de la Universidad de Chile por dos períodos consecutivos entre 1998 y 2006. Ha sido docente en las áreas de Economía y Administración como también académico en el Instituto de Estudios Internacionales y en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile. Se desempeñó como investigador en la División de Ajuste Macroeconómico y en la División de Educación del Banco Mundial entre 1984 y 1990, participando en diversos programas que el Banco impulsó en países como Costa Rica, México, Colombia, Perú, Nigeria, Filipinas, República Checa y Polonia, entre otros. Ha sido también miembro del Directorio de IESALC-UNESCO y directivo de la Asociación de Universidades del Rim del Pacifico entre los años 2001 y 2006. También ha sido presidente del Consejo Latinoamericano de Escuelas de Administración (CLADEA) en el período 1996-1999 y secretario permanente de la Sociedad Econométrica Latinoamericana el año 1998. Fue también miembro del Consejo Resolutivo de Asignaciones Parlamentarias del Congreso Nacional de Chile en el período 2011-2018.
Es profesor titular de la Universidad de Chile y profesor honorario y presidente del Consejo Consultivo Internacional de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, México. Actualmente es Profesor Titular Regular y decano de la Facultad de Economía, Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central de Chile, profesor de la Academia Superior de Estudios Policiales, miembro del Consejo Científico de la Fundación Andrzej Dembicz de Varsovia-Polonia y presidente de la Fundación Transurbano de Chile. Además, es miembro de número de la Academia Chilena de Ciencias Sociales, Políticas y Morales del Instituto de Chile y de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, miembro de la Academia de Historia Militar y miembro honorario del Instituto O´higginiano de Chile. Asimismo, es miembro correspondiente de las Academias de Ciencias Sociales de Colombia y Argentina. Ha sido distinguido con la Orden Andrés Bello otorgada por el Gobierno de Venezuela, la Medalla de Honor conferida por el Gobierno de Polonia y la Membresía de Honor de la Academia de Ciencias de Rusia. También le han entregado diversas distinciones las universidades Central de Venezuela, San Marcos de Lima, Córdoba de Argentina, Lille de Francia, entre otras. Ha sido también distinguido con la Condecoración Senado de la República de Chile por su destacado rol como académico nacional e internacionalmente.
PREFACIO
Este libro no se dirige exclusivamente a quienes estén vinculados académica o profesionalmente a temas científicos y tecnológicos. Se dirige al ciudadano promedio, así como a docentes, investigadores, innovadores, emprendedores y empresarios, todos quienes necesitan información sobre el actual estado de progreso en materia de automatización e inteligencia artificial, y en cómo esto está cambiando la vida de cada persona y la evolución de la sociedad.
El libro discute conceptos centrales sobre estas materias y reporta el resultado de investigaciones y experiencias de los autores en materia de investigación académica, trabajo con empresas y desenvolvimiento en diversas universidades europeas y latinoamericanas, especialmente británicas y chilenas. Así, se provee información sobre las tendencias actuales del cambio tecnológico y su impacto en diversas áreas del quehacer económico y social, junto a la exposición de los fundamentos teóricos que han dado lugar a las aplicaciones en automatización e inteligencia artificial (IA), así como las perspectivas de nuevos desarrollos.
Para que la sociedad asuma estas nuevas tendencias y comprenda sus repercusiones, es necesario que el ciudadano promedio, y muy en especial los innovadores, aprecien el actual papel que juega la tecnología y el desarrollo tecnológico, así como la incidencia en distintos ámbitos del desarrollo científico y las nuevas tecnologías de la información, computación, inteligencia artificial, robótica y comunicación. El libro pretende ser un estímulo para el desarrollo de nuevas generaciones de investigadores motivados por el amplio espectro del cambio fundamental que nuestra sociedad está viviendo y las preguntas fundamentales para que la sociedad asuma los costos y beneficios del cambio. Aspira también a ser una fuente de información para que se aprecie la arremetida significativa que la nueva tecnología está teniendo en esferas como la salud, la educación, la producción y los servicios, la cual, a la vez de amenazar los actuales puestos de trabajo, se constituye en un vaticinio de mayor bienestar social, más alta productividad y un profundo cambio en el giro de los empleos que se precisarán a futuro.
Para transitar exitosamente hacia una sociedad de creación e innovación basada en un nuevo conocimiento, es muy importante formar y capacitar profesionales que tengan las competencias adecuadas para crear, analizar y evaluar sistemas complejos. Entendemos por sistema complejo la existencia de varias partes interconectadas de un conjunto de fenómenos cuyos vínculos (interacciones), crean información adicional no visible antes por el observador. Este análisis requiere entender y considerar la estructura de los sistemas complejo-dinámicos como una rama de la ciencia en el proceso de enseñanza-aprendizaje, donde es necesario usar métodos cualitativos y cuantitativos para evaluar su complejidad, especialmente la de tipo no lineal. Esto ha de requerir de profesionales capaces de recomendar y usar las últimas tecnologías (robótica e inteligencia artificial), con el conocimiento necesario para resolver y brindar las mejores soluciones aplicables en los diversos ámbitos productivos, como también para enfrentar eventos impredecibles tales como desastres a nivel sectorial o nacional. Aquí presentamos metodologías y conocimientos sobre cómo se han enfrentado y resuelto sistemas complejos y algunos de los últimos desarrollos de la ciencia e ingeniería en este campo. Se abordan, por ejemplo, los conceptos aplicables a la medición de la complejidad y el desarrollo de las nuevas tecnologías, como la robótica y la inteligencia artificial, que son muy importantes para el desarrollo social y económico de los países.
La naturaleza especializada de la inteligencia artificial del mundo real no representa necesariamente un efecto negativo neto de la automatización en términos de puestos de trabajo. Las tareas que actualmente ocupan a la mayoría de la fuerza de trabajo en todos los países, más claramente en los países en desarrollo, son, en gran medida y en cierto nivel, rutinarias y predecibles; ciertamente, son esas las más susceptibles a la amenaza de sustitución. De hecho, como se está observando, la rápida mejora en robots especializados o en el desarrollo de ciertos algoritmos de aprendizaje automático que se agitan a través de las resmas de datos, eventualmente amenazará a un enorme número de ocupaciones en una amplia gama de niveles de habilidades y se constituirá así en grave amenaza sobre el empleo y poder adquisitivo. No obstante, el cambio tecnológico también creará nuevas fuentes de trabajo más especializado y menos riesgoso, permitiendo un mejor desarrollo personal, profesional y de calidad de vida humana, lo cual implica la necesidad de preparar a las personas para ello. Dicho cambio también ha de producir una mayor productividad reflejada en mayor bienestar de la masa laboral y su poder adquisitivo. Hasta ahora lo observado no revela el requerimiento de máquinas que puedan pensar como personas. Un computador no necesita replicar todo el espectro de la capacidad intelectual humana para desplazar trabajadores, solo tiene que llevar a cabo las tareas específicas para lo cual fue específicamente programado. Habrá quizás un punto del tiempo futuro en que la singularidad afecte radicalmente a este proceso, cuando las máquinas puedan, efectivamente, auto programarse.
Como sabemos, para tener profesionales innovadores en una sociedad de conocimiento es necesario contar con un sistema educacional de alta calidad. En el libro Innovación para crecer en calidad propuestas para una mejor educación, Carrasco González y Riveros Cornejo han descrito las potencialidades a desarrollar para contar con una adecuada metodología educacional, con buenos procesos y buenas prácticas de la enseñanza y aprendizaje que serán esenciales para asumir responsabilidades productivas y complejas del futuro, para generar así una mayor productividad laboral. A este reto se ha sumado la experiencia con la Pandemia asociada al COVID19 y que mantiene al mundo bajo severa amenaza en los días presentes, requiriendo un giro fundamental en el hacer educativo, cuando se ha debido recurrir masivamente a las tecnologías de comunicación.
La discusión que se plantea en ese libro, como se hace también en muchos otros documentos surgidos de la academia, pone de relieve los desarrollos necesarios en educación para enfrentar los nuevos desafíos derivados de los cambios tecnológicos y científicos. El desafío es «enseñar a pensar» a nuevas generaciones que tendrán a su disposición nuevas tecnologías en todo orden de cosas, y que deberán hacerse responsables de su debido cuidado y proyección.
En una economía de conocimiento