o una extraña en el mundo del conocimiento racional.
La síntesis entre unidad y especialización pretendería aunar estos dos impulsos y plantear a toda la comunidad universitaria (principalmente a profesores, investigadores y PAS, esto es, a lo permanente en un centro de educación superior) la posibilidad de pensar y practicar las ciencias (la investigación y la docencia) desde una razón abierta. Esta permitiría que las ciencias atisbasen y aceptasen las preguntas que, por sus propios presupuestos metodológicos, no alcanzan a resolver y presentaría a investigadores, profesores y alumnos herramientas para entenderlas y darles respuesta.
Un ejemplo: un físico teórico debe ser profundamente competente en su materia de trabajo, pero no puede dejar de lado la pregunta antropológica o ética en la medida en que sus acciones pueden tener consecuencias sobre la humanidad o sobre el planeta. Aunque la física que aplique el diseñador de un TAC o un PET sea en muchos puntos similar a la que aplicaron los diseñadores de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, los primeros, con su ciencia, previenen y curan enfermedades, mientras que los segundos cometieron genocidios. Y la diferencia, aunque en cierto sentido sea extracientífica, es determinante de cara a la conciencia del investigador y al significado de su tarea científica.
Otro ejemplo: se puede trabajar en el campo de la empresa con un modelo antropológico que reduce al ser humano a la condición de productor, asalariado, consumidor o competencia. Ahora bien, ¿cabría otro modelo antropológico con espacio para la solidaridad, la sobriedad, las aficiones de calidad, etc., que también sirviera como motor a la economía? ¿Tiene sentido explicar una economía reductivamente materialista como única opción científica al mismo tiempo que en otras esferas del conocimiento se supone que el ser humano tiene una dimensión trascendente? ¿No debería ser tarea de los investigadores en empresa y en economía averiguar si la preponderancia de la avaricia estuvo intrínsecamente relacionada con la crisis económica de 2008?
Otro ejemplo más: el médico trata la enfermedad, pero también trata a los enfermos. A veces (y al final siempre), la enfermedad supera la capacidad de acción del doctor: la muerte es un acontecimiento que acaba llegando a todas las personas. ¿Puede desarrollarse un estudio de la medicina sin atender a fondo al problema de la muerte o al del sufrimiento? Parece evidente que definir la muerte como un EEG plano o el dolor como reacción refleja a los sensores del tacto o a la activación de determinadas zonas corticales sería una explicación muy limitada.
Empezamos a proponer este planteamiento en Ávila, en el I Congreso Internacional de Universidades Católicas que tuvo lugar a causa de la Jornada Mundial de la Juventud en agosto de 2011. Desde ese momento, y tras quedar reflejado nuestro planteamiento en las conclusiones de ese congreso, iniciamos un camino de búsqueda de universidades y universitarios que compartieran esa sensibilidad con nosotros, ya fueran centros católicos o no. Para fomentar ese diálogo, en colaboración con la Fundación Ratzinger, convocamos los Premios Razón Abierta con la intención de que fueran como una señal de humo, un faro que pudiera ser visto desde lejos por cualquiera embarcado en este empeño de superar la visión fragmentada del pensar, de cualquiera que mantenga encendido el interés por lograr en sus materias la síntesis entre especialización y unidad.
Y es que los esfuerzos individuales tienen poco eco. Pretendemos facilitar el encuentro, formar comunidades de personas que quieran volver a pensar su campo de saber a la luz del modelo de persona que quisiéramos que fueran nuestros alumnos: algo más que expertos sin corazón, algo más que esos «hombres rellenos de paja» de los que habló T. S. Eliot, porque les hemos formado en una serie de hábitos intelectuales, sociales, éticos y de interés ante los demás y ante las cosas, que serán como la «marca de agua» de su paso por la UFV y de que la UFV ha pasado por ellos.
De ese modo, los que formamos la UFV serviremos a la institución universitaria al mismo tiempo en que estaremos sirviendo a la evangelización del mundo de la cultura y de la educación superior, pues estas dos tareas solo podrán realizarse si van siempre de la mano: competencia y visión unitaria, misión.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.