y la pluralidad cultural conforma una base para la constitución de actores diferenciados que podrían impulsar transformaciones de mayor envergadura. En el último capítulo de este libro, Rafael Rojas analiza el surgimiento de diversos proyectos de reforma constitucional y cambio institucional tanto en la sociedad civil como en el campo intelectual cubano, subrayando las implicaciones de esta acumulación de expectativas que, sin embargo, no se traducen en cambios reales.
Finalmente, es bueno insistir en que el trabajo que se presenta aquí no pretende agotar el análisis de todas las aristas del proceso de “actualización del socialismo” que tiene lugar hoy en Cuba, sino sólo señalar algunos de sus impactos más sobresalientes. Pienso que su relevancia estriba en que se centra en los hechos y sigue de manera factual los pasos de la reforma a través de estudios especializados en las diversas dimensiones. Por otra parte, el nuevo escenario de normalización de las relaciones con los Estados Unidos, abre nuevas interrogantes y aristas para el análisis, ya que es de preverse que sin los obstáculos que impone el clima hostil en las relaciones bilaterales, la reforma económica podría afianzarse y radicalizarse e impulsar otras modificaciones; no obstante, este es un proceso en curso cuyos resultados aún están por verse. Vale la pena entonces comprender primero las repercusiones actuales de la reforma para poder precisar el contexto real que constituye el punto de partida para esos cambios posteriores.
Aunque no es tarea de los trabajos académicos vaticinar el futuro, el análisis ponderado de la reforma que el lector encontrará en estas páginas, puede contribuir a visualizar algunas emergencias instituyentes de una modificación mayor. Vistos en una perspectiva procesual de largo plazo, nuestros análisis de la reforma permiten afirmar que, a pesar de las muestras de estabilidad que ha dado el poder, la actualización “raulista” constituye en sí misma una crítica a lo hecho, no sólo durante el Período Especial, sino a una buena parte de las políticas sociales, económicas y culturales de la Revolución, por ello no resulta tan descabellado afirmar que el futuro ya llegó.
Referencias
Constitución de Cuba (1992). México, UNAM/Fondo de Cultura Económica.
Granma. Órgano Oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (2010). “Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución”, [en línea], <granma.cubaweb.cu>, disponible en <www.granma.cubaweb.cu/secciones/6tocongresopcc/Folleto%20Lineamientos%20VI%20Cong.pdf>, acceso del 22 de noviembre de 2012.
Mesa-Lago, Carmelo (2014). Institutional Changes of Cuba’s Economics Social Reforms. State and Market Roles, Progress, Hurdles, Comparisons, Monitoring and Effects, [en línea], bookings.edu. Disponible en <http://www.brookings.edu/~/media/research/files/papers/2014/08/cubas%20economic%20social%20reform%20mesalago/cubaseconomicsocialreformsmesalago.pdf>, acceso del 22 de octubre de 2014.
Mesa-Lago, Carmelo (2012). Cuba en la era de Raúl Castro, Madrid, Colibrí.
1. Las reformas estructurales de Raúl Castro: análisis y evaluación de sus efectos macro y micro[1]
Carmelo Mesa-Lago
Introducción
Las reformas implementadas por Raúl Castro desde 2007 son numerosas (algunas publicaciones oficiales citan más de trescientas), de diverso tipo y continúan al tiempo de terminar este capítulo. Debido a ello y por limitaciones de espacio, no es posible aquí emprender un análisis integral y profundo de todas las reformas y sus efectos, por lo que hay que seleccionar las estructurales más importantes y resumirlas.[2] El capítulo se divide en cuatro partes: 1) las reformas de Raúl, sus causas y tipos; 2) análisis de los avances y obstáculos de las principales reformas estructurales; 3) evaluación de los efectos macro y micro de las reformas; y 4) conclusiones.
Las reformas de Raúl Castro, sus causas y tipos
Desde su toma del poder en agosto de 2006, Raúl Castro ha implementado una serie de reformas de diversa naturaleza, pero las más importantes son las calificadas por él como estructurales porque modifican algunos aspectos del sistema en distinta forma y magnitud. Con el propósito de refinar el análisis hay que identificar cuatro aspectos, aunque interrelacionados, de las reformas estructurales: a) son las más importantes tomadas bajo la revolución y se orientan al mercado (pero rezagadas respecto de las sino-vietnamitas); b) pese a sus avances, están obstaculizadas por restricciones y desincentivos que impiden obtener efectos substanciales; c) varias reformas clave todavía están pendientes, y d) no han tenido efectos sustanciales, especialmente a nivel macro. Existe cierto consenso académico dentro y fuera de Cuba sobre estos puntos, aunque hay opiniones discordantes.
Causas de las reformas
Los serios problemas económico-sociales acumulados en casi medio siglo de revolución, bajo Fidel Castro, han causado las reformas: un sistema socialista de plan centralizado, ciclos de política económica hacia y contra el mercado, enorme predominio de la propiedad estatal de los medios de producción (excepto un porcentaje exiguo), y múltiples ineficiencias.
Estas fallas sistémicas generaron un cúmulo de problemas: 1) desaceleración del crecimiento desde 2008 (Cuba tuvo la menor tasa de crecimiento del PIB en América Latina en 2011, y fue la sexta, en 2012 y 2013); 2) la formación de capital fijo cayó de 25 a 9% en el período 1989-2012; 3) la producción industrial en 2012 era 52% menor que en 1989; 4) la producción azucarera menguó de 8 a 1.4 millones de toneladas; 5) la producción agrícola en 2012 era inferior a la de 1989; 6) la producción de petróleo, gas y níquel era superior varias veces a la de 1989, pero se estancó desde 2006-2008; 7) el número de turistas y el ingreso bruto por turismo, en 2012, estaba varias veces por encima de lo registrado en 1989, pero la tasa de ocupación de las camas hoteleras cayó de 64 a 54%; 8) el déficit en la balanza comercial de bienes alcanzó el récord de 10 600 millones de dólares en 2008 y, aunque después bajó, era todavía de 8224 millones en 2012, el segundo mayor en la historia; 9) la deuda externa total se triplicó y pasó de 6165 a 21 025 millones en 1989-2011; 10) la ayuda económica y el comercio con Venezuela era cercana a 13 000 millones de dólares en 2010, equivalente a 21% del PIB, similar a la dependencia con la URSS, aunque sin ajustar el dólar a la inflación; 11) el salario real declinó en 72% entre 1989 y 2012; 12) los servicios sociales tomaban 55% del presupuesto y 37% del PIB, pero mostraban un deterioro creciente; 13) había alrededor de 1.8 millones de trabajadores estatales innecesarios; y 14) el déficit de vivienda rondaba en un millón de unidades (ONEI, 2012, 2013, 2014; CEPAL, 2013; Mesa-Lago, y Pérez-López, 2013).
Tipos de reformas
El 26 de julio de 2007, Raúl Castro anunció “reformas estructurales y de concepto” y, a partir de 2007-2008, ha implementado otras numerosas de varios tipos e importancia; se observa más intensidad en la aprobación de las de mayor magnitud desde 2011-2012. Seguidamente se distinguen tres tipos de reformas, que van desde las más simples y menos importantes a las más complejas y trascendentes.
a) Cambios administrativos. Éstos se asemejan a reformas anteriores y no cambian en forma alguna el sistema; por ejemplo: la reorganización de entidades estatales (2007-); el perfeccionamiento empresarial (2006-); la campaña contra la indisciplina laboral y la corrupción (2006-), y cierta apertura a la crítica (2007-).
b) Reformas no estructurales. Aunque éstas son de más importancia no implican cambios en el sistema. Entre este tipo de reformas se encuentran: el acceso de los cubanos a hoteles y restaurantes antes reservados para los turistas extranjeros (2008); el pago de deudas del acopio[3] a los campesinos privados, el aumento de los precios de aquél, y la venta de insumos a los campesinos (2007-); el transporte privado de pasajeros y de carga (2008-2009); el pluriempleo, el pago por resultados, la eliminación del tope salarial y la legalización de pagos extra en pesos convertibles (CUC) o divisas en empresas mixtas (2008-);[4] la reforma de las pensiones de seguridad social (2008), y la compra de computadoras y celulares, así como la apertura de salas de Internet (2012-).