Gilles Cometti

La preparación física en el baloncesto


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y las recuperaciones relativamente largas entre las carreras.

       4)Para una nueva concepción de la preparación física

      La concepción tradicional de la preparación física se basa esencialmente en la resistencia. Trataremos de resumirla: se desarrollan las diferentes secuencias aeróbicas, anaeróbicas lácticas y anaeróbicas alácticas. El trabajo aeróbico constituye la base sobre la cual deben reposar las otras dos (figura 12).

      Figura 12: La concepción tradicional de la mejora de las cualidades físicas.

      Entre los medios disponibles para mejorar la resistencia, la carrera continua ha constituido durante largo tiempo la base esencial, se hable de la resistencia fundamental con un nivel de pulsación fiable (130) o de trabajo a velocidad máxima aeróbica. Como primer recurso es hora de que los preparadores físicos de deportes colectivos se den cuenta de que no es útil para mejorar la resistencia (es necesario, pues, suprimir del entrenamiento el footing lento).

      Sobre la figura número 13 vemos que el esfuerzo explosivo (el cual caracteriza las acciones del baloncestista) se muestra como resultado del resto del trabajo, llegando a la siguiente contradicción: para preparar los esfuerzos explosivos breves de gran calidad se utilizan los ejercicios lentos en gran cantidad. Se olvida que a nivel muscular estos 2 tipos de esfuerzos no tienen nada que ver. Se puede incluso añadir que en un caso se desarrollan las fibras lentas (resistencia) y en el otro se necesitan sobre todo las fibras rápidas (fuerza explosiva). Además, es necesario señalar que los medios de control (tests deportivos y tomas de lactato) estaban esencialmente centrados en las 2 primeras secuencias. El ergojump de Bosco llegó para suplir la falta de control de calidad.

      Figura 13: El antagonismo “fibras lentas – fibras rápidas”.

      Practicando la carrera lenta se llega al objetivo buscado: mejorar la eficacia del baloncestista. La musculación ha dependido siempre de la resistencia, situada dentro de una programación construida sobre la lógica de la energética.

      De hecho, pensamos que es necesario invertir completamente el razonamiento (figura 15).

      La preparación física debe permitir mejorar la eficacia de cada una de las acciones, o sea: saltar más alto, llegar más rápido. La musculación es la que permite desarrollar esta explosividad. Es necesario, pues, ante todo, buscar y aumentar el impulso y la velocidad en una sola acción, lo cual no es fácil de obtener. Representamos en la figura 14 la calidad mediante un eje vertical.

      Figura 14: Los dos ejes de la preparación física (calidad, cantidad).

      Figura 15: La fuerza como punto de partida de la preparación física.

      Sería erróneo pensar que toda la preparación física termina aquí. Es necesario ser capaz de repetir estas acciones en el partido y vencer la fatiga. En este caso, se entra en el dominio de la cantidad, que se representa en la figura 15 mediante un eje horizontal.

       El parámetro de la calidad

      Para mejorar el parámetro “de la fuerza explosiva”, la figura 16 muestra las diferentes etapas: los esprints, los multisaltos horizontales (aros, cuerdas), los multisaltos verticales (vallas, bancos, plintons etc.), es decir, cargas pesadas.

      Figura 16: Los medios a disposición de un baloncestista para mejorar sus cualidades.

       La dimensión de la cantidad

      En baloncesto, los esfuerzos se repiten, hace falta preparar a los jugadores de modo tal que sus prestaciones (esprints, saltos, etc.) pierdan el mínimo de eficacia posible en el curso del partido. Se presentan dos soluciones: la actitud media y la actitud por contraste.

       La actitud media

      El razonamiento es simple, si la duración total de los esfuerzos es de 20 min, por ejemplo, se propone una carrera continua a ritmo medio (figura 17, se hace una media entre esfuerzos y reposos) de 20 min y más, de forma que resista durante el tiempo de competición. Por lo tanto, se nivelan los esfuerzos desde la base y se recupera la resistencia continua con la noción de volumen que precede el trabajo cualitativo. Si se es fanático se puede incluso proponer en ese caso la resistencia fundamental para preparar el trabajo de resistencia continua.

      Figura 17: Ilustración de la actitud media (mala).

       La actitud por contraste

      Nos parece más interesante exagerar las diferencias y respetar la alta calidad de los esfuerzos. Por lo tanto, es necesario encontrar situaciones intensas alternas con pausas relativas o completas.

      Figura 18: Ilustración de la actitud por contraste.

      Entre los medios de la resistencia, “la interválica” nos parece particularmente adaptada para poner en práctica este principio.

      Figura 19: Sobre el eje de la cantidad, la interválica es el medio ideal.

      El principio fisiológico es el siguiente: los estudios muestran que la frecuencia cardíaca aumenta durante el esfuerzo y no tiene tiempo suficiente de disminuir durante el reposo; por lo tanto se estabiliza en pista: se trata de un esfuerzo de resistencia. Además, los músculos reposan localmente durante el trote, lo que permite una solicitud de fibras rápidas en el momento del esfuerzo siguiente y una mejor calidad de trabajo. Se puede decir que el método interválico trabaja la resistencia y la calidad muscular, por lo tanto, nos ofrece más que el trabajo continuo.

      Las formas de trabajo interválico más difundidas son: el 5-15, el 15-15, el 30-30, el 10-20. En baloncesto, nos parece inútil ir más allá del 15-15. Nosotros nos conformamos con introducir los ejercicios de musculación para reforzar el trabajo de calidad.

      Figura 20: Ejemplo de trabajo interválico en baloncesto.

      Se puede resumir la preparación física moderna por la figura 21.

      Figura 21: Esquema de los dos ejes de la preparación física.

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