertirlo en su heredero y hacerlo seguir una carrera política. A los 12 años Dogen escapó de su hogar adoptivo y visitó a su tío, el monje Ryokan, quien vivía a los pies del monte Hiei. Le explicó que la muerte de su madre había sido lo que había motivado su deseo de hacerse monje y le pidió consejo. Ryokan estuvo sorprendido, pero se convenció de la sinceridad de Dogen y lo envió a practicar con Jien, abad de Senko-bo, en Yokawa, en el monte Hiei. El primer mes de Kenryaku (1213), Jien murió y fue sucedido por Koen, del cual Dogen recibió la ordenación como monje.

      Su iniciación formal como novicio fue en la escuela Tendai del budismo japonés. Esta escuela, establecida por Saicho (767-822) en el monte Hiei, difiere de su correspondiente china, la escuela T’ien-t’ai, cuyas doctrinas fueron dictadas por Chih-i (538-597). La escuela Tendai de Saicho es más una síntesis del T’ien-t’ai chino, el budismo esotérico, el zen y la escuela Vinaya. En tiempos de Dogen, en el período Kamakura, la escuela Tendai había sido obligada a adoptar el budismo de la escuela Shingon y había desarrollado sus propias enseñanzas esotéricas, conocidas como el esoterismo Tendai (j. taimitsu). Conectado al esoterismo Tendai se encontraba el formalismo carente de vida de la orden monástica en el monte Hiei. En lugar de probar el espíritu de la doctrina, los monjes estaban entregados a copiar los sutras. Más aún, el monte Hiei había sufrido una división institucional entre los seguidores de Ennin (793-864) y los de Enchin (814-891), que había alcanzado su punto máximo en el octavo mes del cuarto año de Shoryaku (993). Como resultado, Enchin dejó el monte y abrió el Onjo-ji, conocido como Mii-dera en la ciudad vecina de Otsu. Así, la escuela Tendai japonesa se había bifurcado en dos fortalezas: Enryaku-ji y Mii-dera. La hostilidad entre Ennin y Enchin continuó durante la vida de Dogen. Con el fin de fortalecerse se llegó incluso a crear un ejército de monjes soldados (sohei). El monte Hiei dejó de ser un centro de estudio del budismo y se convirtió en una poderosa fortaleza militar. En este ambiente tenso algunos monjes se sintieron profundamente desilusionados y partieron del monte Hiei. Entre ellos estaban Honen (1133-1212), fundador de la escuela de la Tierra Pura, Jodo shu, quien a pesar de la continua presión del monte Hiei, enfatizó el renacimiento incondicional en la Tierra Pura que podía ser obtenido, independiente del origen o del estudio, mediante la sola invocación del nombre de Amitabha (nembutsu). Esta reforma se materializó cuando escribió Senchaku hongan nembustsu-shu [Pasajes de la selección del Nembutsu en el voto original] en el quinto año de Shoan (1175) con el impulso del tío abuelo materno de Dogen, Kujo Kanezane.18 Al mismo tiempo, debido al activo comercio con China desde tiempos de Taira no Kiyomori,19 hubo monjes que abandonaron el monte Hiei para ir a la China Song y que luego introdujeron el budismo chino en Japón tras su regreso. Eisai (1141-1215) es un ejemplo notable. Aunque su intención no era fundar una nueva escuela o introducir el Zen Rinzai, se le conoce como el fundador de esta escuela en Japón después de su regreso de China y de haber recibido el sello de Hsu-an Huai-ch’ang (j.: Koan Esho, fechas desconocidas). «Dogen también debió haber sido golpeado por esta situación desagradable en el monte Hiei, que estaba muy lejos de ser adecuada para satisfacer su aspiración inicial por la iluminación.»20

      Dentro de esta atmósfera de lucha de poderes se generó una profunda duda en Dogen. Él mismo lo expresaría de la siguiente manera:

      «Al principio desarrollé la mente en busca de la iluminación debido a la impermanencia y pregunté al respecto en todos los rincones del mundo. Finalmente dejé el monte Hiei para estudiar la Vía y me encomendé a Kenninji. Entretanto, no encontré un auténtico maestro (shoshi) ni buenos compañeros. Desilusionado, surgieron en mí pensamientos engañosos».21

      La pregunta de Dogen tenía que ver con un pasaje del Mahaparanirvana sutra que dice: «Todos los seres en todas partes poseen la naturaleza de Buddha; el Tathagata existe eternamente y no cambia». Dogen se preguntaba: «Estudiando las escuelas budistas exotéricas y las esotéricas, he visto que ambas sostienen que los seres humanos están dotados de la naturaleza dhármica desde el nacimiento. Si este es el caso, ¿por qué los buddhas de todos los tiempos –con certeza en posesión de la iluminación– tuvieron que buscar la iluminación y dedicarse a prácticas espirituales?».22 Después de la repentina renuncia de Koen como abad del monte Hiei, Dogen se fue de allí y visitó al maestro Koin en Onjo-ji. Luego de dejar a Koin visitó Kenninji. El templo de Eisai, pero regreso con Koin. Finalmente, a los 17 años regresó a Kenninji y practicó bajo la guía de Myozen, quien había sucedido a Eisai, muerto hacía dos años. Dogen recibió la transmisión del Linaje de Eisai a través de Myozen. Aunque «Dogen reconoció en Myozen a un genuino maestro, sus profundos deseos religiosos permanecieron insatisfechos y anheló aún más ir a China, la cuna del Zen (que había sido la sugerencia inicial de Koin), donde maestros capaces en la tradición del sexto patriarca podrían mostrarle la vía a la iluminación. Myozen, quien compartía este sueño, no solo le dio permiso a su discípulo para viajar, sino que decidió ir con él. Tras superar algunos obstáculos finales, en la primavera de 1223 se encaminaron juntos al Reino del Medio (China)».23

      Dogen viajó a China junto con su maestro Myozen y otros dos discípulos de este. Mientras Myozen entró directamente al templo Ching-tê-ssû en el monte T’ieng t’ung,24 el mismo templo en el que Eisai había estudiado, y estudió con Wu-chi Liao p’ai, Dogen vivió en un barco, visitó varios templos y observó las costumbres chinas, hasta que a comienzos del séptimo mes pudo entrar en el mismo templo. Mientras vivió