en la literatura romántica, traducción de Rubén Mettini, El Acantilado, Barcelona, 1999. N.T.)
137 Shelley, Death. La muerte era el interés fundamental de Shelly, incluso en su juventud y en sus días más godwinianos. Al final de su vida se convirtió casi en una obsesión –así como en tema de su mejor poesía–. De hecho, es más que probable que el apasionado marino que no sabía nadar, no hiciera en su vida nada más que esperar pasivamente a la muerte; B. Kurz, The Pursuit of Death (Nueva York, 1933). (Shelley, Prometeo liberado, traducción de Alejandro Valero, Hiperión, Madrid, 1994.)
138 Citado en Silz, op. cit., p. 175.
139 God, pp. 187-188; Viëtor, Goethe the Thinker, pp. 35-38; Pascal, op. cit., pp. 203-216.
140 God, pp. 187-188; Viëtor, Goethe the Thinker, pp. 35-38; Pascal, op. cit., pp. 203-216.
141 Dilthey, op. cit., pp. 283-288.
142 R. Unger, Herder, Novalis und Kleist (Frankfurt a.M., 1922), pp. 94-114 y 143.
143 Phenomenology, p. 388, e History of Philosophy, vol. III, pp. 505-508. (Para la traducción al castellano, op. cit.)
144 Philosophy of Right, pp. 12-13. Para un eminente historiador católico del pensamiento alemán del siglo XIX, Fichte parecía un Prometeo de la ética y Hegel un «Prometeo conocido», pero lo crucial es el acto de desafío, la propia aspiración, no el carácter esencialmente poético de Prometeo; Balthasar, op. cit., pp. 139-157 y 611-619. En realidad, un Prometeo filosófico es inimaginable.
145 Cain, acto III, escena I. (Hay una muy buena traducción al castellano de Caín, a cargo de Enrique López Castellón, que además recoge la carta abierta que, en su día, Menéndez Pelayo escribió al primer traductor de Byron, José Alcalá Galiano, publicada en 1873, felicitándole por su traducción en endecasílabos, que es la opción que también escoge nuestro traductor, Caín, ed. bilingüe, Abada, Madrid, 2011. N.T.)
146 Journal d’un Poète, ed. P. Flottes (París, 1949), p. 145.
147 Ibid., pp. 46-47.
148 Ibid., p. 146.
149 Le Mont d’Oliviers.
150 Thus Spake Zarathustra, trad. T. Common (Modern Librry), pp. 310-320. (Así habló Zaratrusta, traducción de Andrés Pascual, Alianza Ed., Madrid, 2011.) Esta diferencia entre Nietzsche y los primeros románticos ha hecho que el profesor Kaufmann rechace que fuese un romántico real en su excelente estudio sobre Nietzsche; W. A. Kaufmann, Nietzsche (Princeton, 1950), pp. 8-16, 100-105, 113-117, 282-283 y 327-337. Por supuesto, tiene toda la razón al enfatizar esta diferencia entre Nietzsche y los primeros románticos, pero la inclinación hacia una fe sentimental religiosa no es una cualidad genuina del romanticismo. En muchos otros aspectos –en el concepto de vida dramática, Prometeo, la ética del genio y la individualidad, en su odio a los filisteos– Nietzsche fue un romántico. Por otro lado, es una exageración presentar a Nietzsche como una edición tardía del primer romanticismo en todos los aspectos. Romántico era, si se le concede a la palabra un significado amplio. Y no lo era, si tratamos de demostrar su acuerdo con los primeros románticos en todo detalle, como intenta hacer Karl Joël en su Nietzsche und die Romantik (Jena, 1923).
151 Essay on Christianity, loc. cit., p. 87.
152 R. Huch, Die Bluethezeit der Romantik (Leipzig, 1899), pp. 82-118; Kluckhohn, op.cit., pp. 125-140; Silz, op. cit., pp. 205-235; Welleck, op. cit., pp. 155-156.
153 La primera declaración de los dos espíritus de la tragedia aparece en El nacimiento de la tragedia, el segundo pensamiento en «An Attempt at Self-Criticism», Ecce Homo, pp. 944-946.
154 Fragments, Werke, vol. II, 179, 180, 217, 241; Dilthey, op. cit., pp. 312-321.
155 Schleiermacher, Ueber die Religion, ed. M. Rade (Deutsche Bibliothek, Berlín, n.d.), pp. 58-60 y 121-127.
156 Chateaubriand, «Le Génie du Christianisme» , Œvres (París, 1874), vol. II, pp. 375-380; G. Boas , French Philosophies of the Romantic Period (Baltimore, 1925), pp. 94-102; B. Croce, European Literature in the Nineteenth Century, trad. D. Ainslie (Nueva York, 1924), pp. 2 y 45-51.
157 Praz, op. cit., pp. 289-411.
158 C. Buthman, The Rise of Integral Nationalism in France, pp. 56-64 y 75-86. C. J. H. Hayes, The Historical Evolution of Modern Nationalism (Nueva York, 1950), pp. 184-202.
159 Citado en Silz, op. cit., p. 56; Viëtor, Goethe the Poet, pp. 150-158.
160 Ludwig Boerne, Werke, vol. VII, pp. 23-25.
161 Human-all-too-Human (II), trad. P. V. Cohn, Works, vol. VII, nr. 3. (Humano demasiado humano, traducción de Marco Parmeggeani, Tecnos, Madrid, 2019); G. de Huszar, «Nietzsche’s Theory of Decadence and the Transvaluation of all Values», Journal of the History of Ideas, 1945, vol. VI, pp. 259-272; Kaufmann, op. cit., pp. 129-131, 295-341.
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